¡°La sociedad tiene que movilizarse en estos momentos tan cr¨ªticos¡±
El ensayista y profesor de la Universitat de Val¨¨ncia Josep Vicent Boira desgrana en esta entrevista los principales puntos del manifiesto 'Mas sociedad civil'
Pregunta. ?Qui¨¦n impulsa M¨¢s sociedad civil?
Respuesta. Un grupo de profesionales, empresarios, profesores de Universidad¡ Gente que se reun¨ªa previamente para debatir algunos problemas. Me invitaron para hablar de la sociedad valenciana y de all¨ª sali¨® la idea de poner lo que hab¨ªa dicho por escrito. Despu¨¦s lo discutimos y, finalmente, le dimos forma de manifiesto.
P. ?Cu¨¢l es su objetivo?
R. Detectamos un retroceso de la sociedad ante los mecanismos internos de la pol¨ªtica, que son de polarizaci¨®n y enfrentamiento. En contra de eso surge esta reacci¨®n para hacer un llamamiento a esa sociedad civil que no est¨¢ encuadrada en el debate de los partidos para recuperar espacios. Es un doble llamamiento: a los diferentes Gobiernos que ha tenido la Comunidad Valenciana para que dejen respirar a la sociedad civil y a la sociedad para que se movilice en estos momentos tan cr¨ªticos.
P. ?El retroceso se ha producido por convicci¨®n o por presi¨®n de los partidos?
R. Despu¨¦s de conseguir una pol¨ªtica propia a trav¨¦s del Estatut d¡¯Autonomia la sociedad deja mucho espacio a los partidos. Ha habido esa presi¨®n de los partidos, pero la sociedad tambi¨¦n se ha acostumbrado a ello.
P. Pero la sociedad civil es inc¨®moda para los partidos.
¡°La valenciana es una
R. Los partidos han entendido siempre la sociedad como una especie de s¨²bdito. Con el manifiesto pretendemos cambiar los mecanismos de funcionamiento de esa sociedad civil. No podemos reproducir los mismos esquemas que los partidos pol¨ªticos, como la polarizaci¨®n, el enfrentamiento, los nuestros y los otros, el escaso debate real sobre los problemas del pa¨ªs... Hemos tenido un exceso de pol¨ªtica y de lo que se tratar¨ªa es no solo recuperar espacios por parte de la sociedad civil sino darle la vuelta absolutamente a los mecanismos que hemos copiado directamente de los partidos.
P. ?Esta necesidad es m¨¢s perentoria que hace unos a?os?
R. S¨ª. En este momento se detecta un descr¨¦dito de la pol¨ªtica que creo que ir¨¢ a m¨¢s. Adem¨¢s, se produce un retroceso de la acci¨®n gubernamental, que tendr¨¢ menos dinero para intervenir. Entonces, se est¨¢n produciendo una serie de vac¨ªos que es muy peligroso dejar libres porque podemos llegar a tener problemas sociales, de cohesi¨®n territorial¡ La energ¨ªa social, si no se canaliza, muestra episodios negativos o problem¨¢ticos, como estamos viendo. En este momento es m¨¢s oportuno que nunca hacer esta reflexi¨®n, a diferencia de hace unos a?os en los que todav¨ªa la pol¨ªtica y los presupuestos de la Administraci¨®n daban cobertura a la sociedad.
¡°Pedimos una segunda
P. ?Qu¨¦ podemos perder?
R. Ya hemos perdido algunas cosas. En el manifiesto pedimos una segunda transici¨®n. Una transici¨®n es un momento en el que t¨² piensas las cosas de nuevo y estableces las bases para un futuro. Nos jugamos muchas cosas. Por una parte, el prestigio de la sociedad. En estos momentos la valenciana es una sociedad sin prestigio. No es simp¨¢tica, no es querida ni reconocida. Es una sociedad secuestrada por una mala imagen. Con bases reales para ello, es innegable.
P. No es culpa de la sociedad.
R. No, pero lo est¨¢ pagando. Esta es la gran paradoja. No todos los valencianos somos iguales. Hay grupos que est¨¢n dedicando muchos esfuerzos para sacar a este pa¨ªs del agujero, y es injusta la descalificaci¨®n general. Hay determinados programas de televisi¨®n que est¨¢n dando la visi¨®n de que este pa¨ªs ha vivido una juerga permanente, y, en realidad, los que han pagado los platos rotos son los propios valencianos.
P. Tambi¨¦n ha habido un gran silencio de estamentos representativos de la sociedad mientras suced¨ªa lo que nos desacredita.
