Ni desalinizadoras, ni trasvase
El pacto de Rajoy con CiU aplaza sin fecha las obras para traer agua del Ebro
El pr¨®ximo 18 de junio se cumplir¨¢n ocho a?os de la derogaci¨®n del trasvase del Ebro. No habr¨¢ manifestaciones multitudinarias. Ni dirigentes del PP valenciano que apelen a la II Rep¨²blica, que ya plane¨® la infraestructura. Previsiblemente, la fecha pasar¨¢ desapercibida en la agenda del jefe del Consell, Alberto Fabra. El vuelco electoral auton¨®mico popular, la victoria de Mariano Rajoy, y la alianza de facto con CiU han modulado el lenguaje de la Generalitat, que ha sustituido el t¨¦rmino trasvase por ¡°conexi¨®n entre cuencas¡±, como recoge una respuesta a EL PA?S de la Consejer¨ªa de Agricultura. Ocho a?os despu¨¦s, la guerra del agua ha perdido intensidad, el trasvase resulta inc¨®modo y la alternativa h¨ªdrica del Ejecutivo socialista, las desalinizadoras, descansa en dique seco.
En la Comunidad Valenciana, la autonom¨ªa con m¨¢s consumo por hogar de Espa?a, hay dos plantas de desalar operativas mientras que las cinco planeadas por el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero a trav¨¦s de Acuamed, la empresa p¨²blica de Medio Ambiente, a partir de 2005 est¨¢n en fase de construcci¨®n o pruebas. Ninguna funciona y se desconoce la fecha exacta en la que producir¨¢n agua m¨¢s all¨¢ de un impreciso ¡°a lo largo de este a?o¡±. La raz¨®n principal, los retrasos de los permisos del Consell. La Generalitat tiene autorizaciones pendientes en tres de las cinco plantas que contemplaba el Programa Agua del Ejecutivo socialista. ¡°Las desalinizadoras est¨¢n acabadas pero no pueden funcionar a causa de las trabas que la Generalitat¡±, explica el expresidente de la Sociedad Espa?ola de Infraestructuras Agrarias del Sur (Seiasa), el socialista Francisco Rodr¨ªguez Mulero. El antiguo responsable del Ministerio de Agricultura sostiene que el Consell sigui¨® una hoja de ruta para boicotear las obras. ¡°Los exconsejeros de Medio Ambiente Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa Ant¨®n y Juan Cotino sab¨ªan que deb¨ªan poner pegas para que las desalinizadoras no funcionaran¡±, relata.
La inversi¨®n de las factor¨ªas paralizadas ¡ªsin incluir los gastos de mantenimiento¡ª supera los 450 millones y su capacidad de producci¨®n rebasar¨¢ los 132 hect¨®metros c¨²bicos anuales, el equivalente a 132 estadios como el Santiago Bernabeu. La Uni¨®n Europea, que subvencion¨® con hasta 55 millones la factor¨ªa de Torrevieja, exige al titular de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Ca?ete, que ponga en marcha las obras. El ministro revel¨® ante el Congreso que las 17 desalinizadoras de Espa?a trabajaban al 16,45%.
Los hogares de la Comunidad
En las inmediaciones del Saladar y los Arenales de Agua Amarga (Alicante), operan las dos ¨²nicas desalinizadoras de la Comunidad. La primera se concibi¨® para abastecer a una poblaci¨®n de medio mill¨®n de habitantes de Elche, Santa Pola, Alicante y San Vicente del Raspeig, que se dispara en verano, y funciona desde 2003. Fue inaugurada por la exministra de Medio Ambiente popular Elvira Rodr¨ªguez, y Francisco Camps, durante el mandato de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Las dos plantas de Alicante, donde el 80% del agua consumida es desalada, forman parte de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (Ministerio de Agricultura), que tambi¨¦n acoge dos instalaciones en San Pedro del Pinatar (Murcia), ideadas para cubrir 17 municipios alicantinos como Pilar de la Horadada, Rojales, San Fulgencio o Guardamar.
