Discapacitados plantan cara al despilfarro

¡°Estamos muy enfadados, porque no pagan¡±, afirma muy seria Diana Albiol, que propone que ¡°los ladrones vayan todos a la c¨¢rcel¡±. Diana asiste cada d¨ªa al centro ocupacional Fundaci¨®n S¨ªndrome de Down de Castell¨®n, que lleva sin cobrar ninguna ayuda de la Generalitat de 2012, al igual que el 94% de los centros, asociaciones y residencias del sector que atiende a 400.000 personas con discapacidad en la Comunidad Valenciana. Sus compa?eros Julio y H¨¦ctor sujetan la pancarta en la que se advierte que el centro est¨¢: ¡°A punto de cerrar¡±.

¡°Quer¨ªamos venir desde Castell¨®n en avi¨®n. Pero no hemos podido, porque no tiene aviones¡±, a?ade otro compa?ero de Diana. La discapacidad planta cara al despilfarro de los ¨²ltimos a?os de la Generalitat Valenciana, que invirti¨® las prioridades. ¡°Para unas cosas s¨ª que tienen dinero, como la F¨®rmula 1; para nosotros, no¡±. Este no es solo el convencimiento de Francisca Culebras, la madre de Julio, que con 38 a?os cada d¨ªa acude a este centro a formarse y trabajar.

Miles de ciudadanos, m¨¢s de 5.000, llegados de todos las tres provincias de Valencia, Alicante y Castell¨®n se sumaron a la marcha convocada por todas las federaciones y asociaciones que engloban al sector de la atenci¨®n a discapacitados y enfermos mentales.

La crisis y los impagos de la Generalitat provocan situaciones imposibles. Trabajadores que llevan siete meses sin cobrar, madres sin ayudas, discapacitados o enfermos mentales hu¨¦rfanos porque sus familiares ya han fallecido. Su opci¨®n es la labor asistencial, formativa y de rehabilitaci¨®n que realizan los centros fundados, en su mayor¨ªa, por familiares y sostenidos con ayudas de la Consejer¨ªa de Bienestar Social.

¡°Queremos nuestra subvenci¨®n. No vuestra caridad¡±, dice la improvisada pancarta de cart¨®n realizada por los trabajadores del centro ocupacional Francisco Navarro de Manises. A trav¨¦s del tag de Twitter #discapacitadoslucha, nadie nos escucha, los monitores como Marco, denuncian: ¡°Estamos sin cobrar nada de la Generalitat durante todo 2012. Hemos podido mantener nuestros salarios hasta ahora gracias a la subvenci¨®n del Ayuntamiento. Pero la paga extra y el verano, no sabremos si podremos mantenerla¡±.

Rosa Gual, directora de la residencia de Castell¨®n Maset de Frater de Castell¨®n sabe bien los apuros que pasa para mantener abierto el centro que atiende a m¨¢s de 60 discapacitados f¨ªsicos.

Estos centros han tenido que recurrir este a?o a contrata p¨®lizas leoninas con Bankia. Lo explica Ana, la vicepresidenta de la empresa Alba. ¡°Como la Generalitat no nos paga las ayudas de 2012, ahora, adem¨¢s, tenemos paralizada la p¨®liza¡±, describe Ana.

¡°Las empresas como la m¨ªa con 10 trabajadores soportamos deudas y pr¨¦stamos de m¨¢s de 200.000 euros. Estamos al borde del colapso econ¨®mico, ya no puedo disponer de m¨¢s dinero. Ni pagar al banco, ni recibir m¨¢s dinero de la p¨®liza. Y las ayudas de Bienestar Social no llegan.

¡°Estamos tan quemados como el monte valenciano¡±. Sus portadoras, ?ngela y Josefa, defienden el trabajo bien hecho de las asociaciones y federaciones que atienden a sus hijos discapacitados. ¡°Es una maravilla lo que hacen por nuestros hijos¡±, subraya ?ngela, acompa?ada de Javier, su hijo que se forma en el centro de d¨ªa Adisa de Alfafar. ¡°Mi hija¡±, a?ade Josefa, ¡°que no ha podido estar porque est¨¢ m¨¢s malita, entr¨® con 4 a?os y tiene 32 ahora, all¨ª lo ha aprendido todo¡±.

Adem¨¢s de "quemados" ha situaciones familiares insostenibles, que han acabado con una denuncia contra la Generalitat. Es el caso de Mar¨ªa Pilar Quintana, con dos hijos con discapacidad ps¨ªquica, separada y sin cobrar pensi¨®n de su exmarido, que en noviembre de 2010 decidi¨® denunciar a la Administraci¨®n valenciana para que cumpla su propia ley.

"En mayo de 2008 la Generalitat aprob¨® una ley en que se har¨ªa cargo de la pensi¨®n de los hijos, discapacitados o no, que no recibieran pensi¨®n. Y no lo ha cumplido. Tengo toda la documentaci¨®n en regla. Los requisitos y el ok de la Generalitat, pero no me han pagado nada", explica Pilar.

Pilar, junto a sus dos hijos Sa¨²l de 27 a?os y Aleida de 34, es una de las m¨¢s de 5.000 personas que exigen sus "derechos". "Este mes ya no les dan comida. Me lo mandan a casa sin comer porque no tienen ya dinero para mantener el taller abierto". Es su realidad. Es la realidad.