Delantales ca¨ªdos
"La obsesi¨®n por el trabajo monetarizado nos lleva a desconocer cu¨¢nto cuesta cambiar un pa?al, soportar un atasco camino del colegio, acompa?ar al m¨¦dico..."
Aguantando el repel¨²s imagino que Gallard¨®n me incluye en la categor¨ªa de mujer aut¨¦ntica mujer, en tanto que esposa y madre a la vez. Pero en huelga general ni compro ni cocino ni plancho. S¨®lo escribo, como mis colegas, que aqu¨ª mismo y en otros soportes cumplen con su deber de informar.
Tambi¨¦n paseo por un barrio notoriamente m¨¢s desierto, con un 10% de establecimientos cerrados y los dem¨¢s vac¨ªos. Y escruto entre mis vecinas si se han enterado, si han secundado la iniciativa feminista de colgar los mandiles, si han dejado de hacer sus labores igual que han dejado de acudir al otro trabajo (las que lo tienen). Y aunque pocas conoc¨ªan el llamamiento, todas est¨¢n de acuerdo en que urge una huelga de delantales ca¨ªdos.
Tambi¨¦n busco a sus maridos e hijos huelguistas, y les pregunto si hoy se han metido en los fogones, o lavado a la abuela, servicios m¨ªnimos dom¨¦sticos para facilitar que el ama de la casa profesionalizada en esa funci¨®n pueda sumarse a la protesta.
Porque como dijo Mari ?ngeles Dur¨¢n hace poco, en su merecido honoris causa por la Universitat de Val¨¨ncia, es una injusticia confundir trabajo con empleo, y en ella cae incluso la Constituci¨®n. Ese agujero negro en el PIB se debe a que no se pone el foco sobre las personas. Las tareas dom¨¦sticas y de cuidados son el gigante escondido, ¡°la terra ignota, un continente invisible que hasta ahora se ha explorado poco pero sin cuyo concurso no pueden entenderse las sociedades tradicionales ni tampoco las modernas¡±.
La obsesi¨®n por el trabajo monetarizado nos lleva a desconocer cu¨¢nto cuesta cambiar un pa?al, soportar un atasco camino del colegio, acompa?ar al m¨¦dico... La investigadora recuerda que en Espa?a hay 14 millones de hogares, con 1.000 millones de metros cuadrados a los que habr¨ªa que sumar escaleras, patios y otras zonas. Pues bien, ?qui¨¦n se ocupa de todo ello?
?Habr¨¢n podido hacer huelga las inactivas seg¨²n la EPA? ?Vendr¨¢n a la manifestaci¨®n con los delantales, s¨ªmbolo de una m¨²ltiple queja contra la contrarreforma, los recortes y la esclavitud hogare?a? ?O se quedar¨¢n en casa haciendo de auto-esquiroles, en una m¨¢s de sus extralargas jornadas, tendiendo la ropa, bajando a las criaturas al parque, preparando la cena para cuando regresen unos huelguistas muy solidarios en casi todo?
Esta sociedad envejecida lo hace muy mal, sostiene la imprescindible Dur¨¢n, y deber¨ªamos construir una ciencia y un mundo preparados para cuidarnos sin obligar a buena parte de la poblaci¨®n a que sacrifique sus aspiraciones laborales o profesionales, incompatibles por ahora con el peso del hogar. As¨ª de bien lo explica: ¡°Se considera activo al que cuida a los corderos, pero a la que atiende ni?os sin cobrar se la considera pasiva. Sin embargo, pocos podr¨¢n poner en duda que gestar y dar a luz un ni?o es trabajoso (y de alto riesgo, seg¨²n en qu¨¦ pa¨ªses), que cuidarle es una ocupaci¨®n absorbente y que los ni?os son a¨²n m¨¢s necesarios a una sociedad que los corderos¡±.
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