Las f¨¢bricas de agua proyectadas por Acuamed en Mutxamel, Sagunto, Torrevieja, Cabanes y Moncofa permanecen paradas, pese a que su construcci¨®n comenz¨® a partir de 2006, el Gobierno desembols¨® las inversiones correspondientes y Bruselas reparti¨® con generosidad subvenciones que superaron de media el 20%. Salvo Torrevieja, de car¨¢cter mixto, todas se pensaron con vistas al abastecimiento humano y preve¨ªan la posibilidad de su ampliaci¨®n. Pertenecen a un modelo que buscaba la producci¨®n estable y generar agua in situ y desterrar el fantasma de las tensiones territoriales, que fue justo lo que no se consigui¨®. El Ejecutivo socialista prometi¨® como alternativa al trasvase una inyecci¨®n para Catalu?a, Comunidad Valenciana, Almer¨ªa y Murcia de unos 1.000 hect¨®metros c¨²bicos anuales, de los que m¨¢s de la mitad (600) llegaban del mar. Se aspiraba a inculcar una nueva cultura el agua, que contemplaba el ahorro (la Comunidad Valenciana es l¨ªder en fugas de agua), la modernizaci¨®n de regad¨ªos, la reutilizaci¨®n de aguas residuales y el aprovechamiento sostenible de los acu¨ªferos.
La inversi¨®n en
Los planes de la ministra Narbona no contaban la llegada de un invitado inesperado, la crisis. Las desalinizadoras de Cabanes y Moncofa encaran desde 2008 el obst¨¢culo del desplome inmobiliario. Los municipios se comprometieron a abonar a Acuamed los costes de explotaci¨®n y amortizaci¨®n de las plantas, que hab¨ªan sido concebidas para una avalancha de poblaci¨®n que no lleg¨®. La f¨¢brica de agua de Cabanes promet¨ªa hasta 42,9 hect¨®metros c¨²bicos al a?o y Moncofa, 19,8.
La ca¨ªda de los ingresos y el principio de rigidez presupuestaria impuesto por el Gobierno, despert¨® del sue?o y modific¨® las prioridades de pago. Y ahora los Ayuntamientos afectados se quejan de que no pueden asumir la factura inicial de esa agua que requer¨ªan para levantar sus quimeras de crecimiento. ¡°El PAI no se ha desarrollado y de momento no existe necesidad alguna de agua desalada¡±, admite el Ayuntamiento de Cabanes, que preside el popular Vicente Artola, en referencia a la evaporaci¨®n del parque tem¨¢tico Mundo Ilusi¨®n, que afectaba a 18 millones de metros cuadrados y por los que el municipio se comprometi¨® a pagar a Acuamed 800.000 euros anuales.
Sagunto, Mutxamel, Cabanes,
En el mismo aprieto se encuentran Oropesa, Benic¨¤ssim y Xilxes, que pactaron en marzo un frente com¨²n para negociar sus convenios con Acuamed. Moncofa, gobernado por el PSPV, defiende la desalaci¨®n mientras que Xilxes, que planeaba un campo de golf y 6.500 viviendas, dice que ya no necesita el agua. La asfixia econ¨®mica y la ca¨ªda de las previsiones de crecimiento dejan en el aire tambi¨¦n las desalinizadoras que no han comenzado a construirse, como la prevista en D¨¦nia. La localidad de La Marina, gobernada por el PP, prefiere comprar agua de la vecina X¨¤bia, donde ya existe una planta, a levantar una nueva obra cuyo coste rebasar¨ªa los 22 millones de euros.
Los pr¨®ximos meses se revelar¨¢n cruciales. Acuamed conf¨ªa en que el Ministerio revise las actuaciones ¡°caso por caso¡± pero recuerda que los municipios se comprometieron en los a?os de bonanza a sufragar a escote las desalinizadoras. El departamento que dirige Miguel Arias Ca?ete ha declinado responder a EL PA?S al respecto.
Los ayuntamientos no pueden
Los socialistas valencianos, que pagaron con una sangr¨ªa de votos la impopular defensa de las desalinizadoras, mantienen la vigencia del plan Agua. ¡°Le hemos planteado al Gobierno que ponga en marcha las obras¡±, explica el senador por Castell¨®n Enric Navarro. Pero admiten que el cargo de las actuaciones llega en ¨¦poca de vacas flacas y con la tijera sobrevolando sobre las arcas locales. ¡°La situaci¨®n econ¨®mica actual no permite asumir unos costes tan altos¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa ?ngel, alcalde de L¡¯Eliana y responsable de pol¨ªtica municipal del PSPV, que apunta que los pagos a Acuamed no atenazan solo a los municipios con desalinizadoras. L¡¯Eliana, con un presupuesto de 15 millones, negocia una rebaja de las cuotas de amortizaci¨®n y explotaci¨®n de una desnitrificadora instalada para mejorar la calidad de los recursos h¨ªdricos y que podr¨ªa suponer cuando funcione un gasto de 800.000 euros anuales. ¡°No nos negamos a pagar, pero necesitamos una cifra asumible y adaptada a las circunstancias¡±, dice el regidor.
