La cuesta empinada de ¡®Sa¨®¡¯

La crisis econ¨®mica no hace prisioneros. Y menos todav¨ªa en el campo de la cultura. La revista Sa¨®, fundada en 1976 por miembros de los sectores progresistas y valencianistas de la Iglesia y decana de las publicaciones en valenciano, podr¨ªa echar el cierre tras el verano, seg¨²n confirm¨® a EL PA?S Vicent Bosc¨¤, su actual director. La hist¨®rica cabecera conserva el marchamo de calidad en sus firmas y contenidos ¡ª"estamos m¨¢s que satisfechos con el trabajo", se?ala Bosc¨¤¡ª, pero la huida de anunciantes importantes, el recorte de otros y la nula colaboraci¨®n de la Administraci¨®n valenciana, han colocado a la publicaci¨®n ¡°en una situaci¨®n complicada¡±.

Sa¨® se financia actualmente de suscripciones. Pero no es suficiente. Y sus gestores no tienen claro que sea posible ampliar recursos por esta v¨ªa. ¡°Intentamos conseguir m¨¢s suscriptores, pero se ve que para algunos olemos a cirio y, para otros, somos demasiado nacionalistas¡±, ironiza Bosc¨¤. Tambi¨¦n cuentan con alguna donaci¨®n espor¨¢dica, "pero con eso no puedes contar". Mientras, los intentos de reunirse con los recientes inquilinos de la consejer¨ªa de Cultura, Jos¨¦ C¨ªscar primero y Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¤, no han obtenido respuesta. La situaci¨®n, en algunos casos, adopta tintes surrealistas: la hemeroteca de la ciudad de Valencia comunic¨® a la revista que no pod¨ªa hacer frente a su subscripci¨®n anual de 40 euros y solicit¨® que le fuera enviada gratuitamente, para no amputar la colecci¨®n. "As¨ª lo hicimos. Al menos podemos decir que estamos subvencionando a Rita Barber¨¤", relata Bosc¨¤ con sorna. Las relaciones con el PP, de cualquier forma, casi nunca han sido c¨®modas. Una muestra: al tomar las riendas de la Generalitat Francisco Camps y el sector cristiano, se revoc¨® un convenio para hacer llegar Sa¨® a bibliotecas y centros educativos. Y no parece que vaya a mejorar la generosidad del partido en el gobierno.

La revista ha reducido sus gastos ¡°radicalmente¡±

Ante este panorama, la revista ha reducido sus gastos ¡°radicalmente¡±. No hay mucho margen: la labor del consejo de redacci¨®n es desinteresada, as¨ª como la de los colaboradores, y tan s¨®lo se mantiene a una persona a media jornada en tareas de administraci¨®n y coordinaci¨®n. ¡°Queremos continuar y tenemos recursos y n¨²meros planificados hasta septiembre¡±. M¨¢s adelante, una borrascosa inc¨®gnita. Porque la posibilidad de mudarse a Internet, de forma exclusiva, tampoco es una opci¨®n v¨¢lida para la revista. ¡°Hace poco abrimos p¨¢gina web y en ella se pueden consultar los n¨²meros, pero sin el papel no ser¨ªa lo mismo. No somos una revista de actualidad, sino de an¨¢lisis y reflexi¨®n. Y nuestro lector medio tiene una cierta edad¡±.

De cumplirse las negras perspectivas, no s¨®lo se habr¨¢ liquidado la cabecera en valenciano m¨¢s longeva. Tambi¨¦n desparecer¨ªa un medio de comunicaci¨®n muy particular, por el que han pasado firmas de la entidad de Joan Fuster, Joan Francesc Mira, Manuel Sanchis Guarner, Enric Valor, Ernest Lluch o Germ¨¤ Colom, entre muchos otros. Sa¨®, adem¨¢s, acumula numerosos galardones por su labor de difusi¨®n cultural en nuestra lengua, entre ellos el Vicent Ventura de la Universitat de Val¨¨ncia o el de la Associaci¨® d'Escriptors en Llengua Catalana. Como legado tambi¨¦n dejar¨ªa su tradicional fiesta, en la que fueron homenajeados personajes como los propios Fuster y Ventura, Vicente Enrique y Taranc¨®n, Ram¨®n Lapiedra o Teodor ?beda. En todos los casos, el evento se anunciaba con carteles dise?ados para la ocasi¨®n por destacados artistas pl¨¢sticos valencianos. Dichos cuadros son ahora patrimonio de la revista y, quiz¨¢, sus ¨²ltimos cartuchos econ¨®micos.