Carlos Fabra como alfa y Rafael Blasco como omega

La herencia pol¨ªtica de Francisco Camps es cuantificable. Quien presumi¨® de haber incrementado la mayor¨ªa absoluta del PP hasta los 55 esca?os tambi¨¦n puede atribuirse el m¨¦rito de haber incluido el perfil de 11 parlamentarios involucrados en distintas causas judiciales en el grupo parlamentario.

Seis ya est¨¢n formalmente imputados (Ang¨¦lica Such, Vicente Rambla, David Serra, Milagrosa Mart¨ªnez, Yolanda Garc¨ªa y Ricardo Costa), tres para los que se pide la imputaci¨®n en el Tribunal Superior de Justicia (Luis D¨ªaz Alperi, Sonia Castedo y Rafael Blasco), uno que est¨¢ procesado (?ngel Hern¨¢ndez Mateo) y una est¨¢ siendo investigada (Maite Parra).

Sin embargo, no son los diputados los ¨²nicos cargos que est¨¢n pendientes de los juzgados.

Carlos Fabra, la alfa de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de los populares valencianos, tiene pendiente el juicio ocho a?os despu¨¦s de ser imputado por delito fiscal y tr¨¢fico de influencias.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, o la ex alcaldesa de Orihuela M¨®nica Lorente, imputados en el caso Brugal, tambi¨¦n est¨¢n pendientes de las actuaciones judiciales. Igual que los responsables de la CAM, que hoy empiezan a declarar, y los dirigentes del Banco de Valencia y de Bankia ¡ªentre los que figura el ex presidente de la Generalitat del PP Jos¨¦ Luis Olivas¡ª, imputados por la Audiencia Nacional.

Un puzle de esc¨¢ndalos ya encarrilados en los juzgados que no ha dejado de complicar la gesti¨®n del actual presidente de la Generalitat. Alberto Fabra se ha visto obligado a realizar excepciones a la norma tan pronto proclam¨®: ¡°Todas aquellas personas que est¨¦n involucradas en alg¨²n proceso judicial van a tener que dejar sus responsabilidades en la Administraci¨®n¡±.

La primera de ellas, la de su mentor Carlos Fabra, que este fin de semana se retirar¨¢ de la primera l¨ªnea pol¨ªtica al abandonar la presidencia provincial del PP de Castell¨®n. Sin embargo, Carlos Fabra no tiene previsto abandonar la presidencia de Aerocas, la empresa de la Generalitat que gestiona el aeropuerto sin aviones de Castell¨®n, y Alberto Fabra no piensa pedirle la renuncia a sus responsabilidades en la Administraci¨®n.

En cambio, el secretario auton¨®mico de Turismo Luis Lob¨®n, s¨ª fue destituido de manera fulminante tras ser imputado en el caso Urdangarin y arrastr¨® en su ca¨ªda al director del Instituto Valenciano de Finanzas Jorge Vela, imputado en el mismo caso semanas antes.

El caso de Carlos Fabra no es el ¨²nico que complica la pretensi¨®n del jefe del Consell de hacer limpieza dentro del PP.

Las peticiones de imputaci¨®n al Tribunal Superior de Justicia de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, por el caso Brugal, y del portavoz parlamentario del PP, Rafael Blasco, por las irregularidades en las ayudas a la cooperaci¨®n, se han convertido en los ¨²ltimos obst¨¢culos que ha encontrado el presidente de la Generalitat.

Especialmente complicada es la situaci¨®n de Blasco, que en los ¨²ltimos a?os de gobierno de Francisco Camps se convirti¨® en el ¨²ltimo recurso del expresidente para frenar los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que afectaban al Consell y evitar que el Grupo Popular saltase en a?icos. Ahora ¨¦l mismo, convertido en omega de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n del PP valenciano, es uno de los principales quebraderos de Alberto Fabra, que ha exigido que presente su dimisi¨®n como portavoz tan pronto sea imputado formalmente.

La naturaleza del caso ¡ªen el que hay indicios de que se saquearon fondos p¨²blicos para proyectos como la lucha contra el sida o la explotaci¨®n infantil¡ª supone un desgaste adicional para el presidente de la Generalitat, que se juega en la gesti¨®n de la corrupci¨®n su futuro en el PP.