¡°Solo pedimos vivir como personas¡±
Ocho familias ocupan viviendas de protecci¨®n oficial en Alfafar. El IVVSA les comunic¨® el jeuves que va a proceder al desalojo
¡°S¨®lo queremos vivir como personas¡±, repite constantemente Pedro Cort¨¦s, un vecino de Alfafar de 22 a?os. Este joven, casado y en espera de un beb¨¦, pertenece a una de las ocho familias que ocuparon hace un mes varias de las viviendas de protecci¨®n oficial situadas en el barrio de La Fila de esta localidad valenciana. El jueves, un inspector del Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa) se present¨® junto a dos agentes para avisarles de su inminente desalojo. Hasta ahora no ha ido nadie, pero ellos aguardan intranquilos y protestan por su derecho a un techo bajo el que poder dormir.
Desde aquel d¨ªa en el que ¡ªseg¨²n cuentan los vecinos, que se arremolinan en cuanto escuchan hablar sobre el tema¡ª el responsable de consejer¨ªa les avis¨® de su posible futuro, varias pancartas cuelgan de las rejas de estos cuatro bloques. ¡°Cuando la vivienda es un lujo, la ocupaci¨®n es un derecho¡± o ¡°Tenemos hambre de vivir como todos¡± son algunos de los mensajes. ¡°Yo ver¨ªa injusto meterme en un piso vac¨ªo y no pagar nada mientras los otros lo hacen¡±, comenta Cort¨¦s, ¡°pero aqu¨ª queremos estar de legal. Pagamos la luz, el agua y la comunidad¡±.
Estas viviendas, construidas hace d¨¦cadas, albergan a 96 familias y fueron distribuidas entre personas con pocos recursos. El pago mensual ronda los 80 euros, pero var¨ªa dependiendo de la media de ingresos por n¨²cleo familiar. Algunas se han ido quedando vac¨ªas a lo largo del tiempo y la consejer¨ªa, seg¨²n indican, no las ha repartido. ¡°Yo llevo tres a?os pidi¨¦ndolas y no me han hecho ni caso¡±, contin¨²a Cort¨¦s. ¡°Al final parece que tengas que pegar una patada para que te escuchen¡±, se?ala. Este chico dice que ha llegado a estar un mes durmiendo con su mujer en un coche abandonado porque no cab¨ªan con sus padres.
La consejer¨ªa alega que las casas no est¨¢n en condiciones habitables, pero al entrar se observa que no existe ning¨²n peligro. ¡°Lo ¨²nico que nos encontramos fue algo de suciedad por estar cerradas, pero hay de todo¡±, se?ala Cort¨¦s. Efectivamente, los grifos funcionan, el ba?o y la cocina est¨¢n equipados y lo ¨²nico que faltan son las bombillas. ¡°Yo he enchufado dos para tener luz, pero no me atrevo a poner l¨¢mparas por si me tiran¡±, expresa el inquilino.
La reivindicaci¨®n apunta a tener una vivienda donde ¡°vivir como personas¡± porque, seg¨²n aseguran, est¨¢n ¡°peor que los animales¡±. Ni siquiera es una cuesti¨®n de cercan¨ªa. Ellos, advierten, se muestran dispuestos a irse a otras poblaciones a pesar de que casi todos los habitantes de la conocida popularmente como ¡°finca roja¡± son parientes o conocidos. ¡°No nos importa que nos la den en La Coma¡±, protestan, ¡°lo que queremos es tener sitio donde estar con nuestros hijos¡±.
Su empe?o es tal que Cort¨¦s ha redactado, de su pu?o y letra, una petici¨®n a la consejer¨ªa para que les asigne los inmuebles vac¨ªos. Para entregarla ha recogido 67 firmas de vecinos e insiste en que casi todos est¨¢n conforme. ¡°los ¨²nicos que faltan es porque les he pillado fuera¡±, lamenta mientras dice que ¡°ninguno de los que viven aqu¨ª tiene trabajo¡±. Lo ratifica Yolanda Camacho, una mujer que lleva 27 a?os viviendo aqu¨ª con su madre y 10 con piso propio. Ahora mismo, su hija, de 22 a?os, est¨¢ embarazada de dos meses. Es otra de las ocupantes. Reconoce que tiene miedo de que la echen y confiesa que algunas noches duerme con ella porque no quiere que llegue la polic¨ªa ¡°y le pueda pasar algo al ni?o¡±.
Mientras ense?a su casa, varios acompa?antes apuntan al descampado y al patio de detr¨¢s de los edificios. ¡°Todo lo hemos recogido nosotros¡±, afirma Enrique, otro vecino, ¡°porque aqu¨ª no viene nadie a arreglar los jardines¡±. ¡°Lo que est¨¢ lleno de escombros es del Ayuntamiento, que no hace nada¡±, a?ade indicando con el dedo. ¡°Se han roto bajantes de tuber¨ªas y hay alcantarillas sin protecci¨®n que nadie viene a arreglar¡±, persisten.
Su situaci¨®n ha llamado la atenci¨®n de pol¨ªticos como Marina Albiol, de Esquerra Unida. La diputada mostr¨® ayer su apoyo a las familias de este barrio y destac¨® que ¡°en vez de desalojar a estas personas, lo que hace falta es encontrar una soluci¨®n¡±. ¡°Todo esto es fruto de la nefasta pol¨ªtica de vivienda del PP¡±, agreg¨®, ¡°que nos ha llevado a ser la primera autonom¨ªa en desahucios¡±. ¡°Es un contrasentido que, con 4.562 desahucios en el primer semestre de 2012, estas viviendas de protecci¨®n oficial est¨¦n vac¨ªas¡±, sentenci¨®. Tambi¨¦n cuentan con el apoyo de la Koordinadora de Kolectivos de Parke Alkosa, una agrupaci¨®n ciudadana que el viernes por la noche se uni¨® a la resistencia en caso de desalojo.
A pesar de las amenazas, estas familias no se piensan ir. En una asamblea espont¨¢nea, los residentes defienden la resistencia como forma de actuaci¨®n cuando vengan a echarles. ¡°No les vamos a tirar piedras o tomates, como hacen ellos¡±, opinan, ¡°pero nos vamos a plantar para que no entren¡±. ¡°Pretenden que se deteriore el barrio porque les sobra¡±. ¡°Queremos que se entere hasta Zapatero¡±, suelta uno. ¡°Mira c¨®mo estamos de olvidados, que no sabemos ni quien es el presidente del Gobierno¡±, le corrige otro.
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