¡°Es lindo saber el valenci¨¤¡±
El soci¨®logo V¨ªctor Agull¨® relata la vida de los emigrantes valencianos a Uruguay en los a?os 50
?Uruguay se proclama campe¨®n del mundo de f¨²tbol en Maracan¨¢, en 1950, y el pa¨ªs alcanza el ¨ªndice m¨¢s alto del Producto Interior Bruto (PIB) per c¨¢pita de Am¨¦rica Latina. El mito de la Suiza americana cala en los emigrantes espa?oles tras la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. Decenas de valencianos emprenden la traves¨ªa de varias semanas en barco en busca de un futuro econ¨®mico y una estabilidad pol¨ªtica. ¡°Vinimos a Uruguay en 1959, en barco, 14 d¨ªas en un barco que se llamaba San Roque y era peque?o¡¡±, relata Teresa Roig, originaria de X¨¤tiva, y una de los 15 emigrantes entrevistados por el soci¨®logo V¨ªctor Agull¨® para el libro Los Valencianos en Uruguay que se presenta hoy.
Uruguay es el pa¨ªs de Am¨¦rica Latina con el mayor porcentaje de valencianos en relaci¨®n con el n¨²mero de habitantes del pa¨ªs, seguido por Argentina, Venezuela y Cuba, seg¨²n un estudio del dem¨®grafo Gregorio Gonz¨¢lez. Un total de 879 en un pa¨ªs de 3.372.000, es decir, 260 valencianos por cada mill¨®n. Valencia y Montevideo se sienten atra¨ªdas por la similitud clim¨¢tica, la cercan¨ªa del agua, una orograf¨ªa plana y una densidad de poblaci¨®n pareja.
Los 15 testimonios consultados contin¨²an hablando valenciano con castellanismos y deje del R¨ªo de la Plata, veneran a la Mare de D¨¦u y a las Fallas, y se juntan para ver la serie L¡¯Alqueria Blanca y los partidos del Villarreal, el Valencia o el Levante. Sesenta a?os antes, llegaron a puerto de Montevideo ¡°con una mano delante y otra detr¨¢s¡±, seg¨²n cuenta Agull¨®. ¡°Lo vend¨ªan todo: la casa, las tierras, los animales para pagarse el pasaje del barco¡±.
La traves¨ªa era una aventura peligrosa. Amparo Puertes cuenta c¨®mo el barco se qued¨® varado en un banco de arena en medio del oc¨¦ano. ¡°Hab¨ªa unas olas grand¨ªsimas y nos mojamos todos, porque quer¨ªamos ver si hab¨ªa gente, pero el capit¨¢n nos mandaba hacia abajo¡±. Hasta que lleg¨® otra nave y, tirando del ancla, los sac¨® del banco de arena. No fue el ¨²nico cap¨ªtulo desagradable para esta mujer, entonces una ni?a. As¨ª relata un entierro en el mar: ¡°Un d¨ªa un se?or se puso malito y se muri¨®. Lo pusieron en una gran mesa, lo enrollaron con s¨¢banas blancas y lo subieron arriba con una gr¨²a y despu¨¦s as¨ª, as¨ª, as¨ª, lo tiraron. Mi madre me dec¨ªa: ¡®No mires, no son cosas de una ni?a¡±. ¡°Cuanto m¨¢s al fondo del barco estabas¡±, a?ade Victoria Barcel¨®, ¡°menos categor¨ªa social ten¨ªas. ?ramos los desarraigados, los pobres¡±.
Desde 1870 hasta 1970, el barco es el principal medio de transporte para arribar a las costas uruguayas procedente de Europa. El emigrante valenciano Francisco Planelles escribi¨® un libro, El Regreso, contando su experiencia: ¡°Al cruzar el Ecuador se produc¨ªa el cruce entre los dos buques que mensualmente hac¨ªan la traves¨ªa. El Cabo de Buena Esperanza y el Cabo de Hornos. Ese momento era muy emotivo para aquellos que dirig¨ªan sus pasos hacia Am¨¦rica del Sur por primera vez y para aquellos que regresaban a casa¡±.
En Uruguay hay 260 valencianos por cada mill¨®n de habitantes
Los ¨²ltimos barcos con emigrantes valencianos arribaron a principios de los sesenta. Coincide con un regreso masivo de quienes acuden a la llamada de mano de obra especializada por parte de Europa.
En la primera oleada de emigrantes valencianos, en los a?os veinte, casi todos eran jornaleros del campo. En los cincuenta, sin embargo, predominan las actividades industriales, comerciales y liberales. La agricultura ha desaparecido. Abundan los empleados de la industria de la madera: la ebanister¨ªa, la tapicer¨ªa y la artesan¨ªa. Tambi¨¦n la reposter¨ªa: la confiter¨ªa Santa Ana, cuyos due?os son originarios de Xixona, es muy conocida en Montevideo. Desde principios de los sesenta, la emigraci¨®n fue pr¨¢cticamente nula.
Sobre la actividad cultural valenciana en Uruguay deja constancia Terra Valenciana, un bolet¨ªn de calidad editado por el Centre Regional Valenci¨¤ de Montevideo y perteneciente al sector progresista de la emigraci¨®n.
