?Qu¨¦ insumisi¨®n necesitamos?
Es en las empresas del conocimiento y no en el hormig¨®n y la burocracia donde est¨¢ el futuro
O¨ªr decir a nuestras instituciones que van a ser insumisas frente a las medidas de Rajoy tiene su cosa. ?Va en serio o es puro electoralismo, pensando en las nuevas elecciones? ?La insumisi¨®n es para seguir gestionando como hasta ahora o para lanzar un plan diferente de salida a la crisis?
En materia fiscal siempre hemos sido insumisos porque las normas fiscales vascas son diferentes de las espa?olas. Pero en el pasado se ha utilizado muchas veces esa insumisi¨®n fiscal en beneficio de las clases ricas, no de la justicia distributiva. ?O es que no es cierto que en materia de impuesto de sociedades aqu¨ª se beneficia m¨¢s a las empresas que en el resto del estado? ?O que la reforma del IRPF de Rajoy gravaba mucho m¨¢s a los ricos, que la que aprobaron nuestros PNV, Bildu y PSE-EE? ?A d¨®nde fueron a parar los millones extra recaudados gracias a la subida del IVA del gobierno Zapatero? A alimentar la vor¨¢gine de gasto en personal p¨²blico vasco, el cual no ha dejado de crecer en estos cuatro a?os de crisis y ha vuelto a crecer en el primer trimestre del 2012. ?Pues vaya insumisi¨®n!
La insumisi¨®n que necesitamos es aquella que traiga unas normas fiscales que recauden all¨ª donde hay m¨¢s dinero y que busquen ampliar la base fiscal. Por ejemplo, en estos momentos hay inspectores del Estado de Renania del Norte que est¨¢n en Suiza comprando bases de datos fiscales con listados de evasores alemanes. ?Por qu¨¦ nuestras instituciones no adoptan una postura similar? ?Es que acaso tienen miedo a atacar a los para¨ªsos fiscales?
En cuanto al nuevo IVA, ?por qu¨¦ no destinar ese exceso de recaudaci¨®n a crear un fondo de lanzamiento de actividades productivas en empresas con contenido tecnol¨®gico avanzado, que nos permita regenerar nuestro tejido empresarial?
Me parece correcta la posici¨®n de defender nuestro derecho a reorganizar el gasto en Osakidetza o en dependencia porque tenemos la competencia y no aceptamos que el gobierno central use la crisis para mermar nuestro gobierno. Desde luego yo prefiero ahorrar en Osakidetza por medio de medidas de gesti¨®n interna y lucha contra el absentismo que por la implantaci¨®n del copago.
Pero no me parece correcta la tendencia vasca a declararse insumisa en materia de salarios de los funcionarios, algo que ya desde las medidas de congelaci¨®n de los a?os 90 se sabe que es competencia estatal. La realidad es que en este tema nuestros pol¨ªticos han sido casi siempre insumisos y han preferido elevar ilegalmente los salarios de los funcionarios, desoyendo las sentencias o dej¨¢ndolas sin ejecutar, en busca del voto de un colectivo tan numeroso. Basta mirar las escalas salariales p¨²blicas y compararlas con los convenios colectivos vascos, para comprobar que el empleado p¨²blico vasco est¨¢ muy bien pagado, mucho mejor que el empleado privado y tambi¨¦n mucho mejor que el funcionario espa?ol equivalente. Por eso los funcionarios del INEM y de Justicia recientemente transferidos han pasado a cobrar un 35% m¨¢s.
Ni me parece adecuada nuestra tendencia a alardear del bajo d¨¦ficit p¨²blico vasco en comparaci¨®n con el estatal, porque en gran medida tal afirmaci¨®n se basa en un malentendido sobre el funcionamiento del Concierto Econ¨®mico. La realidad es que necesitamos endeudarnos masivamente para poder seguir funcionando con el actual ritmo de gasto, solo que ese endeudamiento masivo se hace ¡°a la sombra¡± del Concierto Econ¨®mico y no figura en nuestros balances, sino en los del Estado.
Pagamos muy poco cupo al Estado, en torno a los 500 millones de euros anuales, porque el sistema de concierto nos computa como pago indirecto al estado la cantidad equivalente al 6,24% del endeudamiento que haga la administraci¨®n central (unos 5.600 millones en el a?o 2011). Esa deuda masiva vasca que emite el estado en nuestro nombre nos hace parecer m¨¢s ricos, porque sirve para que nosotros no tengamos que dedicar nuestros impuestos al pago del cupo y porque esa deuda no figura en nuestro balance. Pero es una operaci¨®n de ingeniera contable, ya que esa deuda tendr¨¢ que ser pagada por los cupos de a?os futuros, cuando el gasto en deuda del Estado sea mayor que su endeudamiento. Es como si en una pareja casada en gananciales, un c¨®nyuge alardeara de no tener deudas, mientras oculta que es su marido el que se endeuda en nombre de los dos y que ser¨¢n los dos quienes tendr¨¢n que pagar conjuntamente la deuda.
Nuestro modelo de lucha contra el d¨¦ficit deber¨ªa combinarse con un relanzamiento de las actividades productivas con futuro y eso nos exigir¨ªa ahorrar much¨ªsimo m¨¢s de lo que propone Rajoy, abandonando proyectos de grandes infraestructuras que carecen de rentabilidad, como el Puerto de Pasajes o la Y vasca, (que por falta de conexiones con el exterior se va a convertir en un tren de cercan¨ªas muy r¨¢pido pero irrentable). Hollande ha parado la l¨ªnea del TGV que iba a unir Lyon con Tur¨ªn por falta de rentabilidad y la ministra de Fomento reconoce que hay much¨ªsimas estaciones de AVE en Espa?a por las que no pasan m¨¢s que dos trenes a la hora, cuando deber¨ªan pasar 12. Es en las empresas basadas en el conocimiento y no en el hormig¨®n y en la burocracia donde est¨¢ nuestro futuro. Esa es la insumisi¨®n que necesitamos.
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