Paisaje agrario con parque al fondo

Que en esta ¨¦poca del a?o haya agua o no en El Fondo depende de factores tales como las necesidades de riego, que gestiona la Comunidad de Riegos de Levante, y la disponibilidad de caudales, como aclaran a los visitantes los responsables del parque natural. ¡°En los ¨²ltimos a?os se ha quedado pr¨¢cticamente seco, pero de momento¡±, explicaban los monitores a principio de agosto, ¡°tenemos un buen nivel de agua¡±. Una visita a Elche, y m¨¢s ahora, es sin¨®nimo de Misteri (d¨ªas 14 y 15) y Palmeral. No obstante, la mitad del territorio de la tercera urbe valenciana se dedica al cultivo. Ese mundo agr¨ªcola pr¨®ximo a la Bas¨ªlica, pero ignorado normalmente por el visitante, merece una escapada que, por coherencia, deber¨ªa pasar antes por el parque natural del Fondo.

Hablamos del segundo humedal valenciano en importancia. Un lugar donde el silencio acaricia la piel o es roto por murmullos vol¨¢tiles y donde sorprende ver en lontananza, desde un ensombrado observatorio de madera, una interminable gran mancha de flamencos refresc¨¢ndose en el embalse de Levante. Pero ¡°flamencos se pueden ver pr¨¢cticamente todo el a?o, aunque a finales de septiembre la mayor¨ªa suele emigrar a zonas de ?frica para invernar¡±, anota un t¨¦cnico. M¨¢s relevante desde el punto de vista ecol¨®gico es contemplar al pato malvas¨ªa cabeciblanca, que re¨²ne aqu¨ª una de sus principales colonias mundiales. Estamos en el itinerario ornitol¨®gico, el ¨²nico que requiere concertar previamente la visita en el Centro de Informaci¨®n y que invita a ver en acci¨®n aves de nombres diversos, intimidantes unos, como la garza imperial y el bigotudo; r¨ªtmicos otros, como el martinete, o nutritivos algunos, como la garcilla cangrejera. As¨ª hasta 30.000 ejemplares en invierno.

Este paisaje protegido es casi un milagro, ya que es parte de la antigua Albufera de Elche que desapareci¨® por el aterramiento natural del terreno y variados drenajes, en especial los del Cardenal Belluga (siglo XVIII) para la colonizaci¨®n y cultivo de amplias extensiones de tierra. Para regar los campos y lavar las sales se hicieron los embalses. Al lado, se extienden ¡°multitud de huertas con variedad de producciones¡±, escrib¨ªa Pascual Madoz en 1845 sobre el Campo de Elche, el paisaje contiguo al Fondo. Madoz ve¨ªa gentes que ¡°sienten los contratiempos mas no desalientan porque conocen la bondad del suelo que cultivan y saben que acudiendo las aguas les faltar¨¢n graneros para guardar sus frutos¡±.

Hay un creciente movimiento por preservar y difundir los valores del campo, en el que descolla la Asociaci¨®n para el Desarrollo del Camp d¡¯Elx (ADR), que integra varios colectivos. ¡°Intentamos que el territorio no se nos vaya de las manos¡±, dice Marga Guill¨®, su coordinadora. Habla de un paisaje rico en patrimonio arquitect¨®nico, gastronom¨ªa, cultura agr¨ªcola, rural e hidr¨¢ulica y potencial tur¨ªstico sostenible. Acorde con los criterios fijados en el Manifiesto de Guardamar de 2009, donde numerosas entidades defend¨ªan ¡°las acequias, los azarbes y los sistemas de riego tradicionales¡±. Marga Guill¨® recuerda que ¡°donde hay m¨¢s huertos de palmeras que mantienen el trazado y sistema de riego ¨¢rabe es en la margen derecha del Vinalop¨®¡±, una imagen que ¡°da m¨¢s personalidad al Fondo¡±.

Desde la ADR facilitan rutas tem¨¢ticas, la primera la del agua, pero tambi¨¦n recorridos que llegan hasta otros espacios naturales, como Las Salinas y el Clot de Galvany. Son muchas las sorpresas agradables que esperan a lo ancho de este gran territorio rural, que van desde la bodega Faelo, donde Jaime Soto hace el vino de forma artesanal, pisando la uva, hasta la almazara tradicional del Huerto del Tendre, de 1839, pasando por casas se?oriales modernistas en medio de la huerta. No menos estimulante resulta el proyecto de parque natural agrario impulsado por la Comunidad de Regantes de Carrizales, que pretende proteger ¡°los valores naturales, culturales y paisaj¨ªsticos con la actividad rural y el uso social del territorio¡± y cuya propuesta ecotur¨ªstica contempla ¡°la puesta en valor y uso recreativo de la red de azarbes y caminos¡± de esta partida. Son iniciativas que refuerzan lo que describiera Madoz: ¡°Los afueras de la poblaci¨®n son bastante deliciosos¡±, con ¡°canales de riego¡± que ¡°serpentean por doquier, las muchas casas de campo que pueblan todo aquel territorio, la animaci¨®n continua que se nota en los caminos y veredas¡±.