Una novela al abrigo de Tuenti

El escritor Francisco de Paula, que firma como Blue Jeans, empez¨® escribiendo a trav¨¦s de las redes sociales. Su primera incursi¨®n en el mundo literario, del que se considera todav¨ªa un intruso, fue a trav¨¦s de Tuenti. "Colgu¨¦ un cap¨ªtulo y me present¨¦ para ver si gustaba", explica, "hasta que fue creciendo y vi que ten¨ªa 14.000 seguidores". De ese experimento virtual naci¨® Canciones para Paula, la primera parte de una trilog¨ªa compuesta por ?Sabes que te quiero? y C¨¢llame con un beso. Desde entonces, su vida en el centro de Madrid -donde se instal¨® desde su Sevilla natal para estudiar periodismo- se rige por las horas de escritura y las que dedica a responder a sus seguidores por medio de, c¨®mo no, las redes sociales. Cuatro a?os despu¨¦s de esa "improvisaci¨®n", la editorial Planeta llam¨® a sus puertas para que publicara ?Buenos d¨ªas, princesa!, su cuarto libro.

"La participaci¨®n de los lectores ha sido clave", comenta, "hasta el punto de que ellos han ido perfilando las tramas y los personajes". Unos personajes que, seg¨²n dice, eran "demasiado perfectos" hasta que los miles de comentarios an¨®nimos les fueron retocando para hacerlos m¨¢s cercanos. El libro -titulado a partir de la famosa frase de su pel¨ªcula favorita, La vida es bella- cuenta las relaciones y las distintas etapas por las que atraviesa el grupo de adolescentes que forma el denominado "club de los incomprendidos". "La adolescencia es una etapa de rebeld¨ªa, muy confusa", indica el autor, "que cada vez empieza antes". Por eso, las aventuras que viven Valeria, Eli o Ra¨²l (algunos de los protagonistas del libro) pueden identificarse en la conducta de cualquier adolescente. Ellos, como los de carne y hueso, hablan de la incertidumbre, deseo, complicidad o miedo a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos m¨®viles y chats.

Algunos lo han denominado como el Federico Moccia espa?ol

Considerado como el Federico Moccia espa?ol, Blue Jeans cree que la literatura juvenil es "muy agradecida" y que las cr¨ªticas con las que suelen atacarla est¨¢n injustificadas: "?C¨®mo se pueden juzgar las primeras lecturas?", se pregunta. "Nadie dice que luego no se pueda leer a Kafka, por poner un ejemplo", se justifica mientras reconoce ser devoto de Agatha Christie o Carlos Ruiz Zaf¨®n, entre otros muchos. Con este salto a la "primer¨ªsima divisi¨®n" de la literatura, este joven pretende poder dedicarse a tiempo completo a sus dos actividades principales y terminar otra novela "adulta, aunque no me guste llamarla as¨ª", para octubre. "Solo necesito conexi¨®n a internet y una mesa para trabajar", describe, "porque, f¨ªjate, llevo unos d¨ªas de viaje y ya hay quien me escribe pregunt¨¢ndome que d¨®nde me he ido", comenta simp¨¢tico.