Idus de marzo
"Ni siquiera el Vaticano parece haber quedado al margen de la mundana tradici¨®n, tan arraigada por estas tierras, de pescar comisiones y sobrecostes en las aguas revueltas de la corrupci¨®n"
Cuando ya solo nos quedaba el consuelo divino para sobrellevar con un m¨ªnimo de dignidad las lamentables consecuencias de esta maldita crisis que est¨¢ acabando con todo, ahora nos enteramos de que ni siquiera el Vaticano parece haber quedado al margen de la mundana tradici¨®n, tan arraigada por estas tierras, de pescar comisiones y sobrecostes en las aguas revueltas de la corrupci¨®n.
Resulta que el pasado mes de febrero, el programa televisivo Gli intocabili divulg¨® algunos de los extractos de las cartas dirigidas al mism¨ªsimo Papa de Roma, en marzo de 2011, por el entonces secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, Carlo Mar¨ªa Vigan¨®. En una de ellas, el arzobispo alertaba de manera gen¨¦rica a Benedicto XVI de las numerosas corruptelas que hab¨ªa visto tras asumir el cargo en 2009, lo que ya de por s¨ª resultaba algo inquietante. Pero en otras Vigan¨® era mucho m¨¢s concreto al afirmar que las contratas vaticanas se hac¨ªan siempre con las mismas empresas y al doble de coste que las de ¡°fuera¡±, lo que, aparte del hecho, reprobable en s¨ª mismo, de pagar m¨¢s de lo debido, daba a entender que hay algunas empresas que est¨¢n ¡°dentro¡± del Vaticano. Seg¨²n el arzobispo no solo no exist¨ªa transparencia alguna en la gesti¨®n de las contratas de construcci¨®n y de ingenier¨ªa, sino que adem¨¢s el Comit¨¦ de Finanzas y Gesti¨®n hab¨ªa sido el responsable del alto endeudamiento y del estropicio financiero en general que se encontr¨® a su llegada al cargo, actuando sus miembros ¡°m¨¢s de acuerdo con sus propios intereses que con los nuestros (sic)¡±. Y como ¨¦stas, muchas otras lindezas por el estilo.
Monse?or Vigan¨® acaba de ser nombrado, de manera fulminante, nuncio de la Santa Sede en EE UU
Convendr¨¢n conmigo que lo que de verdad resulta fascinante de esta historia no es tanto el contenido de las denuncias, como la candorosa actitud mostrada por el arzobispo al creer que cont¨¢ndoselo todo al jefe supremo, ello producir¨ªa un efecto inmediato sobre el buen gobierno del Vaticano.
En rigor, desconocemos si ¨¦ste se ha producido entre bambalinas, pero lo que s¨ª sabemos es: Uno, que la Presidencia del Governatorato, en un alarde de transparencia digna de mejor causa, ha dicho que estas denuncias sobre corrupci¨®n y mala gesti¨®n en la administraci¨®n vaticana son fruto de ¡°valoraciones err¨®neas¡±, ¡°no est¨¢n apoyados por pruebas¡±, y adem¨¢s ¡°han sido contradichas por las principales personalidades invocadas como testigos¡±, lo que obviamente nos deja mucho m¨¢s tranquilos. Y aprovecha para recordar al p¨²blico en general que los balances del Governatorato, tras ser aprobados por la Pontificia Comisi¨®n para el Estado de la Ciudad del Vaticano (?faltar¨ªa m¨¢s!), se someten de forma regular a la Prefectura de los Asuntos Econ¨®micos de la Santa Sede. ?rganos todos ellos de probado rigor e independencia.
Y dos, que monse?or Vigan¨® acaba de ser nombrado, de manera fulminante, nuncio de la Santa Sede en EE UU, lo que seg¨²n el portavoz del Vaticano Federico Lombardi, no es un castigo ni una huida, sino ¡°una prueba indudable de estima y confianza por parte del Papa¡±. Fascinante.
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