Manuel Sanchis Guarner escribe art¨ªculos ling¨¹¨ªsticos; Joan Fuster colabora en reportajes sobre el Tirant lo Blanc y dos biograf¨ªas sobre Ausi¨¤s March y Joan Rois de Corella. Tambi¨¦n hay un amplio tratamiento al pensamiento del humanista Llu¨ªs Vives y su defensa de los pobres; la m¨²sica de Chap¨ª y Espl¨¢, La Dama de Elche, Joaqu¨ªn Sorolla¡ Las Fallas est¨¢n presentes en todos los n¨²meros. La plant¨¤ de una falla en Montevideo obr¨® como un b¨¢lsamo en todos los valencianos. Un 10% est¨¢ en valenciano. Hay documentados al menos ocho n¨²meros editados entre 1954 y 1957. Impreso en blanco y negro, una vi?eta en la parte superior de la portada identifica la publicaci¨®n. A la izquierda, el escudo de Valencia con el murci¨¦lago, a continuaci¨®n dos barracas y una palmera, el nombre de la cabecera y el dibujo de la torre de El Micalet.
V¨ªctor Agull¨® consigue recuperar tres n¨²meros completos editados entre junio de 1955 y diciembre de 1956, as¨ª como varias p¨¢ginas del 27 de diciembre de 1957 con una extensa referencia a la riada de Valencia ese a?o. Entre los exiliados pol¨ªticos destacan Francisco Ferr¨¢ndiz, Jos¨¦ Estruch, Juan Borr¨¢s, Benito Mil¨¢ y Gregorio Mu?oz.
15 inmigrantes que llegaron hace 60 a?os a Montevideo relatan su vida
El habla de los valencianos en Uruguay conserva el l¨¦xico y los rasgos ling¨¹¨ªsticos de antes de la partida, empobrecido por la convergencia con el castellano a lo largo del tiempo. ¡°Vaig vindre amb 15 anys. El meu vocabulari s¡¯acab¨¤ perqu¨¨ amb el pas del anys no tenia llibres ni amb qui parlar¡±, explica Teresa Roig. Entre los miembros de la segunda generaci¨®n, el valenciano casi desaparece en parte porque, en las escuelas, sus padres hab¨ªan recibido las burlas de los compa?eros por hablarlo. La tercera generaci¨®n se acerca con timidez a la lengua de los abuelos. ¡°Es lindo saber valenci¨¤¡±.
Los inmigrantes valencianos en Uruguay han conservado una profunda fe en la Mare de D¨¦u, sobre todo entre las mujeres. Otras celebraciones religiosas conservadas son el d¨ªa de San Josep (19 de marzo) y la Virgen del Carmen (15 de agosto).
Las actividades del Centre giran en torno a la paella, la mona de Pascua, l¡¯arr¨°s cald¨®s, les xocolataes o los juegos de mesa. Desde 1993, la Asociaci¨®n de la Comunidad Valenciana en Uruguay, a trav¨¦s de su bolet¨ªn El Micalet, da cuenta de su actividad socializadora.
Con una escasa densidad de poblaci¨®n, 19 habitantes por kil¨®metro cuadrado frente a los m¨¢s de 92 de Espa?a, Uruguay es el segundo pa¨ªs m¨¢s peque?o de Am¨¦rica Latina, encajonado entre Argentina y Brasil. Con una tasa de desempleo (6,20%), es un pa¨ªs eminentemente agrario que ama el deporte. El f¨²tbol, c¨®mo no, tambi¨¦n ha tendido puentes.
Luis Fenollosa, que era del Cabanyal y del Levante y Enrique Cano, exportero del Valencia, formaron en 1957 junto a Asensio, otro exfutbolista, un equipo que sali¨® campe¨®n de un torneo entre las comunidades espa?olas. Cano naci¨® en el barrio de Monteolivete en 1907. Debut¨® en Mestalla a los 17 a?os y estuvo 11 temporadas. Simultane¨® el f¨²tbol con su oficio de tapicero, tambi¨¦n desde su marcha a Montevideo en 1952. Fue un excelente cocinero, nombrado paellero major por sus compa?eros del Centre. Falleci¨® en 1958.
El futbolista Cano, de Monteolivete, fue nombrado ¡®paellero major¡¯ por el Centre
En el otro sentido, el uruguayo H¨¦ctor N¨²?ez jug¨® 181 partidos en el Valencia a principios de los sesenta, mont¨® un restaurante con el capit¨¢n valencianista Roberto Gil y estuvo siempre muy vinculado a la ciudad. El delantero Fernando Morena marc¨® 24 goles en 40 partidos en 1981; otro atacante, Wilmar Cabrera, jug¨® en el Valencia entre 1983 y 1986; y Miguel ?ngel Bossio, un mediocentro de brega, particip¨® del retorno del Valencia a la Primera Disivi¨®n y ahora trabaja en la secretar¨ªa t¨¦cnica del club de Mestalla¡ Como caso ex¨®tico, Joaqu¨ªn Marzano Felisatti, es un pelotari uruguayo afincado en X¨¤bia.
El primer exiliado valenciano de renombre instalado en Montevideo fue el escritor Rafael Minvielle, nacido en X¨¤tiva en 1800, exiliado por sus ideas progresistas. En la Guerra Civil participaron 65 brigadistas procedentes de Uruguay. Esa guerra trunc¨® la actividad de la casa de Valencia en Uruguay.
Unos a?os antes hubo muchas repatriaciones como consecuencia de la crisis econ¨®mica que vivi¨® Am¨¦rica tras el crack de 1929. Las l¨ªneas mar¨ªtimas regulares se restablecieron en los cuarenta. En los cincuenta, Uruguay se convirti¨® en El Dorado para muchos valencianos que buscaron una nueva vida y que ahora, sesenta a?os despu¨¦s, recuerdan con este libro sus se?as de identidad.
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