Un grupo de personalidades alerta de que Eurovegas atraer¨¢ ¡°actividades delictivas¡±
Mena, Folch y Vall¨¨s suscriben un manifiesto que rechaza de plano el proyecto
El grupo Las Vegas Sands decidir¨¢ en menos de un mes d¨®nde ubica su complejo del juego en Europa, el denominado Eurovegas, al que opta Catalu?a con el benepl¨¢cito e impulso del Gobierno catal¨¢n. Una decena de personalidades ha elaborado un manifiesto en el que muestran su oposici¨®n frontal al proyecto. ¡°El saldo entre posibles beneficios y costes sociales de esta operaci¨®n ser¨ªa negativo¡±, sentencian en un texto cuyo t¨ªtulo dice mucho ¡ªEl sarcasmo de Eurovegas¡ª y en el que alertan de que el proyecto atraer¨¢ ¡°actividades delictivas: tr¨¢fico de personas y de drogas, redes de protecci¨®n mafiosa, delincuencia financiera, pr¨¦stamos usurarios¡±.
Los firmantes del documento, entre los que se encuentran el ex fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, el editor Xavier Folch, el exconsejero Josep Maria Vall¨¨s y el exl¨ªder sindical Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, esgrimen factores de ¡°seguridad p¨²blica¡± para vetar la inversi¨®n y recuerdan ¡°el discurso de algunos pol¨ªticos poco escrupulosos para excitar temores y recortar ¡ªsi se tercia¡ª el ejercicio de derechos y libertades¡±, en referencia a las actuaciones del Departamento de Interior y de los Mossos d¡¯Esquadra a lo largo de las ¨²ltimas protestas en Barcelona.
¡°Una instalaci¨®n de este tipo no ha de convertirse forzosamente en la edici¨®n hollywoodesca de Sodoma y Gomorra¡±, se?ala el manifiesto, que, sin embargo, advierte de que ¡°tampoco puede confundirse con una Disneylandia inocua¡±. En su opini¨®n, ser¨ªa peor porque en este caso se mezcla la colaboraci¨®n p¨²blico-privada, ya que el proyecto ¡°no prosperar¨¢ si el sector p¨²blico no contribuye decisivamente a su desarrollo¡± con exenciones fiscales, urban¨ªsticas, laborales y medioambientales, entre otras.
El texto se?ala que un modelo como el que representa Eurovegas ¡°expresar¨ªa la inclinaci¨®n a un modelo de sociedad de dudosa ejemplaridad¡± desde el punto de vista de lo simb¨®lico y, desde la ¨®ptica institucional, ¡°situar¨ªa nuestro sistema pol¨ªtico demasiado cerca de poderes privados que la misma prensa de Estados Unidos asocia a pr¨¢cticas poco escrupulosas cuando se trata de seducir voluntades pol¨ªticas¡±.
El alegato se une a los que hasta el momento han mostrado su rechazo a albergar un macrocomplejo vinculado al sector del juego. Asegura que existen motivos tanto medioambientales como urban¨ªsticos y econ¨®micos. En este ¨²ltimo punto, censuran que el modelo que brinda un complejo en el que se mezclan negocios inmobiliarios, tur¨ªsticos y del juego es equivalente a darle la espalda al discurso imperante en los ¨²ltimos a?os, que abogaba por un cambio de modelo productivo basado en la econom¨ªa del conocimiento.
?Eurovegas ¡°no repite y agudiza los defectos del viejo modelo aunque sea bajo la capa de un muy discutible glamour?¡±, cuestionan los firmantes. A lo que ellos mismos responden: ¡°Estamos ante una potente met¨¢fora de la econom¨ªa del casino especulativa e irresponsable que nos ha llevado a la crisis¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.