Un ¡®capit¨¢n¡¯ a las ¨®rdenes del rey
Luces y sombras del pr¨®ximo secretario general del PPCV
¡°Ni quito ni pongo rey, pero sirvo a mi se?or¡±. La frase atribuida al caballero franc¨¦s Bertrand Du Guesclin bien podr¨ªa atribu¨ªrsele al consejero de Gobernaci¨®n, Seraf¨ªn Castellano. Un capit¨¢n del PP que sirvi¨® con eficacia a Eduardo Zaplana antes de pasarse al bando de Francisco Camps y que ahora, con el ¨²ltimo expresidente de la Generalitat ya borrado de la memoria, servir¨¢ con la misma profesionalidad a Alberto Fabra como secretario general del PP a partir del lunes.
Castellano (Benisan¨®, 1965) es licenciado en Derecho y desde su afiliaci¨®n a las Nuevas Generaciones del PP en su juventud ascendi¨® pronto en el escalaf¨®n de la mano de Eduardo Zaplana. Diputado auton¨®mico desde 1991, el actual consejero de Gobernaci¨®n de la Generalitat ha tocado pr¨¢cticamente todos los palos.
El pr¨®ximo secretario general del PPCV ha sido presidente de la Federaci¨®n Valenciana de Municipios y Provincias, consejero de Sanidad, de Justicia y Administraciones P¨²blicas, portavoz del Grupo Popular en las Cortes Valencianas, vicesecretario general del PP regional y presidente provincial del PP en Valencia. Casi cinco lustros en los que ha ocupado casi todos los cargos posibles de segunda l¨ªnea.
Pocos le niegan su capacidad de trabajo y su conocimiento del partido. En su haber est¨¢ su capacidad para sacar acuerdos adelante en situaciones dif¨ªciles. ?l fue uno de los mu?idores de la reforma del Estatut d¡¯Autonomia de 2006, ¨¦l ha sido uno de los encargados de acabar con los ¨²ltimos rescoldos del regionalismo de Uni¨®n Valenciana y ¨¦l ha sido uno de los encargados de desactivar conflictos como la rebeli¨®n de las bandas de m¨²sica, que a la anterior consejera de Cultura, Trini Mir¨®, se le hab¨ªa podrido en las manos.
En su haber tiene la capacidad de negociaci¨®n, en su debe, las irregularidadaes del caso Taroncher
El consejero de Gobernaci¨®n ha sabido, adem¨¢s, hacer pol¨ªtica, aunque fuese en min¨²scula, cuando sus compa?eros de gabinete no ten¨ªan ni dinero, ni pol¨ªtica.
Las sombras de Castellano tampoco pasan desapercibidas, sobre todo porque son sus propios compa?eros de partido quienes se encargan de se?alarlas.
Por un lado, a Castellano le hacen corresponsable del boicot que 20 diputados del PP le hicieron a Francisco Camps, al ausentarse de un pleno de las Cortes convocado a prop¨®sito por el entonces jefe del Consell en julio de 2004. Situaci¨®n que provoc¨® una crisis institucional que no le impedir¨ªa meses despu¨¦s abandonar a Zaplana e integrarse en el equipo de Camps.
El otro borr¨®n es el que afecta a su gesti¨®n. Castellano adjudic¨® con regularidad y durante a?os obras a la empresa Taroncher y Asociados, con la que manten¨ªa una estrecha vinculaci¨®n personal. Solo entre 2006 y 2007, Castellano, consejero de Camps, adjudic¨® a la empresa de su amigo Jos¨¦ Miguel P¨¦rez Taroncher contratos menores de obras por importe de 200.000 euros. Sus respectivas esposas son copropietarias de una finca r¨²stica en Valencia.
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