R. Efectivamente. Es una autocr¨ªtica que hay que hacer. Hemos tenido un problema de falta de articulaci¨®n. Algunas voces s¨ª que se levantaron sobre problemas particulares, como el corredor mediterr¨¢neo o la necesidad de mejorar las relaciones con otras comunidades, pero lo que falta es una plataforma y una reflexi¨®n general. Y quiz¨¢s eso no se pod¨ªa dar hasta que no toc¨¢ramos fondo. Esta comunidad ha tocado fondo en estos momentos y lo que toca es plantear nuevas formas de pensamiento para el futuro.
¡°Espero poco de los
P. ?Sin exigir responsabilidades a quien no ha deteriorado la imagen?
R. Todos queremos que la justicia se imponga y que quien haya cometido delitos o errores que lo pague. Es una idea innata de las personas, pero no s¨¦ si as¨ª se pueden construir demasiadas cosas en el futuro. Los valencianos somos una sociedad muy particular, que ante la perplejidad o complejidad del presente, as¨ª como otras sociedades miran al pasado, miramos al futuro. Sin negar la necesidad de hacer una reflexi¨®n cr¨ªtica sobre lo que ha ocurrido, lo que queremos con el manifiesto es crear las bases para una nueva visi¨®n del futuro.
P. ?Tuvimos sociedad civil o personalidades que con su actitud crearon la sensaci¨®n de que la hab¨ªa?
R. La historia valenciana es una historia de grandes personalidades, que si no han pasado desapercibidas en un determinado momento han jugado un papel determinante. En el mismo manifiesto hablamos de algunas de las que han creado alg¨²n revulsivo en la sociedad. Es cierto que faltan algunos nombres¡
P. Llama mucho la atenci¨®n la ausencia de Joan Fuster.
¡°Sin un esfuerzo de
R. No est¨¢ Joan Fuster, aunque podr¨ªa estar perfectamente. Tampoco hay otros nombres, pero m¨¢s que fijarnos en los nombres lo que queremos es recordar la consistencia de algunas respuestas en la sociedad. Es indudable que todav¨ªa hoy, cincuenta a?os despu¨¦s de Nosaltres els valencians, Joan Fuster contin¨²a siendo una figura¡
P. ?Proscrita?
R. M¨¢s que proscrita, discutida por una parte de la sociedad. Lo que hemos hecho es un esfuerzo de intentar generar una ilusi¨®n nueva. Y eso pasaba por un esfuerzo de generosidad, de dejar parte de lo que nos hubiera gustado a cada uno. A m¨ª me hubiesen gustado otras cosas, pero es imposible que los valencianos lleguemos a ning¨²n acuerdo si cada uno contin¨²a con una mentalidad del cien por cien. Entiendo determinados recelos, pero tenemos que acostumbrarnos a compartir el sesenta o el setenta por cien de las cosas. Si queremos ir al cien por cien, terminaremos en la l¨®gica de los partidos pol¨ªticos, que obligan a los afiliados a estar de acuerdo con el cien por cien de las decisiones. Si las personas que firman un manifiesto est¨¢n de acuerdo en un sesenta por cien de las cosas, eso tiene un valor mucho m¨¢s rico que un cien por cien en un partido pol¨ªtico.
P. ?Basta con que la sociedad quiera dar este paso o partidos tienen que estar por la labor?
R. Espero poco de los partidos pol¨ªticos. A diferencia de otros momentos de la historia reciente, los partidos no son instrumentos de cambio. Tienen una l¨®gica interna no demasiado positiva para la sociedad. La sociedad tiene que rencontrar su capacidad a trav¨¦s de sus n¨²cleos, como sociedades musicales, ateneos, centros de estudios comarcales, grupos de amigos, clubs de debate¡.
P. O sea hay que hacerlo contra los partidos.
R. No contra los partidos pero s¨ª al margen de los partidos. Desgraciadamente, la l¨®gica pol¨ªtica ha conducido a un callej¨®n sin salida. Defienden una cosa cuando est¨¢n en la oposici¨®n y defienden la otra cuando llegan al Gobierno. El problema es que la sociedad civil se ha habituado a esa l¨®gica de enfrentamiento, de cierto sectarismo. Y eso es lo que debemos romper.
P. El manifiesto lo firma gente muy diversa. ?Significa que la decepci¨®n es ahora m¨¢s amplia?
R. Exactamente. Este pa¨ªs hab¨ªa entrado en una fase de previsibilidad muy elevada. Por primera vez empezamos a desmontar los t¨®picos. El manifiesto est¨¢ suscrito por gente que podemos estar en las ant¨ªpodas y eso se refleja en el propio texto. Es un instrumento para llegar a las determinadas cuestiones que apunta. Todos estamos de acuerdo en que tenemos que hacer algo.
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