El PSPV-PSOE, un juguete roto
Los socialistas valencianos exhiben su fragilidad interna ante el 12? congreso
Todos los partidos afrontan alguna vez congresos conflictivos, con un alto nivel de enfrentamiento interno, hasta de crispaci¨®n. Le ha ocurrido al PSOE en su reciente congreso federal, con la alternativa entre Rubalcaba y Chac¨®n. Lo que resulta an¨®malo es que la divisi¨®n se convierta en end¨¦mica, que anide de forma permanente en todos los procesos de renovaci¨®n de la direcci¨®n y de debate de programas y estrategias. Es el caso del PSPV-PSOE, cuya trayectoria de congresos desde 1997 est¨¢ marcada por la confrontaci¨®n sistem¨¢tica. Por eso hay serias razones para pensar que el problema del PSPV-PSOE es que est¨¢ roto hace tiempo, como instrumento de representaci¨®n institucional y engranaje de intervenci¨®n pol¨ªtica, y que no hay posibilidades de repararlo. Al menos mientras una buena parte de los dirigentes, no s¨®lo rechace que el juguete est¨¢ averiado, sino que se empe?e en sostener que es completamente normal su funcionamiento.
El perceptible malestar de fondo en el partido de los socialistas valencianos, pues, no procede tanto de la existencia de cuatro candidatos de cara a su 12? congreso como de la sensaci¨®n que se abre paso de que las cosas no tienen remedio. ¡°Perd¨ªamos cuando el PSOE ganaba en toda Espa?a y perdemos cuando el PSOE pierde en toda Espa?a¡±, se?ala un cargo p¨²blico valenciano para desmentir la idea de que un cambio de ciclo, propiciado por una derecha valenciana que se ve abocada a afrontar las consecuencias de su populismo desmedido y tramposo, en forma de ruina de las instituciones, de esc¨¢ndalos judiciales relacionados con la corrupci¨®n y de mala imagen colectiva, vaya a aupar sin m¨¢s a los socialistas a la victoria electoral en 2015.
Se abre la sensaci¨®n de que las cosas no tienen remedio
Aunque los candidatos y dirigentes repitan el mantra de que el PSPV-PSOE es un partido democr¨¢tico que no teme al debate, nadie se lo cree. El de los socialistas valencianos es un partido en crisis. Tal vez los ¨²nicos que se han atrevido a reconocerlo as¨ª p¨²blicamente son los alcaldes y portavoces de la plataforma @una, que agrupa a j¨®venes socialistas hoy en primera l¨ªnea del reducido frente institucional. Acabar con los personalismos y la guerra de tribus para ¡°recomponer la organizaci¨®n¡± y hacer que ¡°el partido vuelva a ser ¨²til, solvente y est¨¦ capacitado para salir de esta crisis interna¡±, en palabras de Toni Gaspar, alcalde de Faura y portavoz socialista en la Diputaci¨®n de Valencia, es el objetivo.
La reflexi¨®n se sit¨²a m¨¢s all¨¢, o m¨¢s ac¨¢, de las preferencias por Jorge Alarte o por Ximo Puig, los dos candidatos con aut¨¦nticas posibilidades de ganar el congreso, o por Francesc Romeu o Manuel Mata, cuyas expectativas de contar con 105 avales para ser oficialmente candidatos parecen problem¨¢ticas. Es cierto que, entre alcaldes y diputados auton¨®micos, hay una mayor¨ªa que se inclina por la continuidad del actual secretario general. Lo expresaron en una declaraci¨®n p¨²blica medio centenar de alcaldes y portavoces, encabezados por los regidores de Vila-real, Jos¨¦ Benlloch, Ontinyent, Jorge Rodr¨ªguez, y Alcoi, Toni Franc¨¦s. Se trata de aprovechar el trabajo de Alarte para ir ¡°20 pasos m¨¢s all¨¢¡±.
De todas maneras, en las bases del partido hay un notable descontento con Alarte. No deja de ser la cara visible de las derrotas en las municipales y auton¨®micas de mayo del a?o pasado. El candidato a la reelecci¨®n ha desatendido el contacto con sectores cl¨¢sicos de opini¨®n y no ha sabido crear equipo. Su concepci¨®n personalista de la gesti¨®n ha desperdiciado mucha de la capacidad de sus colaboradores y su improvisaci¨®n ha causado tantas v¨ªctimas como malentendidos. Pens¨® que pod¨ªa encarrilar la pacificaci¨®n del partido pactando con su rival en el 11? congreso, Ximo Puig, y eso le hizo actuar de manera displicente hacia gente af¨ªn a su discurso de renovaci¨®n. Son cr¨ªticas que no s¨®lo formulan sus adversarios, sino una buena parte de quienes le apoyan.
