Una simbolog¨ªa admitida o manipulada

La elaboraci¨®n del Diccionario ilustrado de s¨ªmbolos del nacionalismo vasco (Tecnos) coordinada por cuatro profesores de Historia Contempor¨¢nea ¡ªSantiago de Pablo, Jos¨¦ Luis de la Granja, Ludger Mees y Jes¨²s Casquete¡ª ha necesitado seis largos a?os de trabajo. En esta amplia obra, de una docena de expertos y a lo largo de 900 p¨¢ginas, se abordan medio centenar de iconos, entre los que se incluyen himnos y lemas, fechas y lugares, personajes reconocidos o controvertidos; unos consolidados como la ikurri?a, y otros manipulados, incluso inventados. Algunos, como la noci¨®n de Euskadi o Euskal Herria, reflejan todav¨ªa las paradojas que rodean al nacionalismo moderado y al radical y a sus se?as de identidad.

Pregunta. El nacionalismo vasco ha generado una importante simbolog¨ªa y gran cantidad de iconos muy por encima de otros partidos pol¨ªticos o movimientos.

S. de Pablo. M¨¢s que otros. Pero eso, tambi¨¦n, tiene que ver con la propia evoluci¨®n hist¨®rica, y se refleja muy bien en el paso del PNV a ETA y a la Izquierda Abertzale (IA). En realidad lo que ha estado haciendo la IA, en estas ¨²ltimas d¨¦cadas, ha sido casi lo que hac¨ªa el PNV en sus treinta primeros a?os de historia; que era movilizar por medio de una gran cantidad de s¨ªmbolos. Parecer¨ªa de alguna manera que el PNV ha sentado ya sus s¨ªmbolos, los m¨¢s importantes, y ha conseguido que formen parte de la sociedad vasca, incluso, que sean oficiales, y ahora el que necesita movilizar, mucho m¨¢s, por medio de s¨ªmbolos es ETA o la IA.

P. Pero en este pa¨ªs hay s¨ªmbolos compartidos que unen y otros que dividen dentro del mismo nacionalismo y dentro de la sociedad.

J. L. de la G. Los mayores aglutinantes de una comunidad pol¨ªtica y social son precisamente los s¨ªmbolos. Efectivamente, es tanto para cohesionarse a nivel interno, como para diferenciarse de los ajenos a esta comunidad. Y de ah¨ª la abundancia de s¨ªmbolos, y su cambio. Hay que plantearse, ¡ªcuando en los a?os ochenta, hasta la derecha m¨¢s espa?olista, todos aceptaron el t¨¦rmino Euskadi¡ª, ?por qu¨¦ a partir de ese momento el llamado MLNV, el nacionalismo vasco radical cambia? Porque es una forma de diferenciarse de los dem¨¢s y de volver al nombre tradicional de Euskal Herria, cuando anteriormente hab¨ªa sido utilizado sin problemas por los carlistas, por los franquistas, o por Fraga, y cuando hace un siglo era el t¨¦rmino precisamente no nacionalista. Es ese af¨¢n de diferenciarse y tambi¨¦n el hecho de que Euskadi se identificaba cada vez m¨¢s con la Comunidad Aut¨®noma Vasca. El PNV asume el t¨¦rmino Euskal Herria con el Pacto de Estella pero en los ¨²ltimos a?os, precisamente cuando ve que la v¨ªa de Estella ha fracasado, vuelve al t¨¦rmino Euskadi, sobre todo, despu¨¦s de Ibarretxe, y lo contrapone al de Euskal Herria para diferenciarse a su vez del nacionalismo radical. Aunque hablen del mismo territorio pero con distintos nombres.

¡°Telesforo Monz¨®n es un s¨ªmbolo vampirizado por la izquierda ¡®abertzale¡±

P. Entre el medio centenar de s¨ªmbolos que componen el extenso trabajo del diccionario, escojamos algunos, y el primero puede ser uno de los m¨¢s reconocidos a¨²n con connotaciones distintas, pero que une, a su vez, a muchos vascos. Es Gernika.

