Cae una red de detectives que compr¨® datos a funcionarios

La polic¨ªa desarticul¨® el lunes una red dedicada a la compraventa de datos confidenciales a gran escala en toda Espa?a. La investigaci¨®n se inici¨® hace m¨¢s de un a?o y culmin¨® con la detenci¨®n de 73 personas en 20 provincias. Un juzgado de Barcelona les imputa, seg¨²n los casos, los delitos de intrusismo profesional, cohecho, revelaci¨®n de secretos y blanqueo de capitales. La mayor¨ªa de los arrestados son detectives e investigadores privados, que sobornaban a funcionarios para obtener datos confidenciales y venderlos a terceros.

En un auto al que ha tenido acceso este diario, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 de Barcelona ordena 43 entradas y registros. De forma simult¨¢nea, agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa irrumpieron en empresas, domicilios y Administraciones p¨²blicas en busca de documentaci¨®n que corrobore la investigaci¨®n, que est¨¢ bajo secreto de sumario.

Los detectives compraban, supuestamente, informaci¨®n de gran inter¨¦s a funcionarios y empleados que, por raz¨®n de su cargo, ten¨ªan acceso a ella. A cambio de facilitarles datos con los que cumplir su trabajo, los empleados p¨²blicos recib¨ªan una compensaci¨®n econ¨®mica, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n. Esa informaci¨®n se utilizaba, en ocasiones, para ¡°llevar a cabo chantajes y coacciones¡±, seg¨²n detall¨® ayer el ministro de Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz.

La resoluci¨®n judicial revela que los detectives compraban a los trabajadores datos de todo tipo: econ¨®micos, laborales, personales e incluso telef¨®nicos. La polic¨ªa registr¨® la oficina del catastro de Barcelona, una oficina del Inem en Badalona, la sede de la Hacienda vasca en Bilbao e incluso el despacho de un funcionario de la unidad de an¨¢lisis de riesgo del aeropuerto de El Prat. En total, el juez ordena registrar los ¡°puestos y medios de trabajo¡± de siete funcionarios. Entre los arrestados hay, supuestamente, dos agentes de la Guardia Civil, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, adem¨¢s de agentes de la polic¨ªa local, abogados y profesionales de gestor¨ªas.

Otra fuente de informaci¨®n para los investigadores privados son las empresas de telefon¨ªa. Los detectives establecieron contacto con empleados de diversas operadoras para obtener registros de n¨²meros y de llamadas. Uno de los registros se produjo en la sede de Orange en Madrid; otro, en la sede bilba¨ªna de Vodafone. El resto de los registros de la Operaci¨®n Pitiusa se realizaron en pisos y empresas de detectives de Catalu?a, Madrid, el Pa¨ªs Vasco, Galicia, Cantabria y Valencia.

La organizaci¨®n ¡°ten¨ªa vocaci¨®n de expandirse en todo el territorio nacional¡± y una estructura ¡°muy bien montada en forma de tela de ara?a¡±, explic¨® el ministro en una rueda de prensa junto al director general de la polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®. El objetivo de los detectives que integraban esa ¡°red de corrupci¨®n¡±, remach¨® Fern¨¢ndez D¨ªaz, era elaborar ¡°investigaciones personales y empresariales il¨ªcitas y tr¨¢fico comercial¡±.

La investigaci¨®n sobre esta red de ¡°estructura horizontal¡±, que permanece abierta, ha sido coordinada por la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal de la polic¨ªa y por el grupo de detectives de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Catalu?a.