Cien a?os en un hotel de lujo
El Palace cumple 100 a?os como testigo de la historia de la ciudad Sus suites han alojado a Mata Hari o a Bruce Springsteen y escenario de la Guerra Civil o el 23-F

El hotel Palace de Madrid se apresta a cumplir su primer siglo estrechamente unido a la historia social, pol¨ªtica y financiera de la ciudad. El turismo de lujo resultar¨ªa inconcebible sin este establecimiento que ocupa uno de los edificios madrile?os m¨¢s se?oriales. Tal como muestran hoy fotograf¨ªas ya color sepia, Madrid era hace un siglo, en 1912, una urbe donde la mayor¨ªa de su poblaci¨®n moraba en una ciudad hostil a la salubridad y a la belleza. Las epidemias eran frecuentes. La mortalidad infantil, alta. Las expectativas medias de vida frisaban los 50 a?os. Muy pocos ambientes, edificios o enclaves presentaban al exterior una mirada grata y amable.
Solo merced a personas cultas y de vocaci¨®n democr¨¢tica, como el entonces alcalde y m¨¦dico higienista Jos¨¦ Francos Rodr¨ªguez, y a algunos partidos de izquierda, republicanos y socialistas, las condiciones de vida de los trabajadores comenzaban lentamente a adecentarse: el salario medio diario apenas superaba las 5 pesetas.
La aristocracia apenas sal¨ªa de sus palacios o cotos de caza de la periferia ¡ªm¨¢s de tres centenares¡ª y cuando raramente lo hac¨ªa, era tan solo para comer o cenar en un par de restaurantes de lujo de la carrera de San Jer¨®nimo, cuyos accesos congregaban enjambres de personas menesterosas en busca de limosnas que los carruajes de aquellos apartaban con furia de su camino.
Tras confirmarse en 1906 la rotunda insuficiencia de alojamiento para albergar a los m¨¢s de 3.000 ilustres invitados a las bodas del joven rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg, surgi¨® por iniciativa regia la idea de dotar a Madrid de algunos hoteles de lujo.

En aquella situaci¨®n, prosper¨® la iniciativa de erigir un gran hotel. El lar elegido ser¨ªa el que fuera considerado desde el siglo XVII como el mejor predio de Madrid, el solar que ocupara el palacio del duque de Lerma, valido de Felipe III, luego de su hijo el duque de Medinaceli: se hallaba frente al paseo del Prado y al viejo palacio del Buen Retiro; junto a la fuente de Neptuno ¡ªla m¨¢s bella de Europa, seg¨²n algunos¡ª; ante el Congreso de los Diputados; a un suspiro de donde moraron Cervantes, Lope y Quevedo y a un paso de los templos de los Jer¨®nimos y de Jes¨²s de Medinaceli.
La gran mansi¨®n se?orial de los Lerma-Medinaceli fue derruida y adquirida a comienzos del siglo XX por una compa?¨ªa belga, propietaria del Palace Hotel de Bruselas, que encarg¨® al arquitecto Edouard Niermans el anteproyecto de un gran edificio, cuya ejecuci¨®n ganaron por concurso el catal¨¢n Eduard Ferr¨¦s y la empresa de ingenier¨ªa Leon Mannoyer e Hijos. En marzo de 1911 comenzaron las obras, por cierto, una de las primeras de Espa?a en las que las estructuras ser¨ªan de hormig¨®n armado. Se erigi¨® un edificio de ocho plantas, m¨¢s tres subterr¨¢neas, muy semejante al legendario hotel Negresco de Niza, con una enorme ¡ªpero arm¨®nica¡ª fachada de m¨¢s de 150 metros a la plaza de Neptuno, rematada por dos tambores amansardados; otra fachada trasera miraba a la calle del Duque de Medinaceli y dos laterales, a las Cortes y a la calle de Cervantes.
Calendario festivo para un aniversario
El Palace celebrar¨¢ su centenario con una serie de actividades, entre septiembre y fin de a?o.
- Palace Hotel. Exposici¨®n en la que fot¨®grafos como C¨¦sar Lucas, Marisa Fl¨®rez o Javier Salas eligen una de sus instant¨¢neas favoritas tomadas en este edificio.
- 100 a?os de Palace. Fernando Vicente realiza un libro con ilustraciones de historias del hotel.
- Gastronom¨ªa. Cinco museos de la ciudad confeccionar¨¢n un men¨² hist¨®rico.
- Las 400 caras del Palace. Pau Garc¨ªa ha realizado una obra gr¨¢fica con im¨¢genes de los trabajadores del hotel.
- Palace Couture & Brunch. Trajes de dise?adores que han marcado la moda del siglo XX desfilar¨¢n bajo la c¨²pula acompa?ados de m¨²sica y brunch.
- Cumplea?os solidario. Cena de gala a beneficio de la Fundaci¨®n Aladina, que trabaja con ni?os enfermos de c¨¢ncer.
- Gala Fin de A?o. Diego Guerrero, con dos estrellas Michelin, asesor gastron¨®mico del hotel, realiza el men¨².
Tan solo 18 meses despu¨¦s, tras la encomienda al gran hotelero George Marquet de la organizaci¨®n interior del alojamiento, confort y decoraci¨®n ¡ªprimar¨ªa el llamado estilo Luis XVI luego integrado en el llamado Belle ?poque¡ª, el hotel fue inaugurado. Fue el 20 de septiembre de 1912. El rey acudir¨ªa d¨ªas despu¨¦s a un brindis inaugural.
Era un edificio plurifuncional, con comercios de lujo, restaurantes, oficinas y, posteriormente, cine, a sumar a su condici¨®n de hotel. En el interior ¡ªhoy cuenta con 467 habitaciones, 50 de ellas suites¡ª dispon¨ªa de puertas de caoba, mobiliario en maderas nobles, ajuares de lino, cortinas de organza, ba?o con ba?era de f¨¢brica, adem¨¢s de centralita y tel¨¦fono individualizado en cada estancia, as¨ª como cuberter¨ªa de plata y selecta cocina. Todo ello otorgaba al hotel un gran atractivo, incrementado por un servicio esmerado, racionalizado al m¨¢ximo por sus empleados ¡ªhoy llegan a 360 los fijos, m¨¢s 140 eventuales, de 20 nacionalidades¡ª. Sus salones de caf¨¦ y de baile; sus pasillos alfombrados con labores de la Real F¨¢brica de Tapices y sus vitrales de la casa Maumejean, como la enorme b¨®veda acristalada que cubrir¨ªa su rotonda columnada, seduc¨ªan a sus hu¨¦spedes.
El primer cliente, Leopold Ghende, belga, ocup¨® el 21 de septiembre de 1912 la habitaci¨®n 141 y pag¨® 7 pesetas con 5 c¨¦ntimos. La pensi¨®n completa costaba 12,50 pesetas. Hoy, el precio b¨¢sico aproximado de una habitaci¨®n es de 230 euros (casi 40.000 pesetas). Entre 1920 y 1930, uno de los clientes habituales del hotel ser¨ªa Juan March, que realiz¨® all¨ª jugosos tratos de compra de crudo ruso.
Durante 16 a?os, el escritor y periodista Julio Camba, amigo de March, se aloj¨® en la habitaci¨®n 383. La vida privada de los hu¨¦spedes era celosamente sellada por un servicio uniformado generalmente de azul celeste, botones de gorro plano y porteros de librea de entorchados, discretos y silenciosos.
En 1915, se hab¨ªa hospedado en el hotel la holandesa Margarita van Zeele (1876-1915), conocida como Mata Hari y experta en sugerentes danzas javanesas; tan solo unos meses despu¨¦s ser¨ªa ejecutada en el penal de Vincennes por supuesto espionaje a favor de la Alemania del k¨¢iser Guillermo. Por el hotel desfilaron Albert Einstein y Marie Curie, conferenciantes invitados por la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. Posteriormente lo har¨ªan Salvador Dal¨ª, Garc¨ªa Lorca y Bu?uel, hu¨¦spedes burgueses de la Residencia de Estudiantes que comparec¨ªan all¨ª en la escena social madrile?a.

