Compartir 12 kil¨®metros de dignidad
"Durante la marcha record¨¦ que no nos callar¨¢n; que no vamos a dejar que acaben con el Estado de Bienestar, conquistado durante d¨¦cadas con tantas luchas y tanto esfuerzo"
El pasado martes tuve el honor de acompa?ar a los mineros durante 12 kil¨®metros, desde Aravaca hasta la Puerta del Sol, en Madrid. Estaba en la capital porque asist¨ªa a una reuni¨®n del PSOE, en la sede central de Ferraz, para valorar la reforma de la Ley de bases de R¨¦gimen Local, impuesta por el Gobierno de Rajoy, y que afecta a los Ayuntamientos de forma decisiva. Una reforma que significa una nueva agresi¨®n contra el Estado de Bienestar y que tiene como objetivo cercenar competencias a las administraciones m¨¢s cercanas al ciudadano para que presten menos servicios. De esta nueva afrenta del PP y de Rajoy contra nuestros derechos, ya hablaremos.
Ahora quiero compartir mi experiencia con los mineros. Hab¨ªa le¨ªdo en las redes sociales que los mineros recorrer¨ªan los doce kil¨®metros de su marcha reivindicativa y, por convicci¨®n, decid¨ª retrasar mi vuelta a la terreta para acompa?arlos.
Llegu¨¦ a Aravaca. La primera visi¨®n fue emocionante. En aquella marea humana, se mezclaban camisetas negras y verdes, con sus lemas. ¡°Quieren acabar con todo¡±, ¡°S¨ª a la reactivaci¨®n de las comarcas mineras¡±, ¡°No al cierre de la miner¨ªa del carb¨®n¡±. Brillaba entre todos la solidaridad verdadera, compartiendo cansancio, horas de sue?o, indignaci¨®n y tambi¨¦n bocadillos. Daba igual de d¨®nde ven¨ªan, de Asturias, de Le¨®n, de Arag¨®n...
Todos los mineros agradec¨ªan la presencia de personas de todas las edades que les apoy¨¢bamos con nuestra asistencia. Por experiencia sab¨ªan valorar nuestra solidaridad. Hasta ese momento, durante su recorrido, muchos municipios les hab¨ªan dado cobijo, pero tambi¨¦n otros les hab¨ªan negado su hospitalidad.
"Creo sinceramente que la marcha minera, en todas sus dimensiones,
Eran los mismos Ayuntamientos que el a?o pasado acogieron a los j¨®venes que fueron a ver al Papa durante las Jornadas Mundiales de la Juventud. Municipios gobernados por el PP, que muestran la cara m¨¢s oscura e insolidaria, con personas que est¨¢n luchando por su trabajo y dignidad.
Comenzamos la marcha. La gente aplaud¨ªa al paso de los mineros, les daba ¨¢nimos; en se?al de apoyo, los coches hac¨ªan sonar los cl¨¢xones al ritmo de nuestros pasos.
Mientras camin¨¢bamos, empec¨¦ a hablar con algunos de ellos. Me explicaban sus motivos, sus preocupaciones, por qu¨¦ defend¨ªan la marcha. Uno me pregunt¨® de d¨®nde venia. Le respond¨ª que de Alicante; que hab¨ªa decidido retrasar mi regreso porque su reivindicaci¨®n era la m¨ªa; porque su dignidad era un ejemplo para todo el pa¨ªs. Y ¨¦l me dio la raz¨®n y me dijo: ¡°?Gracias!¡±. Yo le contest¨¦ lo que sent¨ªa: ¡°Gracias a vosotros por vuestro ejemplo; por ser el altavoz que nos hace recordar que tenemos que defender lo que es justo¡±.
Creo sinceramente que la marcha minera, en todas sus dimensiones, es un hecho hist¨®rico. Con el futuro de las personas no se juega, y el Gobierno de Rajoy deber¨ªa saber que, si no escucha al pueblo, no es digno de representarlo.
Cuando llegamos a la Ciudad Universitaria, las columnas de mineros se juntaron. All¨ª les acogieron, y fue el propio rector, se?or Carrillo, quien en persona les permiti¨® que se quedaran en la Universidad.
La marcha estuvo llena de momentos emocionantes: cuando los bomberos de Madrid se sumaron o cuando los mineros se pusieron a cantar: ¡°Traigo la camisa roja, tralar¨¢, tralar¨¢... de sangre de un compa?ero, mira, mira, Maruxi?a, mira, mira, como vengo yo¡¡±. Sin duda, para m¨ª, el momento m¨¢s entra?able fue cuando pasamos al lado de dos mujeres ancianas que llevaban una pancarta que dec¨ªa: ¡°La tercera edad se une a vosotros, mineros de Espa?a. ??Suerte!!¡±.
"Dos mujeres ancianas que llevaban una pancarta que dec¨ªa: ¡°La
No se van a callar, no nos van a callar. Por m¨¢s ¡°apag¨®n medi¨¢tico¡± que quiera hacer la derecha y los medios de comunicaci¨®n a su servicio. Los mineros se han alzado contra la injusticia de un Gobierno que ataca frontalmente los derechos ciudadanos. Y los mineros lo hacen con dignidad. Con su lucha defienden su futuro, el de su tierra y el de sus hijos, pero tambi¨¦n el nuestro.
Durante los 12 kil¨®metros que compart¨ª con ellos record¨¦ que no nos callar¨¢n; que no vamos a dejar que acaben con el Estado de Bienestar, conquistado durante d¨¦cadas con tantas luchas y tanto esfuerzo; que es preciso defender con dignidad y convicci¨®n lo que es justo.
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