¡®Strip-tease¡¯ de fiesta mayor

Agull¨®, un peque?o pueblo situado en el medio del valle de ?ger (Noguera, Lleida ), se convirti¨® el s¨¢bado por la noche en el reclamo m¨¢s atractivo de la zona. El municipio celebr¨® este fin de semana su fiesta mayor, pero el verdadero inter¨¦s del programa de fiestas para los visitantes no fue ni la cena popular ni el concurso de botifarra ni el tradicional bingo. El plato fuerte fue un strip-tease, que tuvo lugar en la media parte del baile nocturno del s¨¢bado.

El municipio, de 50 habitantes, fue testigo de c¨®mo el popular strip-tease resultaba ser una vez m¨¢s el gancho perfecto para atraer a los residentes y veraneantes de esta bella zona prepirenaica. En ese clima de verano, fiesta y diversi¨®n, unas 400 personas se reunieron el s¨¢bado en la ¨²nica plaza del pueblo para disfrutar de la fiesta, que ya es uno de los eventos m¨¢s esperados.

Pocos minutos despu¨¦s de las tres de la madrugada, lleg¨® el momento de alegrar la noche. El primer plato: una despampanante joven rubia. Con la plaza mayor llena de gente, una profesional del g¨¦nero, vestida de enfermera, subi¨® al escenario y comenz¨® a quitarse la ropa. Con la ayuda de un voluntario, quien no pod¨ªa disimular los nervios y el sonrojo, y una sutil combinaci¨®n de m¨²sica y baile, la striper se qued¨®, en unos minutos, totalmente desnuda.

Fueron momentos de mucha sensualidad e insinuaci¨®n, que ten¨ªan tambi¨¦n como p¨²blico entregado a un grupo de ni?os, ubicados en la primera fila del escenario y discretamente vigilados por sus padres. Apenas parpadeaban, at¨®nitos a ese espect¨¢culo in¨¦dito. En la mano, algunos sosten¨ªan su m¨®vil para inmortalizar el momento, en v¨ªdeo o fotograf¨ªa. Abuelas, j¨®venes o extranjeros tampoco se perd¨ªan detalle de lo que ocurr¨ªa en el escenario.

La polic¨ªa hace cada a?o la vista gorda sobre el espect¨¢culo p¨²blico

Pronto lleg¨® el segundo plato: el turno del chico. Y, con ¨¦l, los aplausos m¨¢s sonoros y los gritos m¨¢s entregados. Vestido con traje de marinero, relev¨® a la joven y comenz¨® su desnudo integral, poni¨¦ndose al sector femenino en el bolsillo. Como todo buen strip-tease, lleg¨® el momento de buscar a voluntarias para que le echaran una mano para quitarse la poca indumentaria que llevaba. Su primera candidata se qued¨® a las puertas del escenario, ya que supuestamente no alcanzaba la mayor¨ªa de edad. A continuaci¨®n, el joven hizo subir a dos mujeres que vivieron, con desmadre, su oportunidad de manosear un cuerpo escultural. Para una de ellas no era novedad porque en a?os anteriores ya hab¨ªa sido la elegida para tener sentando entre sus piernas al codiciado striper.

Sin embargo, el p¨²blico de Agull¨® ya es experto y exigente. Y qued¨® descontento con la actuaci¨®n de este a?o. La opini¨®n mayoritaria fue que hab¨ªa sido demasiado discreto. Esperaban un espect¨¢culo m¨¢s subido de tono, en la l¨ªnea de anteriores ediciones. ¡°Me he quedado con ganas de ver algo m¨¢s¡±, coment¨® un poco apenado Pere, quien a?adi¨® que el show ¡°le saca de su rutina¡±. Su mujer, Montserrat, explic¨® que tambi¨¦n hab¨ªa durado menos que en otras ocasiones. ¡°Solo cinco minutos, ha sido muy light¡±, lament¨®. ¡°Los profesionales no han estado a la altura, parec¨ªan poco experimentados¡±, se quej¨® Joan, un joven de Agull¨®, asiduo a la cita veraniega. ¡°Lo que han visto hoy los ni?os, lo pueden ver cada vez que encienden el televisor¡±, concluy¨®.

Estos shows con alta carga er¨®tica no est¨¢n permitidos en espacios p¨²blicos y con la presencia de menores de edad. Los hechos podr¨ªan ser constitutivos de un delito de exhibicionismo y provocaci¨®n sexual. No obstante, la polic¨ªa hace la vista gorda al tratarse de un espect¨¢culo ¨²nico y singular para el rec¨®ndito pueblecito de Agull¨®, que s¨®lo as¨ª puede centrar toda la atenci¨®n por un d¨ªa. Hace unos a?os, la polic¨ªa decidi¨® no intervenir si no hab¨ªa una denuncia. Agull¨® lleva con este espect¨¢culo desde hace casi una d¨¦cada. En 2007 tuvo lugar el espect¨¢culo m¨¢s pornogr¨¢fico de todos. Hubo gente que se escandaliz¨®. Las autoridades llamaron la atenci¨®n a los organizadores y, al a?o siguiente, rebajaron el tono.