Todo empez¨® por un corte de tr¨¢fico

Un corte de tr¨¢fico de 10 minutos ¡ªque se celebraba cada mi¨¦rcoles desde el 25 de enero frente al instituto Llu¨ªs Vives de Valencia¡ª fue el origen de lo ya se conoce como la primavera estudiantil de Valencia. Un trending topic que naci¨® el 15 de febrero, con la detenci¨®n de Andreu, de 17 a?os, que pas¨® cuatro horas esposado e incomunicado en la comisar¨ªa de Zapadores de Valencia.

El instituto Llu¨ªs Vives est¨¢ ubicado entre la plaza del Ayuntamiento de Valencia y la estaci¨®n del Norte, en el mismo centro de la ciudad. Cualquier protesta estudiantil adquiere una m¨¢xima visibilidad p¨²blica porque est¨¢ ubicado entre dos de las principales arterias de la ciudad. Por su ubicaci¨®n, el instituto se convirti¨® en centro de reuni¨®n habitual de los directores de secundaria durante la larga batalla de los maestros contra el intento de imposici¨®n de la ense?anza de la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa en ingl¨¦s, una ocurrencia pol¨ªtica del gobierno valenciano que provoc¨® gran tensi¨®n en toda la comunidad educativa cuando Francisco Camps ocupaba la presidencia de la Generalitat.

¡°Andreu estaba defendiendo a un compa?ero al que la polic¨ªa trataba de controlar a empujones y golpes¡±, cuenta Nairuz, compa?era del instituto, que ¡°estaba grabando la situaci¨®n porque era muy violenta¡±. Lo cuenta con voz temblorosa: ¡°Mientras estaba grabando, un polic¨ªa me cogi¨® por detr¨¢s, me sacudi¨® y me lanz¨® contra el bordillo, y se me rompi¨® el sujetador¡±. Sus compa?eros de clase sostienen, hablando todos a un tiempo, que se salv¨® de golpearse la cabeza contra el bordillo porque la sostuvieron.

?¡°Eran entre 30 y 40 alumnos manifest¨¢ndose pac¨ªficamente¡±, seg¨²n el relato le¨ªdo ayer por un grupo de padres, alumnos y estudiantes del Llu¨ªs Vives, el lugar donde han empezado y acabado las cinco jornadas de protestas y cargas policiales, en las que han sido detenidos 43 estudiantes, ocho de ellos menores, y que han dejado decenas de lesionados.

Pen¨¦lope, otra estudiante del Llu¨ªs Vives, tambi¨¦n menor, acab¨® con ¡°siete grapas en la cabeza¡±. Su compa?era Aila, de 15 a?os, ¡°lleva el brazo escayolado¡±, ha denunciado Clara, su madre.

Esta es la historia de c¨®mo una protesta simb¨®lica contra el decreto de recortes y ajustes salariales en el sector p¨²blico aprobado el 5 de enero por el Consell ha desembocado en lo que los participantes en la marcha del lunes calificaron como ¡°la mayor actuaci¨®n policial en democracia¡±. Nadie recordaba a ning¨²n estudiante que en las ¨²ltimas d¨¦cadas haya pasado ¡°30 horas en el calabozo¡±, como le ocurri¨® a Albert Ord¨®?ez, un veintea?ero que estudia FP y que es presidente de la federaci¨®n de estudiantes Faavem, la ¨²nica asociaci¨®n reconocida como interlocutora oficial con la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y con el Consejo Escolar Valenciano.

Las protestas no han sido exclusivas del Llu¨ªs Vives. Muchos otros institutos tambi¨¦n se han manifestado, entre otras cuestiones, porque a causa de los impagos del Consell se han quedado sin electricidad y sin calefacci¨®n y se han visto obligados a ir a clase provistos de mantas.