La evoluci¨®n del sue?o h¨ªdrico de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ¡ªen Espa?a s¨®lo se han construido 17 de las 51 desalinizadoras previstas¡ª , las reticencias de los Ayuntamientos en crisis a asumir la factura de Acuamed, y la dependencia de un urbanismo en dique seco suscita una pregunta. ?Hac¨ªa falta tanta agua? ¡°Un empresario me dijo que una cosa son las necesidades reales y otra las del papel, que sirven para renegociar proyectos¡±, explica el profesor Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, del Departamento de Ciencias del Mar de la Universidad de Alicante. S¨¢nchez est¨¢ especializado en el estudio y control de los vertidos de salmuera al mar (agua con una gran proporci¨®n de sal) y ha seguido de cerca la evoluci¨®n de las plantas de Alicante o Murcia. Sostiene que las desalinizadoras generan un impacto que la tecnolog¨ªa puede evitar. Como el resto de t¨¦cnicos consultados por EL PA?S, estima que el agua se transmut¨® en un ariete pol¨ªtico, que las administraciones actuaron movidas por la euforia de la construcci¨®n, y que los partidos se embarcaron en planes que conceb¨ªan la pol¨ªtica h¨ªdrica como ejes de su estrategia para azuzar al adversario. De todo eso ya no queda nada. Salvo las facturas.
Con la guerra amainada, Mariano Rajoy en La Moncloa y el proyecto del trasvase del Ebro en el caj¨®n, el Consell se despoja del lenguaje de la crispaci¨®n y promete lealtad al Ejecutivo del PP, que no incluy¨® el trasvase en su programa electoral. ¡°Contamos con un nuevo Gobierno en Espa?a, que ya ha demostrado su predisposici¨®n para alcanzar un pacto nacional para la gesti¨®n del agua y el dise?o de un nuevo PHN¡±, indica la Consejer¨ªa de Agricultura. Arias Ca?ete admiti¨® a inicios de marzo que no habr¨¢ planificaci¨®n h¨ªdrica hasta dentro de dos a?os.
Problemas en la mayor f¨¢brica de agua
Transformada en un s¨ªmbolo de la pol¨ªtica h¨ªdrica del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, la desalinizadora de Torrevieja, ser¨¢ ¡°en breve¡± una de las mayores f¨¢bricas de agua de Europa, seg¨²n Acuamed, que no precisa cu¨¢ndo empezar¨¢ a funcionar. La capacidad de la f¨¢brica de agua, 80 hect¨®metros c¨²bicos al a?o, permitir¨¢ abastecer a m¨¢s de 400.000 personas de Murcia y Alicante.
Desde el primer ladrillo, la planta de Torrevieja, que figuraba entre las primeras infraestructuras para sustituir el derogado trasvase del Ebro, fue objeto del v¨ªa crucis de zancadillas administrativas del Con-sell. Durante la construcci¨®n, una empresa contratada por la Consejer¨ªa de Infraestructuras bloque¨® el acceso al recinto de los camiones de la obra. La pen¨²ltima traba, un permiso de toma de agua que se retuvo porque atravesaba un puerto competencia de la Generalitat, se desbloque¨® en noviembre, en v¨ªsperas de la victoria de Mariano Rajoy.
La instalaci¨®n se encuentra acabada, el grueso de la obra concluido, a falta de una actuaci¨®n menor, la toma y vertido de mar. La puesta en marcha de la mega factor¨ªa de agua depende ahora de una autorizaci¨®n ambiental, que Acuamed solicit¨® a la Generalitat en 2009. ¡°No sabemos la fecha exacta en la que entrar¨¢ en funcionamiento, pero ser¨¢ a lo largo de este a?o¡±, dicen desde el organismo que depende del Ministerio de Agricultura. La planta ha costado 300 millones, 55 de ellos en subvenciones de la UE.
