Soy un defraudador arrepentido

Como supongo que hacen habitualmente muchos conciudadanos, hace a?os que decid¨ª guardar algunos ahorros, cada a?o, para constituir un modesto fondo de pensiones. Ese dinero se almacen¨® en alguna cuenta que, aconsejado por el empleado del banco en el que refugi¨¦ mis ahorros, qued¨® fuera de mi base imponible. Al pasar el tiempo y con sorpresa por mi parte, ya que el empleado me hab¨ªa asegurado la total seguridad del dep¨®sito, comprob¨¦ que el total hab¨ªa disminuido como consecuencia de los vaivenes de los fondos recomendados. Al llegar a la jubilaci¨®n se me aconsej¨® recuperar de alg¨²n modo aquellas reservas, lo que por otra parte era obvio habida cuenta de que las instituciones bancarias no ofrecen hoy una imagen de seguridad ni parecen garantizar casi nada, adem¨¢s de que, como jubilado, mis ingresos hacen necesaria esa recuperaci¨®n. As¨ª pues al incorporar esos fondos a mi cuenta me ver¨¦ obligado a pagar los impuestos que esquiv¨¦ en el tiempo en que poquito a poquito, como hormiguita hacendosa, guard¨¦ algunos pocos euros.

Hete aqu¨ª que mi primera intenci¨®n, mi deseo m¨¢s ferviente, ser¨ªa el de defraudar a la Administraci¨®n de Hacienda ocultando si pudiera esa recuperaci¨®n de mis ahorros que, unidos a lo que determina la base imponible que fundamentalmente constituye mi pensi¨®n de jubilado, alcanzar¨¢ un porcentaje de descuentos que considero excesivo. No obstante, y tras esa fugaz, peregrina idea defraudadora, la lucidez y moral fiscal (seguramente tambi¨¦n la imposibilidad de ser capaz de conseguir una defraudaci¨®n impune) me aconsejan cumplir la ley y aceptar la penalizaci¨®n fiscal que representa recuperar hoy los ahorros que fueron los fondos de pensiones acumulados en el pasado.

Pero al tomar esa decisi¨®n me asalta la duda: ?Ser¨¦ como defraudador in p¨¦ctore (solo en el pensamiento, en el deseo) acreedor a las ventajas que el Gobierno ofrece para los grandes evasores arrepentidos y me ver¨¦ favorecido al acogerme a las rebajas instituidas para aquellos?. Mi fondo de pensiones recuperado, al acumularse a mi pensi¨®n de jubilaci¨®n, me sit¨²a en unos porcentajes muy superiores al 10% ofrecido a las grandes, corruptas fortunas. ?No ser¨ªa razonable que a m¨ª, arrepentido de mis perversas intenciones defraudadoras (m¨¢s modestas, claro) se me beneficie con la misma rebaja?

Eduardo Peris Mora es catedr¨¢tico de la Escuela T¨¦cnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia.