La reiteraci¨®n de lo extraordinario
La capital del Alt Maestrat ultima los preparativos para el gran teatro barroco del Sexenni
Este lugar no pertenece a ning¨²n hombre del mundo, sino a un rey¡±, fue uno de los cumplidos que dirigi¨® a Morella Jaume I al reclamar la ciudad a don Blasco de Alag¨®n. Lo narra en El Llibre dels Fets. El otro fue: ¡°Es un castillo que vale tanto como un condado con sus posesiones¡±. Era como un certificado real de la grandeza que acompa?ar¨ªa a Morella a lo largo de siglos y que ilustrar¨ªa su esplendor con la imagen de Vicent Ferrer, el papa Benedicto XIII y el rey Fernando el de Antequera reunidos en 1414 en la villa para acabar con el cisma de Occidente.
No obr¨® este milagro San Vicent porque el Papa Luna se mantuvo en sus trece, pero s¨ª dej¨®, al parecer, huella el santo en la casa Rovira de la calle de la Virgen, donde una estampa cuenta hoy c¨®mo Ferrer obr¨® el prodigio de resucitar a ¡°un ni?o que su madre enajenada hab¨ªa descuartizado y guisado en obsequio del santo¡±, durante su estancia de esos meses.
La decadencia y la ausencia de un gran acontecimiento colectivo se rompieron en 1670 con la decisi¨®n de recurrir a la Virgen de la Vallivana para librarse de una grave epidemia. La Virgen cumpli¨®, la autoridad civil se hizo eco del clamor popular y se comprometi¨® a dedicarle un novenario cada seis a?os. ¡°La fiesta de Morella se basa en un acontecimiento extraordinario y es por ello extraordinaria, muy propia del Barroco¡±, apostilla Abel Soler, autor con Sergi G¨®mez del gran libro divulgativo del Sexenni, publicado en T¨¤ndem.
Pistas
Para llegar. Si se circula por la autopista AP-7 hay que tomar la salida Vinar¨°s y tomar la N-232 hasta llegar a Morella. Desde Castell¨®n se puede acceder a trav¨¦s de la C-238 para enlazar posteriormente con la N-232 en direcci¨®n a Morella.
Para disfrutar. Aunque no han parado de celebrarse actos durante todo el mes, el programa del Sexenni en sentido estricto comienza el 16 de agosto. Ese d¨ªa a las 19.00 se produce la importante entrada oficial de las colonias Catalanomorellana y Morellanos Ausentes. El s¨¢bado 18 es la entrada de la Virgen de Vallivana. El domingo 19 es d¨ªa para ver el escenario teatral en todo su esplendor, con el Retaule por las calles de la ciudad a mediod¨ªa y la gran procesi¨®n por la vuelta general a media tarde. Cualquiera se puede descargar el programa del Sexenni, que culmina el d¨ªa 28, nada m¨¢s entrar en www.morella.net.
Para completar. La informaci¨®n de la oferta gastron¨®mica, hostelera, patrimonial y natural que ofrece la web http://www.morellaturistica.com es excelente.
Para leer. La historiograf¨ªa del Sexenni es muy antigua. Para acercarse a la fiesta desde una perspectiva plenamente divulgativa se puede leer El Sexenni de Morella, publicado por T¨¤ndem en 2006 y escrito por Sergi G¨®mez y Abel Soler, una s¨ªntesis rigurosa de lo mucho escrito antes.
Para explorar. Una escapada recomendable desde Morella, si se tiene tiempo, es al Parque Natural de La Tinen?a de Benifass¨¤. Se toma la N-332 en direcci¨®n Alca?iz-Zaragoza. Tras pasar el puerto de Torre Mir¨®, se toma el desv¨ªo a la derecha hacia Castell de Cabres y El Boixar hasta llegar a Fredes.
Como otras ciudades que tuvieron una importancia hist¨®rica mayor, cual es el caso de Orihuela con su Oriol y X¨¤tiva con su Corpus, Morella rememora con esta fiesta un pasado glorioso; con la particularidad que supone la reiteraci¨®n de lo extraordinario. ¡°Como barroca, la celebraci¨®n conllevaba un engalanamiento, una teatralidad y una pompa caracter¨ªsticas que, en el caso de Morella¡±, matiza Soler, ¡°no se queda en lo extraordinario sino que se quiere repetir y eso le da una nueva dimensi¨®n¡±.
La reiteraci¨®n sexenal muestra la constancia y capacidad de planificaci¨®n de un pueblo que no es solo Morella, sino todo su entorno e incluso la di¨¢spora, como bien prueba la participaci¨®n regular y entusiasta de la inmigraci¨®n catalanomorellana surgida de la crisis agr¨ªcola de principios del XX. La fiesta es Morella en su m¨¢xima expresi¨®n. Todos participan de acuerdo al gui¨®n teatral y como indica la historia de la representaci¨®n gremial, hoy actualizada. ¡°El protocolo es muy t¨ªpico del barroco¡±, constata Soler. ¡°La organizaci¨®n estamental, los caballeros, los oficios, los gremios, cada uno ten¨ªa su orgullo, el deseo de mostrar lo ganado a lo largo del a?o; compet¨ªan los diferentes estamentos, qui¨¦n iba delante y qui¨¦n iba detr¨¢s¡±. Esta dial¨¦ctica pes¨® en el origen de la fiesta, con el poder civil apostando por agosto y el religioso por mayo y sus flores.
Ahora que el Ayuntamiento est¨¢ digitalizando el rico archivo Pascual, con instant¨¢neas que datan de hasta finales del XIX, y aprovecha la similitud entre las im¨¢genes antiguas y las actuales de la fiesta para promocionar el Sexenio y su fidelidad al pasado. Hay cosas que apenas cambian, algunas desde hace siglos. ¡°Los volantins, unos ninots que giran en la calle de la Font, datan de 1702 y hacen lo mismo en el mismo sitio que entonces¡±, ejemplifica Abel Soler.
Y lo mismo pasa con la Media Naranja, documentada como tal en 1856. Hay elementos comunes con otras fiestas valencianas, como en las danzas. Y hay cosas ¨²nicas, modernas y originales, como el uso del papel en lugar de flores y enramadas. Pero si hay algo ¨²nico, por encima de todo, es el escenario, un marco arquitect¨®nico vinculado a la fiesta de siempre hasta convertirla en un archivo viviente y din¨¢mico espectacular, como todo en el Barroco.
Tan vivo y din¨¢mico como los j¨®venes que mayoritariamente protagonizan el lipdub (videoclip con sincronizaci¨®n colectiva de movimientos de labios al son de una canci¨®n) promocional de este a?o usando la deliciosa Alegr¨ªa del grupo Ant¨°nia Font mientras la c¨¢mara vuela a trav¨¦s de las calles y entre los actores de la fiesta. Una invitaci¨®n encantadora a sumergirse en la piscina de la historia y a convertirla un d¨ªa de estos en patrimonio inmaterial de la humanidad, como expresi¨®n del gran teatro barroco y festivo del pueblo, como Algemes¨ª en el centro y Elche en el sur del Pa¨ªs Valenciano.
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