El Consell sigue mirando con recelos a Torrevieja. Asegura que su puesta en funcionamiento disparar¨ªa un 35% la factura h¨ªdrica de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que nutre a una parte de los municipios del sur de Alicante. ¡°El elevado coste hace que el agricultor no pueda asumir su explotaci¨®n¡±, sostienen desde la Consejer¨ªa de Agricultura. El impacto ecol¨®gico del vertido de la salmuera es otro de punto de fricci¨®n, que critica la Generalitat. ¡°Es cierto que las desalinizadoras tienen un impacto ambiental, pero se puede evitar y existen f¨®rmulas para hacerlo de un modo eficiente. Adem¨¢s, en la zona de vertido de Torrevieja no hab¨ªa praderas de posidonia, que es donde se puede dar el problema¡±, explica el profesor Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Lizaso, del Departamento de Ciencias del Mar de la Universidad de Alicante. ¡°Lo del impacto medioambiental es otro rollo m¨¢s que se han inventado los del PP para retrasar la obra, ya que la depuradora de Pinedo es bastante m¨¢s agresiva que una desalinizadora¡±, a?ade un consultor ambiental que trabaja para Acuamed y pide el anonimato.
El PP entierra la guerra del agua
Abrazado al patriotismo hidrol¨®gico, el Consell se fij¨® como prioridad la reclamaci¨®n del trasvase del Ebro derogado en 2004. El Gobierno de Francisco Camps alent¨® ¡ªcuando no sufrag¨® directamente¡ª manifestaciones, paellas, fundaciones y campa?as de publicidad en Canal 9 para reclamar una infraestructura h¨ªdrica que encend¨ªa a los ecologistas. El Consell sell¨® una alianza de facto con su hom¨®logo murciano Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel para cargar contra la ministra Cristina Narbona, que encajaba insultos y sal¨ªa escoltada como un ¨¢rbitro tras sus encuentros con agricultores. El Rajoy jefe de la oposici¨®n defend¨ªa los trasvases en Murcia y Valencia y ejercitaba el malabarismo dial¨¦ctico en Arag¨®n y Castilla-La Mancha, en manos de los socialistas. En Catalu?a gobernaba un tripartito de izquierdas con presencia independentista. La ecuaci¨®n resultaba perfecta para el PP, que presum¨ªa de un discurso auton¨®mico monocorde.
Ocho a?os despu¨¦s, el escenario se ha transformado. El azul ti?e el mapa regional. Los conservadores, que borraron el trasvase de su programa electoral nacional, gobiernan en 12 de las 17 autonom¨ªas. El PP pilota Arag¨®n y Castilla-La Mancha, donde Dolores de Cospedal, que adem¨¢s es la n¨²mero dos del partido, plant¨® cara en diciembre a Valencia y Murcia al recurrir contra el ¨²ltimo trasvase del Tajo al Segura del Gobierno. La alianza entre PP y CiU entierra la reivindicaci¨®n del trasvase. Y para completar el c¨ªrculo, el nuevo presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro (CHE), que depende del Ministerio de Agricultura, es Xavier de Pedro, del Partido Aragonesista (PAR), socio de la popular Luisa Fernanda Rudi. ¡°El trasvase del Ebro no est¨¢ en estos momentos sobre la mesa¡±, advirti¨® recientemente De Pedro.
Ante el nuevo escenario, el Consell modula el tono. Critica las desalinizadoras pero pasa de puntillas sobre el trasvase. ¡°El programa Agua no fue m¨¢s que una marca acompa?ada de un listado de obras de las que no se analiz¨® su viabilidad¡±, dice en un correo la portavoz de la consejer¨ªa de Agricultura, que sustituye la reivindicaci¨®n del trasvase ¡ªt¨¦rmino que no aparece en la respuesta¡ª por la necesidad de considerar la ¡°conexi¨®n entre cuencas¡±. El departamento de Maritina Hern¨¢ndez culpa al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero de ¡°ocho a?os de crispaci¨®n¡± en materia h¨ªdrica. Los antiguos responsables socialistas, difieren. ¡°Todo respondi¨® a una operaci¨®n de marketing pol¨ªtico, que los trasvases fueron una falacia y que el PP consigui¨® enga?ar a los valencianos¡±, explica el expresidente del Seiasa, Francisco Rodr¨ªguez Mulero.
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