Solos los alcaldes de la plataforma @una reconocen "la crisis interna"
Sin embargo, nadie puede negar, fuera del brutal frente medi¨¢tico en su contra, ¡ªque no es precisamente un elemento menor en una escena pol¨ªtica dominada por el f¨¦rreo control que el PP ejerce en ese ¨¢mbito¡ª, la coherencia de su compromiso en algunas cuestiones clave. Su lucha contra corrupci¨®n no es una broma. Alarte la ha afrontado con determinaci¨®n y, hasta ahora, en su bagaje figuran la apertura de sumarios judiciales como los de la rama valenciana de G¨¹rtel, que llev¨® a la dimisi¨®n nada m¨¢s y nada menos que de Francisco Camps como presidente de la Generalitat; del caso Emarsa, que ya ha costado la cabeza a un vicepresidente de la Diputaci¨®n de Valencia, o del fraude en las subvenciones de cooperaci¨®n, por el que han sido imputadas 19 personas y destituidos cuatro cargos de la consejer¨ªa y que amenaza seriamente el futuro pol¨ªtico de Rafael Blasco. ¡°Le hemos dado duro, con firmeza, a Camps y a la corrupci¨®n, evitamos que la derogaci¨®n del trasvase Tajo-Segura condenara al ostracismo al socialismo alicantino para otra d¨¦cada, peleamos por Zarra para que all¨ª no hubiera un almac¨¦n nuclear, intentamos poner encima de la mesa el ¨²nico programa para sacar a esta tierra de la crisis econ¨®mica, que ning¨²n partido pol¨ªtico ha presentado en la Comunidad Valenciana, peleamos para reconciliar nuestro partido con miles de valencianos y valencianas¡±, desgranaba el propio Alarte en un acto ante sus delegados al congreso.
La econom¨ªa ha sido un flanco al que el secretario general del PSPV-PSOE prest¨® atenci¨®n desde muy temprano, cuando todav¨ªa Camps proclamaba que la Comunidad Valenciana estaba preparada para ser ¡°la primera en salir de la crisis¡±, Alarte hizo p¨²blico su Programa para el saneamiento y la reforma de la econom¨ªa valenciana y lo ha desarrollado en iniciativas pol¨ªticas y parlamentarias frente al nuevo presidente del Consell, Alberto Fabra. Sus dos fichajes estrella para las Cortes Valencianas se han producido en ese terreno, precisamente, el exrector de la Jaume I, Francisco Toledo, y el profesor de la Universidad de Alicante Juli¨¢n L¨®pez Milla.
En las bases del partido hay descontento con Alarte
La cr¨ªtica de Ximo Puig a su gesti¨®n se apoya en una minusvaloraci¨®n de esos aciertos y se ceba en la falta de habilidad para crear equipos. ¡°La gente no lo quiere¡±, dicen de Alarte los seguidores del alcalde de Morella y diputado en el Congreso, que encabeza una coalici¨®n cuyo n¨²cleo m¨¢s nutrido conforman aquellos que han seguido hist¨®ricamente al ex presidente de la Generalitat Joan Lerma (mentor y uno de los principales hooligans de Puig) pero rechazan el apelativo de lermistas. Puig perdi¨® el anterior congreso ante Alarte, pero ahora cuenta con el apoyo de los seguidores de Leire Paj¨ªn, que apoy¨® entonces al candidato vencedor. La oposici¨®n de Alarte a la moci¨®n con un tr¨¢nsfuga que dio a Agust¨ªn Navarro la alcald¨ªa de Benidorm distanci¨® abruptamente a Paj¨ªn del secretario general.
A grandes rasgos, los d¨ªas 30 y 31 de marzo y 1 de abril se reunir¨¢n en Alicante los 526 delegados con derecho a voto articulados en dos grandes bloques de unos 200 partidarios de Alarte y otros tantos de Puig, dos minor¨ªas lideradas por Mata y Romeu, que suman entre ambos m¨¢s de un centenar de compromisarios, y un peque?o n¨²cleo de dos o tres decenas de delegados de la plataforma @auna. El secretario general mantiene una apelaci¨®n a hacer ¡°un congreso distinto¡± y de unidad. Que gane ¨¦l o lo haga Puig con poco m¨¢s del 50% de los votos ser¨¢ un fracaso, sostiene. Puig, a su vez, promete un amplio acuerdo en torno al equipo una vez quede claro que ¨¦l es el secretario general. Los intentos de acercamiento no han fructificado hasta ahora.
Los seguidores de Puig tratan de huir de la etiqueta de lermista
¡°Jorge Alarte puede haberlo hecho mejor o peor, pero Ximo Puig lleva un lastre que lo hace poco cre¨ªble. Si tienen que volver los de siempre, que no cuenten conmigo¡±, explicaba un alcalde socialista esta semana pasada en alusi¨®n al cl¨¢sico aparato lermista del partido. El hecho de que pueda quedar descabezado el grupo parlamentario si gana Puig es otro argumento. ¡°?Vamos a repetir el escenario que se dio con Joan Ignasi Pla y que sali¨® fatal?¡±, pregunta un dirigente, mientras en el PP rezan para que el adversario se haga un haraquiri que despeje el panorama de una legislatura antip¨¢tica.