S. de P. S¨ª porque Gernika es un s¨ªmbolo muy especial. Primero porque es previo al nacionalismo. No es un invento. Segundo, porque es un s¨ªmbolo universal en el Pa¨ªs Vasco e internacionalmente. Y tercero, porque Gernika no es un solo s¨ªmbolo, es un conjunto de s¨ªmbolos. Es el s¨ªmbolo de la libertad vasca que cada uno interpreta de manera distinta con la Casa de Juntas, el ¨¢rbol¡­, y es el s¨ªmbolo de la paz despu¨¦s del bombardeo, y el cuadro de Picasso. Tres s¨ªmbolos en uno como m¨ªnimo, y en ese sentido es el que une a toda la sociedad vasca desde el PP hasta la izquierda abertzale que se re¨²nen ah¨ª. Pero con connotaciones distintas, desde los Reyes a los carlistas como uni¨®n con Espa?a, y al siglo XX con los nacionalistas.

J. de la G. Un s¨ªmbolo sobre todo foral, que identifica a los Fueros de Bizkaia y por extensi¨®n a los Fueros vascos con el ¨¢rbol de Gernika.

S. de P. Y luego tenemos las manifestaciones recientes de los expresos etarras con el Guernica de Picasso, que al principio ning¨²n nacionalista acept¨®, ni le gust¨®. No aparece, pr¨¢cticamente, hasta los a?os sesenta en la prensa del exilio. Entonces, Gernika en ese sentido es paradigm¨¢tico, y un s¨ªmbolo muy especial, donde juran los lehendakaris con liturgias distintas, pero el lugar es el mismo.

P. En su trabajo los s¨ªmbolos no solo se centran en lugares o signos, tambi¨¦n en algunos personajes destacados de nuestra historia convertidos en mitos o referencias del nacionalismo vasco, como Sancho el Mayor, Tom¨¢s Zumalacarregui, Jos¨¦ Antonio Aguirre, Txabi Etxebarrieta, San Ignacio de Loyola, y por supuesto el fundador del PNV, Sabino Arana.

J. L. de la G. No solo es el fundador de un partido pol¨ªtico al que dota de una ideolog¨ªa, de una prensa. Para m¨ª no es solo el padre del nacionalismo vasco, sino el padre tambi¨¦n de una idea de naci¨®n vasca en el sentido moderno del t¨¦rmino, y por eso le da los s¨ªmbolos principales que tiene toda naci¨®n. No le gusta el nombre tradicional de Euskal Herria porque se relaciona con la lengua e inventa el neologismo Euzkadi y lo relaciona con su idea de Naci¨®n Vasca vinculada a la raza y a la religi¨®n. No le gusta el Gernikako arbola que todos aceptaban hist¨®ricamente, derechas e izquierdas, y entonces escribe la letra de lo que se conoce como el Gora ta gora, aunque hoy lo oficial sea solo la m¨²sica. Precisamente no le gustaba el car¨¢cter universalista del Gernikako arbola y a su himno le da una connotaci¨®n claramente religiosa. Luego el Pa¨ªs Vasco ten¨ªa escudo pero no ten¨ªa bandera. Alg¨²n intento anterior hab¨ªa fracasado, y entonces inventa una bandera pero con esa peculiaridad de que como el primer nacionalismo es bizkaitarrismo, ¨¦l y su hermano la dise?an para Bizkaia y no para Euskadi. Luego al tener mucho ¨¦xito dentro del nacionalismo y m¨¢s tarde tambi¨¦n fuera de ¨¦l, pasa a ser la bandera de Euskadi. En definitiva, que Sabino Arana es el creador de los principales s¨ªmbolos del Pa¨ªs Vasco. Pero lo que llama la atenci¨®n es que en cuanto muere en 1903 siendo un l¨ªder carism¨¢tico, se convierte en un s¨ªmbolo en s¨ª mismo. Es uno de los principales s¨ªmbolos de todo el nacionalismo, y reconocido como el ¨²nico padre fundador del movimiento. Es literalmente santificado. La propia prensa nacionalista habla del culto a Sabino, y no es solamente pol¨ªtico, es tambi¨¦n religioso. Los dos aglutinantes de la comunidad nacionalista vasca nucleada por el PNV hace un siglo eran el aranismo y el catolicismo. Es como una doble religi¨®n.

P. Se da tambi¨¦n, a veces, la recuperaci¨®n de cierta simbolog¨ªa hist¨®rica como Amaiur utilizada por el nacionalismo m¨¢s radical.

