Mon¨°ver, espejo del drama del paro

Mon¨°ver, la tierra natal de escritor Azor¨ªn, es una peque?a localidad del interior de Alicante, camino hacia Madrid, de algo m¨¢s de 10.000 habitantes. Su motor econ¨®mico tradicionalmente han sido los sectores del calzado, el m¨¢rmol y la agricultura, pero la crisis se los ha llevado por delante y su hundimiento cercena las esperanzas de los trabajadores de la localidad. La tasa de paro registrado, de 16 a 64 a?os, es del 27%, 11 puntos m¨¢s que la media de la provincia de Alicante, seg¨²n datos del Ministerio de Empleo correspondientes al mes de marzo de 2011

Mon¨°ver pas¨® de 2008 a 2009 de 1.417 parados a 2.202. Un total de 800 personas perdieron su empleo en un a?o. Fue un golpe tremendo para la econom¨ªa local de este municipio cuya poblaci¨®n activa se reduce a 8.500 personas. A primera hora de la ma?ana, en el pueblo apenas hay actividad, empiezan a abrir los pocos comercios que resisten a la crisis. Francisco Mart¨ªnez, lleva 40 a?os regentando un puesto de venta de peri¨®dicos en la plaza del Ayuntamiento, y resume gr¨¢ficamente lo que ha pasado. ¡°El calzado y el m¨¢rmol se han hundido y nosotros tambi¨¦n¡±.

El alcalde, Salvador Poveda, del PP, admite que todos los d¨ªas alguien acude a ¨¦l o alg¨²n concejal para ¡°pedirnos trabajo¡± porque la crisis ¡°afecta a todos¡±. No obstante, reconoce que ¡°si las estad¨ªsticas de desempleo fueran ciertas tendr¨ªamos un serio problema de convivencia, la gente se echar¨ªa a la calle, y ahora los bares est¨¢n vac¨ªos porque est¨¢n trabajando en alg¨²n sitio¡±. El regidor evita pronunciar la palabra clave, pero reconoce que el sustento de cientos de familias es la econom¨ªa sumergida.

Paco Pic¨®, portavoz del PSPV-PSOE en la oposici¨®n municipal de Mon¨°ver, reconoce que la econom¨ªa sumergida es la base que permite respirar a muchas familias. ¡°Aqu¨ª las mujeres siempre han cosido en casa los zapatos¡±, reconoce.

?lvaro L¨®pez, de 32 a?os, no trabaja desde septiembre de 2009. Siempre estuvo ocupado, abandon¨® los estudios a los 16 y empez¨® a trabajar en una f¨¢brica de zapatos, durante 9 a?os, y luego en una empresa de troquelados. ¡°Pero se acab¨®, la cosa cada d¨ªa est¨¢ peor y no encuentro nada¡±, admite este joven con estudios b¨¢sicos. ?lvaro, natural de Mon¨°ver, reconoce que ha ido a Elche, Alicante y ¡°cualquier sitio a buscar trabajo, pero solo me dieron tres meses en una cristalera de Salinas donde me conoc¨ªan¡±. Ahora se ha apuntado a un curso de inform¨¢tica para ¡°no aburrirme y aprender algo¡±.

En Mon¨°ver solo hay un pol¨ªgono industrial, El Pastoret. Un empresario del calzado ten¨ªa hace cuatro a?os m¨¢s de 35 trabajadores, ahora apenas 10. Recuerda que hab¨ªa 75 empresas del calzado y ahora solo hay cinco. ¡°Los bancos no financian, la gente no tiene dinero y hay poca demanda¡±, afirma.

Iv¨¢n L¨®pez tiene 20 a?os y encarna el drama social del paro juvenil. Nunca ha trabajado, ni ha estado contratado: ¡°Me han llamado de alguna f¨¢brica para hacer horas, pero poco tiempo y mal pagado¡±.