En 1936, al estallar la Guerra Civil espa?ola, el hotel fue transformado en hospital de sangre para las tropas republicanas. Clientes y visitantes contemplaron con horror el bombardeo por parte de escuadrillas de la Legi¨®n C¨®ndor de la Luftwaffe, la aviaci¨®n nazi, contra un circo instalado en el cercano paseo del Prado, con bombas incendiarias como las que arrojaron sobre el techo del tan pr¨®ximo Museo del Prado y la Biblioteca Nacional. Hubo numerosas v¨ªctimas. Los animales que no fueron despedazados huyeron aterrorizados por las calles aleda?as. Al concluir la guerra el hotel fue incautado por las tropas carlistas.
Con el tiempo, el edificio del Palace ir¨ªa incorporando innovaciones. La compa?¨ªa a¨¦rea Iberia fij¨® durante d¨¦cadas en la planta baja sus oficinas madrile?as, de donde part¨ªa una l¨ªnea de autobuses hacia el aeropuerto de Barajas. En la fachada que mira a la carrera de San Jer¨®nimo abri¨® sus puertas el select¨ªsimo cine Palace.
Mar¨ªa A. Ur¨ªa, de 70 a?os, relata su boda en Los Jer¨®nimos en 1963 y el ¨¢gape en el sal¨®n Medinaceli del Palace. ¡°En verdad, fue un c¨®ctel, bebidas, canap¨¦s y baile con orquesta de 16 m¨²sicos. El convite cost¨® 31.000 pesetas, exactamente¡±.
El car¨¢cter cosmopolita del hotel atra¨ªa hacia sus hu¨¦spedes la avidez de intercambio privado e informal de d¨®lares durante los a?os de crudas carencias de divisas. Era habitual ver frecuentar el Palace a actores como Edward G. Robinson y actrices como Lauren Bacall y, a?os despu¨¦s, a estrellas del rock como Bruce Springsteen. El protagonismo hist¨®rico estelar lo adquiri¨® el Palace durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, convertido en cuartel general de la prensa ¡ªla habitaci¨®n 109 fue para TVE¡ª y de los negociadores.
Las estancias del Palace han procurado durante 100 a?os a sus clientes el confort silencioso y la voluptuosidad estimulante que el lujo brinda solo a quien ¡ªtan discriminadamente por la fortuna¡ª puede pag¨¢rselo.
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