S. de P. Es m¨¢s reciente pero tiene sus antecedentes. En Amaiur est¨¢ por un lado el hecho hist¨®rico, es decir, ser el ¨²ltimo castillo donde defienden los agramonteses de 1521 a 1522 a los reyes de Navarra exiliados en Francia. Realmente es un tema muy desconocido en la historiograf¨ªa de Navarra hasta finales del XIX, que es cuando en un ambiente no nacionalista, y en defensa de los Fueros, se recupera la memoria de Amaiur. En 1922, fecha del quinto centenario se instala en monolito, y uno de los que contribuye, por ejemplo, a su construcci¨®n es el conde de Rodezno, futuro ministro de Franco. O sea, que realmente ah¨ª no hay una relaci¨®n vasquista o nacionalista. Y a partir de esa fecha el PNV en Navarra, empieza a recuperar a Amaiur como s¨ªmbolo, y uno de los principales peri¨®dicos del partido en Navarra, precisamente, se llama Amaiur. Durante la Guerra Civil se forma un batall¨®n de gudaris con ese nombre. Hay una leve recuperaci¨®n, pero realmente no es hasta fechas relativamente recientes, despu¨¦s de la Transici¨®n, cuando, sobre todo, desde la IA se recupera esa idea de Amaiur, y que con ello se intenta vincular la integraci¨®n de Navarra en la naci¨®n vasca. Amaiur, es una b¨²squeda artificial, una recuperaci¨®n reciente porque hace dos o tres d¨¦cadas nadie hablaba de ello, ni del arrano beltza.

J.L. de la G. Un factor fundamental es que el aranismo siempre ha sido bizkaitarrismo y por eso sus mitos hist¨®ricos son vizca¨ªnos como la batalla de Arrigorriaga o la de Mungia, y en cambio el nacionalismo vasco radical reciente los aparta. Ha buscado siempre en Navarra la base de esa idea, no solo de naci¨®n, sino de Estado vasco, y no le interesa la batalla de Arrigorriaga, prefiere la de Roncesvalles. Es el mismo esquema, pero los mitos hist¨®ricos de la ¨¦poca medieval pasan de Bizkaia, que era con Arana, a Navarra con el nacionalismo radical que quiere hacer de Pamplona la capital de ese Estado vasco.

S. de P. Pero esto es reciente porque la misma ETA de los a?os sesenta dice en un Zutik que hablar de que los reyes de Navarra ten¨ªan conciencia nacional no tiene ning¨²n sentido. ?Hombre! se puede pensar que tiene m¨¢s contendido hist¨®rico que la batalla de Arrigorriaga, pero la reinterpretaci¨®n que se hace, desde luego, es igualmente falsa.

J. L. de le G. ?Os acord¨¢is del eslogan de la Transici¨®n Nafarroa, Euskadi da?, ahora parece al rev¨¦s Euskadi, Nafarroa da.

¡°Amaiur es una b¨²squeda artificial, una recuperaci¨®n reciente de la IA¡±

P. Como Sabino Arana, otros personajes nacionalistas se convierten en s¨ªmbolos y mitos como puede ser Jos¨¦ Antonio Aguirre, el primer lehendakari.

J. L. de la G. Dir¨ªa que Aguirre es el pol¨ªtico vasco m¨¢s importante de siglo XX, y el ¨²nico equivalente que tiene fuera del nacionalismo es Indalecio Prieto, y despu¨¦s de Aguirre dentro del nacionalismo pondr¨ªa a Manuel Irujo. Los tres fueron los padres fundadores de la Euskadi del 36, del Estatuto y del primer Gobierno vasco. Aguirre es mitificado tambi¨¦n, pero la diferencia con Arana es que no es sacralizado. Ha pasado medio siglo y el nacionalismo ya no es tan integrista como lo fue hasta la Segunda Rep¨²blica. Se ha modernizado, se ha secularizado pol¨ªtica y religiosamente. Arana fue el gran ide¨®logo, pero Aguirre fue el gran pol¨ªtico. La diferencia es que Arana nunca puede ser un s¨ªmbolo de todos los vascos y para m¨ª es una diferencia fundamental. A la figura de Castellao, hoy en d¨ªa s¨ªmbolo de todos los gallegos, sean nacionalistas o no, le honran el galleguista radical o lo hac¨ªa Fraga siendo presidente de la Xunta. Es asumido por todos los gallegos. Eso no suceder¨¢ con Sabino Arana, porque es un personaje muy controvertido. En cambio, Aguirre ha sido homenajeado, como hace dos a?os, por todas las fuerzas pol¨ªticas, incluidas las no nacionalistas.

