Las tres caras del amor en Dickens
La escritora Amelia P¨¦rez presenta en Leo un libro inspirado en las cartas del autor y su amada
Mientras el actor y director brit¨¢nico Ralph Fiennes ultima su pel¨ªcula sobre la relaci¨®n amorosa entre un maduro Charles Dickens y la jovenc¨ªsima Nelly Ternan, la ¡°mujer invisible¡±, la escritora y traductora espa?ola Amelia P¨¦rez de Villar presenta la tarde de este jueves en Valencia, en la librer¨ªa Leo (Rinconada de Federico Garc¨ªa Sanchiz), Dickens enamorado, un texto sustentado en la correspondencia entre el genial e hiperactivo escritor y Mar¨ªa Beadnell, de la cual se enamor¨® a los 18 a?os, dir¨ªase que perdidamente. De original estructura, el libro gira alrededor de las cartas intercambiadas entre Beadnell y Dickens en distintos momentos de sus vidas, pero utiliza tambi¨¦n los apuntes biogr¨¢ficos y los recursos propios del ensayo hist¨®rico para acercarse a la personalidad amorosa del autor de Oliver Twist, a trav¨¦s de tres relaciones: las dos citadas y la que se tradujo en el matrimonio con Catherine Hogarth, del que nacieron nada menos que 10 hijos. ¡°Me interesaba ofrecer una panor¨¢mica de la vida de Dickens desde la perspectiva de sus relaciones amorosas¡±, explica la autora.
¡°La mayor sorpresa fue descubrir hace unos a?os la historia de amor con Nelly Ternan, que me revel¨® matices nuevos en el mito de Dickens¡±, reconoce Amelia P¨¦rez. ¡°Al poco, entr¨¦ de lleno en las cartas de juventud con Mar¨ªa Beadnell y para m¨ª fue como tener el Alfa y Omega; por eso quise escribir una historia que cerrara el c¨ªrculo¡±. Un c¨ªrculo amoroso donde los rasgos esenciales de su personalidad se mantienen firmes: ¡°Es un hombre apasionado, vehemente, al que no gustan las medias tintas y que a va al fondo de las cosas¡±, puntualiza la escritora madrile?a.
Que el enamoramiento juvenil no fuera finalmente correspondido pudo ser clave en la peripecia vital y literaria del gran escritor ingl¨¦s. ¡°En una de las cartas lo confiesa¡±, apunta Amelia P¨¦rez. ¡°?l cree que el hecho de que Mar¨ªa le rechazara fue el acicate para lanzarse a la conquista del mundo, para convertirse en quien fue realmente¡±. Eso encaja con otro rasgo de su personalidad: ¡°Cre¨ªa mucho en las coincidencias, sin creer en el destino consideraba que nuestros actos se configuran de modo que todo va hacia un lugar que es hacia el que tenemos que ir¡±. En la madurez, cuando se produce el segundo cruce de cartas entre Beadnell y Dickens, ambos bien casados ya con sus respectivos c¨®nyuges, ella le inspira la Flora Finching de La peque?a Dorrit, es decir, ¡°algo entrada en carnes, glotona, dada a beber un poco de m¨¢s y aquejada de incontinencia verbal¡±, en la descripci¨®n que hace Amelia P¨¦rez en Dickens enamorado.
En medio, un largo matrimonio con muchos hijos caracter¨ªstico de la era victoriana, finalmente quebrado. Los ¨²ltimos trece a?os de su vida los comparti¨® con Nelly Ternan, la mujer invisible para todos. Excepto para Charles Dickens, nacido hace 200 a?os en Portsmouth.
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