La polic¨ªa concluye que otra constructora pag¨® 110.000 euros al PP de Camps

La polic¨ªa sigue reconstruyendo la supuesta financiaci¨®n ilegal del PP valenciano por parte de ocho grandes empresas del sector de la construcci¨®n y la obra p¨²blica. La Unidad de Delincuencia Financiera y Econ¨®mica (UDEF) ha aportado un nuevo informe al magistrado del Tribunal Superior de Justicia valenciano Jos¨¦ Ceres, que investiga la vertiente valenciana del caso G¨¹rtel, centrado en la empresa castellonense Lubasa que, destaca la polic¨ªa, cambi¨® su nombre por el de Durantia Infraestructuras en 2009. Este grupo empresarial habr¨ªa contribuido con 110.200 euros a la campa?a electoral del expresidente de la Generalitat Francisco Camps en las elecciones auton¨®micas de 2007, las pen¨²ltimas que gan¨® antes de dimitir por su implicaci¨®n en el caso.

El sistema empleado fue el mismo que en el caso de las otras empresas ya analizadas por la polic¨ªa, como Sedesa y Grupo Vallalba. Orange Market, cuyo responsable era el cabecilla de G¨¹rtel y amigo de Camps ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, organizaba todos los actos electorales del partido. Pero una parte de los mismos no fueron pagados por el PP, sino por las ocho constructoras que, a su vez, obten¨ªan grandes contratos de obra p¨²blica del Gobierno valenciano.

Para disimular el supuesto delito electoral ¡ªfinanciar irregularmente campa?as electorales¡ª, Orange Market factur¨® a dos empresas del grupo Lubasa por servicios que el an¨¢lisis de la UDEF revela falsos. Una de las facturas, por 52.200 euros, tuvo como motivo te¨®rico el suministro de 4.000 camisetas y 4.000 gorras ¡°promocionales¡±; la otra, la elaboraci¨®n de un ¡°plan de marketing¡±. Ambas contienen deficiencias y coincidencias llamativas.

La polic¨ªa se?ala, por ejemplo, que uno de los documentos de Word que utiliz¨® Orange Market en la contrataci¨®n con Lubasa ¡ªen concreto un borrador del convenio sobre el plan estrat¨¦gico de mercadotecnia¡ª, se llama ¡°Ortiz¡±. Su contenido es calcado a otro convenio que la sociedad de El Bigotes firm¨® con el grupo del constructor alicantino Enrique Ortiz, el cual, seg¨²n la polic¨ªa, tambi¨¦n enmascar¨® el pago de actos electorales de Camps.

Orange Market recicl¨® para Lubasa una factura que hab¨ªa usado para Enrique Ortiz

¡°Se infiere que se ha utilizado alg¨²n documento confeccionado con anterioridad, relacionado con alguna de las sociedades vinculadas a Enrique Ortiz para elaborar el documento finalmente destinado al Grupo Lubasa¡±, afirma la UDEF.

El an¨¢lisis de la documentaci¨®n incautada a la trama revela, adem¨¢s, que la intenci¨®n inicial de la red era cobrar de una vez todo el importe. As¨ª lo indica otra factura que, a nombre de ¡°Luis Batalla¡±, due?o de Lubasa, elabor¨® Orange Market el 19 de diciembre de 2007 y que no lleg¨® a emitirse. El importe y los conceptos que englobaba eran parecidos a los que terminaron divididos en dos facturas, la primera de las cuales tiene la misma fecha, 19 de diciembre de 2007.

La polic¨ªa deduce que Orange Market ¡°elabora los mismos en funci¨®n de una previsi¨®n de cantidad de dinero global a recibir inicialmente por parte del cliente final, en este caso 104.400 euros, a trav¨¦s de una ¨²nica factura¡±. Es decir, lo que la trama corrupta quer¨ªa cobrar estaba predeterminado desde un principio porque ven¨ªa condicionado por unos actos electorales ya efectuados. Y tras proponer la f¨®rmula de una ¨²nica factura, acaba aceptando dividirlo en dos por ¡°adecuarse a las cantidades y forma de pago solicitada¡± por Lubasa.

La elaboraci¨®n de las nuevas facturas, que la UDEF atribuye al empleado de la red habitual, C¨¢ndido Herrero, presenta otro error de bulto. La factura ¨²nica por 104.400 euros era por ¡°material gr¨¢fico¡± y ¡°merchandising¡±, y este ¨²ltimo apartado inclu¨ªa 3.000 gorras talla M y otras 2.000 talla S. Al dividir las facturas en dos, la de merchandising pasa a ser por un total de 4.000 gorras, pero en el presupuesto que la acompa?a siguen figurando 3.000 gorras de talla mediana y otras 2.000 peque?as.

La polic¨ªa constata que no constan las hojas que la trama utilizaba para saber cu¨¢nto ganaba con un negocio tras descontar los gastos. Ni hay rastro de que Orange Market comprara camisetas ni gorras, tuviera contacto con proveedores o cualquier otro indicio de que realmente trabaj¨® para Lubasa.