Ac¨¢bese con la farsa del Consell Valenci¨¤
La hegemon¨ªa conservadora desde hace casi cuatro lustros, ha mutado y se ha convertido en un mero distribuidor de dietas
No s¨¦ si amplios, pero s¨ª notables sectores de la cultura valenciana, han puesto el grito en cielo por los recientes relevos en el Consell Valenci¨¤ de Cultura (CVC), aprobados por las Cortes esta misma semana. No es la primera vez que se han sentido escandalizados por unos u otros nombramientos para esta instituci¨®n ¡ªque as¨ª se autodefine¡ª, pero en esta ocasi¨®n creen que se ha colmado el vaso de la temeridad al elegir como miembro a la actual directora del IVAM, Consuelo Ciscar, de la que dicen no responder ni lejanamente al perfil de persona ¡°de relevante prestigio o reconocidos m¨¦ritos intelectuales¡±, tal como establece la ley constitutiva de dicho ente. Un requisito que, a nuestro entender, de haberse aplicado con un m¨ªnimo rigor, no hubiera permitido apenas la elecci¨®n de consejeros id¨®neos propuestos por el PP, habida cuenta de la indigencia cultural que califica a la derecha dom¨¦stica.
No obstante, sin cuestionar esta protesta, lo que se nos antoja m¨¢s escandaloso en todo este episodio ha sido el rechazo o no elecci¨®n de quien hoy por hoy es el m¨¢s s¨®lido y prol¨ªfico de los escritores valencianos, con una obra que no admite parang¨®n. Nos referimos obviamente a Joan Francesc Mira, que por segunda vez ha visto desestimada su candidatura, propuesta por el grupo Comprom¨ªs. Se aducen razones de aritm¨¦tica electoral y de incumplimiento de pactos. Zarandajas, aunque todo es posible, dada la presente morfolog¨ªa del Consell, tan determinada por intereses partidistas y de mera intendencia. Pero tal agravio al talento hiere tan s¨®lo a quien lo comete, que en este caso y a¨²n en distintas dosis de responsabilidad, ha sido el ilustre ¡ªa la par que rid¨ªculo¡ª colectivo parlamentario y, como consecuencia l¨®gica, el mismo CVC, que ya boquea.
En esta ocasi¨®n se ha colmado el vaso de la temeridad al elegir como miembro a la actual directora del IVAM, Consuelo Ciscar
Porque ha tiempo que boquea y, a excepci¨®n de sus beneficiarios, nadie llorar¨ªa que se le apuntillase. Un recorte m¨¢s, pero ins¨®litamente justo e indoloro. El CVC perdi¨® ya su raz¨®n de ser, una vez encalmado o superado el conflicto ling¨¹¨ªstico que justific¨® su creaci¨®n a mediados de los a?os ochenta. En aquellos momentos aurorales de la democracia valenciana fue una instancia oportuna y porosa ¡ªo tal imagen proyectaba¡ª a lo m¨¢s l¨²cido de la sociedad. La pol¨ªtica no se hab¨ªa convertido todav¨ªa en profesi¨®n vitalicia y en la vida p¨²blica se prolongaba el ¨ªmpetu innovador y desinteresado de la transici¨®n. Fue el momento cenital de aquella Consejer¨ªa de Cultura pilotada por Cipri¨¤ Ciscar ¡ªparadojas de la vida¡ª, un alarde irrepetido y acaso irrepetible de austera creatividad.
Pero el CVC que nos ocupa, secuestrado por la hegemon¨ªa conservadora desde hace casi cuatro lustros, ha mutado y se ha convertido en un mero distribuidor de dietas en pago de trabajos que lindan en lo confidencial y lo pintoresco. O sea, prescindibles. Los dignos consejeros ponen la mano, pero est¨¢ por ver si tambi¨¦n algo m¨¢s a cambio de este sobresueldo. ?Se sabe algo de la funci¨®n consultora y asesora que le ley les encomienda? ?Qui¨¦n conoce alg¨²n pronunciamiento cr¨ªtico de este foro de sabios acerca de la pol¨ªtica cultural e informativa de los sucesivos gobiernos peperos? ?Que la culpa es de la mayor¨ªa conservadora que impera en el Consell? Pues claro, pero la izquierda puede optar por la decencia o sumarse a esa farsa, este tinglado que abre la puerta a la mediocridad y se cisca en la inteligencia. Que la derecha y sus ceporros se cuezan en su propia salsa cultural, sin coartadas ni complicidades.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.