P. Y dentro de esa lista de mitos o s¨ªmbolos, reconocidos o discutidos, est¨¢ tambi¨¦n la figura de Telesforo Monz¨®n.

S. de P. Telesforo Monz¨®n es un caso muy especial porque es un s¨ªmbolo vampirizado por la izquierda abertzale, no como el Gudari Eguna o el Eusko Gudari, sino porque el mismo ha dado el paso. En ese sentido, el PNV ha prescindido de ¨¦l como s¨ªmbolo, es decir, se ha olvidado de la primera parte de su vida, y no lo reivindican para nada. Al rev¨¦s, parece que para la IA el ¨²nico Monz¨®n que existe es el Monz¨®n que se acerca a ETA a partir de finales de los sesenta, y no el Monz¨®n de origen arist¨®crata con muchos contactos mon¨¢rquicos, que juega la carta de Don Juan en el exilio, que pertenece al Gobierno vasco durante la guerra y poco despu¨¦s, y con un sentido religioso pronunciado. Es un s¨ªmbolo muy particular, que se reconvierte en un nuevo y distinto icono a diferencia de otros. Y luego est¨¢ todo el tema de su vinculaci¨®n con el euskera que para la izquierda abertzale est¨¢ teniendo un componente distinto que para el PNV, porque es m¨¢s real.

¡°Aguirre fue el pol¨ªtico vasco m¨¢s importante del siglo XX¡±

P. ?Y c¨®mo se explica ese cambio?

S. de P. Quiz¨¢ por su propio car¨¢cter. Mi impresi¨®n es que, ley¨¦ndole y recogiendo testimonios, era un hombre muy temperamental, con un car¨¢cter firme capaz de irse de un extremo a otro. Hablando del p¨¦ndulo ¨¦l se desboca. Sus propias ansias de protagonismo le llevan al exceso.

J. L. de la G. No olvidemos que Monz¨®n que ten¨ªa much¨ªsimos contactos con mon¨¢rquicos y se entrevista con conspiradores en la primavera del 36 en Guipuzkoa. Por eso es un personaje muy contradictorio.

S. de P. Monz¨®n deja pronto a Aguirre y abandona el Gobierno en el exilio para dedicarse a sus negocios. Se desliga de su pasado y reaparece a finales de los sesenta a trav¨¦s de Anai Artea con el padre Larzabal, y su nacionalismo muy sentimental, muy literario hasta entonces, se va radicalizando. Acaba siendo un poco el profeta, y es la imagen que tenemos de ¨¦l en un mitin de La Casilla, blandiendo la makila, queriendo llevar al pueblo a su tierra prometida. Es el que sirve a la idea de los gudaris de ayer y de hoy, del 36 y de ETA, que son los herederos. Eso es claramente Monz¨®n.

P. Pero siendo cat¨®lico y del PNV acaba aceptando la violencia, o por lo menos no conden¨¢ndola.

S. de P. En ese sentido el PNV siempre lo ha tenido m¨¢s claro, afirmando que los verdaderos gudaris no son los que matan a sangre fr¨ªa, son los que han defendido y han muerto por su patria, pero no utilizando el tiro en la nuca o el secuestro.

J. L. de la G. La diferencia es del p¨¦ndulo patri¨®tico. A principios de los sesenta cuando empieza ETA, en el a?o 1962, Manuel Irujo es el primero que advierte al PNV y dice casi literalmente: ¡°ETA es un c¨¢ncer que si no lo extirpamos va a degenerar todo el cuerpo pol¨ªtico¡±. En cambio, para Monz¨®n son los hijos de JEL, con la idea de volver a la casa del padre, que es la de Sabino Arana y la del PNV. En todo caso, y a lo sumo, son hijos descarriados pero, que antes o despu¨¦s, volver¨¢n a casa. Es como la met¨¢fora del hijo prodigo. A?os m¨¢s tarde, en 1977 en la reuni¨®n hist¨®rica de Txiberta cuando en el PNV se impone lo tradicional, que es moderaci¨®n, autonomismo y alianzas con fuerzas no nacionalistas, Monz¨®n propone el frente nacionalista vasco por la independencia y no quiere saber nada con los no nacionalistas. Lo que importa es la independencia a cualquier precio.