El pir¨®mano de Vilopriu
Disputas vecinales podr¨ªan ser el detonante de dos d¨¦cadas de fuegos en la poblaci¨®n gerundense
La lluvia que cay¨® el pasado jueves intensifica el hedor de ¨¢rboles quemados a un lado y a otro de la GI-631. Los esqueletos de pinos carbonizados llegan al pie de la carretera. Es el efecto del fuego del 14 de agosto, entre la piscina y el n¨²cleo de Valldevi¨¤, en Vilopriu (Baix Empord¨¤). Las llamas afectaron 14 hect¨¢reas y obligaron a evacuar las casas de Valldevi¨¤. El incendio no cogi¨® a nadie por sorpresa: ¡°crema Vilopriu" (arde Vilopriu), ¡°foc a Vilopriu" (fuego en Vilopriu) se han convertido en recurrentes, lamenta una vecina de Valldevi¨¤ tras 20 a?os de fuegos, con la sospecha de los investigadores de que la gran mayor¨ªa son intencionados.
En dos d¨¦cadas, el Servicio de Prevenci¨®n de Incendios Forestales de la Generalitat contabiliza 194 fuegos en este municipio. ¡°Una cifra muy exagerada para la provincia de Girona¡±, afirman fuentes de la Administraci¨®n auton¨®mica. Detr¨¢s de muchos incendios se ve la mano de los pir¨®manos, y su investigaci¨®n se extiende a los municipios vecinos de Colomers (20 incendios desde 1992) y Garrigoles (diez fuegos en el mismo per¨ªodo). La afectaci¨®n forestal de los fuegos se limita a 190,78 hect¨¢reas, mientras que los fuegos agr¨ªcolas son unos 75. Desde 1992, tres hombres han sido se?alados como potenciales incendiarios, aunque la inc¨®gnita del qui¨¦n y el por qu¨¦ sigue abierta.
En el momento ¨¢lgido de los fuegos, entre 1995 y el 2002, el municipio de Vilopriu fue el origen de 156 incendios forestales; Colomers registr¨® 18 y Garrigoles, siete. La problem¨¢tica era preocupante, de modo que se destin¨® una dotaci¨®n de bomberos permanente en verano. Por entonces, el exalcalde de Vilopriu,? Pere Cos, y el exjuez de paz Joan Llu¨ªs Feliu, fueron investigados por ser sospechosos de los fuegos, pero todo qued¨® en nada.
Actualmente hay un imputado, el vecino del municipio colindante de Sant Jordi Desvalls (Giron¨¨s), Joan Portell, por haber provocado, supuestamente, cuatro incendios en marzo. Portell se declar¨® inocente y su letrado, Gregori Mart¨ªnez Palom¨¦, explica que est¨¢n pendientes de los an¨¢lisis de ADN de unas colillas de Ducados que se encontraron. El abogado ve d¨¦biles los indicios por un testigo que le vio en el bosque, ¡°un hecho que Portell no niega ya que se pasa la vida en el bosque¡±.
Pendientes de estos resultados, los pir¨®manos traen de cabeza a mossos d'esquadra, bomberos y agentes rurales. De 2004 al 2008, los fuegos dieron una tregua, pero desde entonces han rebrotado con 24 incendios en Vilopriu, seis este a?o. A pesar de las detenciones, la ausencia de resultados desespera a la poblaci¨®n, ya que los fuegos siguen, cuenta el alcalde de Vilopriu, Ferm¨ª Pi, quien a?ade que los incendiarios pueden venir de ¡°fuera del pueblo¡±.
Discrepa Joaquim Poch, barcelon¨¦s, hijo de una familia de Camallera y afincado hace 30 a?os en Valldevi¨¤. El d¨ªa 14 vio las llamas a escasos metros de su vivienda: "Evacuaron pero yo no me fui. Si se te quema tu jard¨ªn, ?tu te ir¨ªas?". S¨ª se le quem¨® material de obra que valora en 36.000 euros, la cabina de un barco y un ultraligero. ¡°Es el tercer a?o consecutivo que provocan un fuego en mi propiedad¡±, hecho que le lleva a pensar que detr¨¢s de los incendios hay intereses econ¨®micos, y una posible mano pagada que prende el fuego. La investigaci¨®n considera que las disputas entre vecinos ser¨ªan el detonante de estas dos d¨¦cadas de incendios.
Vilopriu es un peque?o municipio, a caballo entre la Costa Brava y la ciudad de Girona, y tan tranquilo que ni siquiera tiene una tienda de comestibles o un bar. As¨ª, no se encuentra a nadie por la calle el viernes por la ma?ana. Por la tarde, Cristina, que lleva siete a?os con una segunda residencia, desea el fin de los fuegos y considera que a los pir¨®manos les gusta llamar la atenci¨®n, pues algunos fuegos se han producido alrededor de la fiesta mayor o, como el 21 de julio, cuando se celebraba un concierto en la iglesia. A ¨¦l asisti¨® Joaquim Costa, de 90 a?os, quien entiende que ya se ven las llamas como un ¡°espect¨¢culo¡±. ¡°Llev¨¢bamos (con su esposa) un rato sentados, y nos extra?¨® que no hubiera nadie: todos estaban afuera viendo el fuego". Para Costa, ¡°es un misterio que nadie sabe de d¨®nde viene¡±.
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