Por otra parte, del lado de Puig se insiste en que Alarte ¡°no ha sabido construir un discurso p¨²blico identificable, convertir al PSPV en una alternativa¡±. Mata, apoyado en el planteamiento de izquierdas y renovador de la plataforma Esperanza Socialista, muy activa en Internet, y Romeu, desde una opci¨®n que ha ido poniendo ¨¦nfasis en la necesidad de pactar una nueva ejecutiva que sintonice con la direcci¨®n federal liderada por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, buscan sus oportunidades en un congreso que se presenta muy abierto. El tipo de congreso que m¨¢s dif¨ªcil har¨¢ reparar el juguete roto de un partido que no encuentra la forma de cerrar filas para volver a ganarse el respeto de la sociedad.
Cuatro candidatos que pueden quedar en dos
JORGE ALARTE. Un dirigente renovador en tiempos de derrota. Nacido en 1973, Jorge Alarte se afili¨® en 1994 al PSPV-PSOE, cuando estudiaba Derecho en la Universitat de Val¨¨ncia, donde tuvo cierta relevancia como dirigente estudiantil. Su carrera pol¨ªtica, sin embargo, se forj¨® en su pueblo, en Alaqu¨¤s, del que ya era concejal en 1995 y cuya alcald¨ªa ocup¨® de 1999 a 2009. Hab¨ªa pertenecido en algun periodo a la ejecutiva del PSPV-PSOE, pero fue el prestigio ganado como alcalde lo que le aup¨® a la secretaria general del partido en septiembre de 2008, en un congreso en el que venci¨® a Ximo Puig. Alarte, que irrumpi¨® con un discurso de renovaci¨®n, ha visto limitadas sus expectativas por la dureza con la que ha castigado la opini¨®n p¨²blica al PSOE como consecuencia de las medidas que se vio obligado a adoptar Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero desde la presidencia del Gobierno para hacer frente a la crisis econ¨®mica. Las derrotas en las auton¨®micas y locales y en las generales de 2011 situaron al PSPV-PSOE en sus niveles m¨¢s bajos de apoyo, en sinton¨ªa con lo que ocurri¨® al PSOE en toda Espa?a.
XIMO PUIG. Una larga trayectoria desde los tiempos de Lerma en la Generalitat. En los a?os ochenta del siglo pasado, Ximo Puig, nacido en 1959 y periodista de profesi¨®n, ya era un pol¨ªtico con experiencia. Diputado auton¨®mico por Castell¨®n en 1983, entre 1986 y 1995 fue el hombre de confianza del presidente de la Generalitat, el socialista Joan Lerma, de quien era director general de Relaciones Institucionales e Informativas. Alcalde de Morella, una ciudad que ha convertido en una especie de basti¨®n del PSPV-PSOE, Puig ha ido, poco a poco, adquiriendo protagonismo en el sector lermista, hasta el punto de presentarse como alguien que niega cualquier adscripci¨®n de ese tipo. Puig ha sido diputado en las Cortes Valencianas varias legislaturas y desempe?¨® la funci¨®n de portavoz parlamentario entre los a?os 2000 y 2003, un periodo complejo y oscuro en la interminable crisis org¨¢nica de los socialistas valencianos. Perdi¨® ante Jorge Alarte el congreso de 2008 y el a?o pasado opt¨® por la candidatura al congreso de los Diputados. Coordin¨® la campa?a del PSPV-PSOE para esas elecciones generales.
FRANCESC ROMEU. Un candidato con experiencia pero sin cargo institucional. Licenciado en Derecho por la Universitat de Val¨¨ncia, Francesc Romeu, afiliado en 1994, fue concejal de Silla, su localidad natal, durante dos mandatos. Form¨® parte de la gestora del PSPV-PSOE que presidi¨® Diego Maci¨¤ entre 1999 y 2000 y posteriormente fue diputado en el Congreso. Miembro de la ejecutiva federal y director de la Fundaci¨®n Jaime Vera entre 2005 y 2009, dentro del equipo de Jos¨¦ Blanco como vicesecretrario general, tiene su puesto de trabajo en Renfe, donde fue director corporativo de Accesibilidad. Opt¨® sin ¨¦xito a liderar el PSPV en 2008. No tiene cargo institucional.
MANUEL MATA. De las primarias de Valencia al congreso de pa¨ªs. Abogado en ejercicio, Manuel Mata (1959) es un socialista de larga trayectoria. Adscrito a la corriente Izquierda Socialista, fue asesor en el Parlamento Europeo entre 1986 y 1987, concejal del Ayuntamiento de Valencia de 1989 a 1995 y portavoz de la ejecutiva del PSPV-PSOE que lideraba Joan Ignasi Pla tras un periodo dedicado a la actividad profesional. Entr¨® en 2009, a mitad de la legislatura, como diputado en las Cortes Valencianas, donde estuvo hasta 2011. El a?o 2010 se enfrent¨® en unas elecciones primarias a Joan Calabuig por la candidatura socialista al Ayuntamiento de Valencia. Mata las perdi¨®, pero es un ferviente defensor de este sistema de elecci¨®n tanto de los candidatos como del secretario general. Es el ¨²nico candidato que no concurri¨® en el congreso de 2008 a la secretar¨ªa general del PSPV-PSOE. Alarte, Puig y Romeu ya lo hicieron, aunque Romeu no tuvo avales suficientes y pact¨® entonces con Puig.
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