Un campo de golf entre aviones

Si las previsiones no se tuercen, El Prat volver¨¢ a tener campo de golf en 2014. AENA ultima el concurso para adjudicar en r¨¦gimen de concesi¨®n parte del recinto que hab¨ªa albergado hist¨®ricamente el Club de Golf de El Prat. El ente estatal considera el proyecto un gancho m¨¢s para que los pasajeros escojan Barcelona como aeropuerto de conexiones, pero, sobre todo, para rentabilizar y hacer atractivas sus propiedades ante la pr¨®xima privatizaci¨®n de AENA.

El objetivo es explotar un campo ejecutivo de nueve hoyos, pensado para que los jugadores habituales lo acaben en tres o cuatro golpes. ¡°Un campo que se pueda recorrer en hora y media¡±, explica la directora de explotaci¨®n del aeropuerto, Isabel Pardo, de forma que un pasajero que recale en Barcelona unas horas lo pueda recorrer entre vuelo y vuelo. El campo se ubicar¨¢ en las 18 hect¨¢reas que el aeropuerto tiene encajadas entre el mar, la valla perimetral que sigue paralela a la pista de aterrizaje m¨¢s cercana a la costa y dos zonas protegidas.

El nuevo recorrido se parecer¨¢ poco al que ocup¨® el Club de Golf de El Prat hasta 2002, cuando la ampliaci¨®n del aeropuerto le oblig¨® a mudarse a Terrassa (Vall¨¨s Occidental). Entonces, el campo contaba con cuatro posibles recorridos y 30 hoyos. Sobre aquellos terrenos se levanta hoy la Terminal 1. El proyecto se manten¨ªa en barbecho desde que se aprobaron las obras. AENA y El Prat pactaron entonces zonas verdes protegidas y de ocio en las que se hab¨ªa dejado la puerta abierta a recuperar el campo.

El momento para el golf ha llegado, toda vez que la T-1 est¨¢ consolidada y que son necesarios recursos adicionales. El a?o pasado, El Prat cerr¨® con p¨¦rdidas de 21,9 millones de euros, tras ingresar 440 millones. Las cargas financieras derivadas de sus 1.699 millones de deuda produjeron el resultado negativo.

La concesionaria que se haga cargo del golf deber¨¢ asumir la rehabilitaci¨®n de la antigua casa de campo, un edificio catalogado dise?ado por Jos¨¦ Antonio Coderch y Robert Terrades. El edificio tendr¨¢ un papel clave en un planteamiento m¨¢s abierto e incluir¨¢ servicios m¨¢s all¨¢ del golf. Aunque se quiere dar trato preferente a los pasajeros con algunas horas muertas en Barcelona, se prev¨¦ tambi¨¦n atraer a los habitantes de El Prat y los municipios vecinos y a los trabajadores del aeropuerto.

El calendario de AENA pasa por cerrar tras el verano el pliego de condiciones, adjudicar el concurso en 2013 y estrenar el campo durante 2014. Isabel Pardo, directora de explotaci¨®n de El Prat, admite que la inversi¨®n es importante, pero se compensar¨¢ con una concesi¨®n a largo plazo, de 20 o 25 a?os. ¡°Hay compa?¨ªas interesadas¡±, afirma. AENA considera que buena parte de la instalaci¨®n puede seguir igual gracias al mantenimiento que se ha ido dando al terreno, aunque habr¨¢ que modificar la configuraci¨®n de los hoyos.

Tras la puesta en marcha de la T-1 hace tres a?os, y con la vista puesta en la privatizaci¨®n, la direcci¨®n pretende darle nuevos usos a la infraestructura, recoger frutos en forma de tasas y desarrollar m¨¢s negocios aprovechando los activos. El Prat se convertir¨¢ en el primer aeropuerto espa?ol con campo de golf propio.

En esa l¨ªnea est¨¢ prevista la concesi¨®n, tras el verano, de una zona recreativa con ocho chiringuitos en otro solar libre de 20.000 metros cuadrados con salida al mar. Los trabajos de urbanizaci¨®n ya se han hecho en esa zona, al final de la pista de aterrizaje, donde ya se vislumbra un aparcamiento para 300 veh¨ªculos. Seg¨²n los c¨¢lculos de AENA, se podr¨ªan construir restaurantes con una superficie de hasta 4.000 metros cuadrados, donde se podr¨ªa incluir tambi¨¦n alguna piscina y ¨¢reas de jira. El gestor aeroportuario cree que la zona podr¨ªa estar operativa el verano de 2013.