Se les ha ido de las manos
"La cuesti¨®n es cu¨¢nto m¨¢s conf¨ªan, all¨¢ como aqu¨ª, en poder resistir, ajenos a lo que se cuece allende de sus despachos y coches oficiales"
No quieran pensar c¨®mo estar¨ªa la tropa que comanda el hundimiento, si la famosa prima, entre la catarata de aflicciones, surfeara por las actuales crestas cuando gobernaba, seis meses atr¨¢s, la ¡°oposici¨®n responsable¡± que hoy excava en la intenci¨®n de voto pretendi¨¦ndose muro de contenci¨®n de un descontento social que cualquier d¨ªa muta hacia expresiones impensables desde las comodidades del Congreso de los Diputados, el Senado, la real familia, las periferias parlamentarias, Diputaciones y dem¨¢s vestigios ornamentales del Estado de bienestar, pr¨¢cticamente extinto. El vocabulario de la hija de Fabra ser¨ªa verso gregoriano comparado con el rugido cavernario. Pero no es el caso. Quien fue investido presidente del Gobierno con mayor¨ªa irrepetible confiesa que no pinta nada en este entierro, que ¨¦l es un mandado y no hay alternativa a lo que denominan pol¨ªtica de recortes. ?Por qu¨¦ no regresa a su registro de Santa Pola? Mientras siguen los hachazos contra los m¨¢s desfavorecidos para alimentar las fauces de la banca alemana y otros escualos de la especulaci¨®n financiera, existen delincuentes que hallan amparo en una amnist¨ªa fiscal. Tampoco hay se?ales de que la autoridad delegada tenga a bien considerar alguna especie de fiscalidad progresiva para invertir la magnitud del estropicio. O de poner fin al cat¨¢logo de triqui?uelas para evitarle al se?orito el disgusto de tributar por sus posesiones o por el bot¨ªn acumulado. Al contrario, le dan otra vuelta a una tuerca que ya no da m¨¢s de s¨ª, y aumentan el IVA. Por una barra de pan pagar¨¢ lo mismo un parado con el subsidio dinamitado que el expatr¨®n de patrones D¨ªaz Ferr¨¢n, famoso bolchevique a quien acaban de sorprender intentando llevarse a Suiza 4,9 millones de euros como muestra de patriotismo. Si el calor afecta a la textura de los billetes, tal fen¨®meno no ocurre en la Confederaci¨®n Helv¨¦tica ni en las Islas Caim¨¢n.
En el cogollo del r¨¦gimen, aparte del fraude electoral sobre lo que iban a hacer, lo que nunca har¨ªan y otros enredos de parecida categor¨ªa intelectual, se dan de bruces a diario con una realidad que les desborda. Para el desastre valenciano a¨²n no han inventado el eufemismo apropiado. La inutilidad es tal, que ya nadie est¨¢ a salvo. Asombra tanta inconsciencia ante los destrozos que causan sus arbitrariedades. Y no, no tienen plan B, porque nunca divisaron m¨¢s all¨¢ de sus flatulencias ret¨®ricas. La cuesti¨®n es cu¨¢nto m¨¢s conf¨ªan, all¨¢ como aqu¨ª, en poder resistir, ajenos a lo que se cuece allende de sus despachos y coches oficiales. Cierto aborigen del PP proclamaba su preferencia por las calles silenciosas, ante una protesta de trabajadores de la televisi¨®n p¨²blica que tambi¨¦n se disponen a desmantelar, tras a?os de saqueo e impunidad. Al parecer, el terror no acaba de enmudecer a la gente. Dice un refr¨¢n que donde las dan, las toman. ?Ser¨¢ verdad?
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