Un foco de distinci¨®n en la playa
La clase de Metronomy despunta en la primera noche del Arenal Sound
La homogeneizaci¨®n de los festivales de perfil medio est¨¢ acabando con el concepto de acontecimiento aplicado al directo. Cuando los carteles de los cert¨¢menes de nuestra costa se tornan cl¨®nicos, incurriendo en la repetici¨®n de nombres como apuesta sobre seguro, es tarea casi imposible retener en la memoria momentos que, escapando de la rutina, aporten un plus de singularidad que trascienda su condici¨®n de meros salvoconductos l¨²dicos. Ocurre que a veces se cuelan bandas que, como por ensalmo, saben hacer bailar al personal al tiempo que exhiben su cuajo de propuesta que sabe leer el pasado para arrojar luz sobre el futuro. Esa cualidad, cada vez m¨¢s cara, que algunos hasta hace poco llamaban retrofuturismo. El Arenal Sound, con sus m¨¢s de 40.000 j¨®venes abnegadamente dispuestos a repetir las estrecheces del a?o pasado por mor de una fiesta sin fin, no es una excepci¨®n. Y habr¨¢ que dar las infinitas gracias a Metronomy por haber salvado la noche del jueves, luciendo chaqu¨¦ en un recinto que hasta entonces se prestaba mucho m¨¢s a exhibir camiseta de tirantes.
Hasta entonces, los tres escenarios anexos a la playa de Burriana hab¨ªan mostrado la foto fija de esa cierta escena filoalternativa hispana que copa nuestros escenarios en verano. Hola a Todo el Mundo sacaron ese m¨²sculo de tintes neo¨¦picos que tan bien funciona en estas citas y que trasciende el folk heterodoxo de sus primeros pasos, en un set notable. Los murcianos Second hicieron, una vez m¨¢s, honor a su nombre: eternos aspirantes con buenas maneras para canciones as¨¦pticas. La personalidad que les falta s¨ª parecen tenerla los vallisoletanos Cosmic Birds, aunque tuvieran que marcarse una versi¨®n del Rolling In The Deep de Adele para captar la atenci¨®n de un p¨²blico que les desconoc¨ªa. Love Of Lesbian, por su parte, ofrecieron su versi¨®n m¨¢s sobria posible, siempre que obviemos el brochazo grueso de su ¨²ltimo cuarto de hora. Su concierto fue m¨¢s consistente que el de la pasada Feria de Julio, aunque su sonido siga sin deslindar matices en recintos tan amplios. Pero ?qui¨¦n necesita matices cuando la masa solo demanda sus cinco minutos de gloria, aquellos con los que desgastar zapatilla al ritmo del impepinable single de rigor? Quiz¨¢ por eso el alborozo estalla con la patillera Toro (El Columpio Asesino) y la desbandada comienza ante los primeros acordes de su versi¨®n de Vamos (de unos tales Pixies). Quiz¨¢ tambi¨¦n por ello los eficientes Mendetz recurran al eurodance de Freed From Desire de Gala.
Lucieron chaqu¨¦ en un recinto hasta
Todo ello, por suerte, qued¨® en nada ¡ªantes de que Crystal Fighters pusieran patas arriba el recinto con su batidora r¨ªtmica, saturada de bajos¡ª ante la exhibici¨®n de clase de Metronomy. Tan deudores del concepto esc¨¦nico de Devo como del soul sint¨¦tico de Hall & Oates o del legado indie americano de los noventa, edificaron una ejemplar lecci¨®n sobre c¨®mo sacar a¨²n m¨¢s partido a un disco tan elegante como The English Riviera, de forma org¨¢nica y sin fuegos de artificio. No sobr¨® absolutamente nada en su extraordinario concierto, tan distinguido en su entorno como bailar claqu¨¦ en un estrado de danzas regionales. Y la comparaci¨®n no es gratuita, porque juegan en otra liga. Menci¨®n aparte, dentro de un cuarteto de excepcionales m¨²sicos, para su bater¨ªa Anna Prior: imposible conjugar tanta pericia (como percusionista y vocalista) y estilo en una sola persona. Deliciosa. Y deliciosos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.