El independentismo catal¨¢n logra una hist¨®rica exhibici¨®n de fuerza
La Guardia Urbana cifra en un mill¨®n y medio de personas los asistentes a la manifestaci¨®n La presidenta del Parlament anuncia que Mas se reunir¨¢ con los organizadores en breve
Barcelona ha vivido este martes una exhibici¨®n independentista sin precedentes, pac¨ªfica y sin un solo incidente. La manifestaci¨®n de la Diada reuni¨® a centenares de miles de personas procedentes de Catalu?a. Fue una explosi¨®n secesionista, en la que participaron gentes de todas las edades y extracci¨®n social, que recorrieron el centro de Barcelona reivindicando la independencia. Con dos millones de asistentes, seg¨²n los organizadores; 1,5 millones, seg¨²n la Guardia Urbana, y unas 600.000 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de EL PA?S, a las siete de la tarde, la manifestaci¨®n rompi¨® todas las previsiones y super¨® num¨¦ricamente a la de 1977, que reivindic¨® el Estatuto, y dej¨® peque?a la de julio de 2010, en contra del fallo del Tribunal Constitucional que recort¨® varios art¨ªculos de esa norma.
Convocada por un grupo independentista, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), bajo el lema Catalu?a, nuevo estado de Europa, la marcha, transversal y que abarc¨® pol¨ªticamente desde Converg¨¨ncia a los ecosocialistas de Iniciativa (ICV-EUiA), sum¨® socialmente muchas sensibilidades con un denominador com¨²n: la independencia es la soluci¨®n para Catalu?a. Ya antes de empezar, el Paseo de Gr¨¤cia se vio desbordado, incapaz de absorber la marea humana roja, amarilla y azul, ya con senyeres o estelades (bandera independentista), ya fueran banderas o capas, que se dirig¨ªa al punto de salida. Al grito de in-inde-indep¨¨ndencia, Barcelona en realidad vivi¨® varias manifestaciones simult¨¢neas con cortejos en las calles paralelas al paseo.
La multitudinaria protesta dej¨® casi en anecd¨®tica la presencia del Ejecutivo catal¨¢n que desfil¨® casi al completo tras una bandera catalana. Solo faltaron los consejeros de Interior (Felip Puig) y de Justicia (Pilar Fern¨¢ndez-Bozal). El democristiano Josep Antoni Duran Lleida, que lleg¨® en silla de ruedas por una lesi¨®n de menisco, se apunt¨® a ¨²ltima hora y no se libr¨® de los abucheos.
Esta Diada marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s. Queda por ver si el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que el d¨ªa 20 se entrevistar¨¢ en La Moncloa con Mariano Rajoy, es capaz de administrar ese capital pol¨ªtico a la hora de plantearle la propuesta de pacto fiscal aprobada por el Parlamento catal¨¢n en julio. ¡°Desde fuera de Catalu?a deben escuchar con atenci¨®n lo que va a pasar hoy¡±, avis¨® Mas antes de la protesta. Y agreg¨® que har¨ªa suyo el clamor de la calle: ¡°Que escuchen lo que la gente pide, lo que la gente quiere y lo que la gente siente¡±. Y, a preguntas de un periodista de la BBC, a?adi¨® que sin el pacto fiscal ¡°el camino hacia la independencia est¨¢ abierto¡±.
Mas no quer¨ªa inicialmente expresarse con esa contundencia pero le irrit¨® el tono que emple¨® Rajoy al referirse al pacto fiscal, precisamente en la v¨ªspera de la Diada, cuando hasta ahora hab¨ªa despachado con evasivas el asunto. El presidente del Gobierno aludi¨® a que no era momento de ¡°algarab¨ªas, l¨ªos, pol¨¦micas y disputas¡± y que Catalu?a tiene graves problemas de d¨¦ficit, deuda y 700.000 parados. Pero la sensaci¨®n que tiene el Ejecutivo catal¨¢n es que si se ha visto abocado a pedir un rescate de 5.023 millones de euros es porque su tesorer¨ªa est¨¢ asfixiada por una financiaci¨®n injusta. Catalu?a descendi¨® en 2010 en el ranking de riqueza de las comunidades aut¨®nomas de la tercera a la octava posici¨®n tras hacer su aportaci¨®n al Estado. Ni socialistas ni populares se manifestaron pero ese diagn¨®stico no lo discuten. Ninguno de los dos partidos estuvo en la marcha pero la corriente catalanista del PSC desafi¨® a Pere Navarro y acudi¨®.
El Gobierno de CiU se ha volcado en intentar centrar el debate pol¨ªtico en torno al pacto fiscal como panacea y esa reivindicaci¨®n ha calado entre la ciudadan¨ªa como una lluvia fina. Fue el propio Mas el que anim¨® a salir a la calle, pero la respuesta le ha desbordado por completo. Espoleados por la crisis y el hartazgo de un Gobierno central, que buena parte de poblaci¨®n cree insensible a los problemas de Catalu?a, cientos de miles de personas dieron un paso al frente reclamando a Mas a trav¨¦s de un escrito entregado en el Parlamento catal¨¢n que inicie el proceso de secesi¨®n. La marcha super¨® ampliamente la representaci¨®n parlamentaria de los partidos soberanistas (14 diputados sobre 135) y falta ver si la Generalitat ser¨¢ capaz de gestionar ese caudal. Oriol Pujol, secretario general de Converg¨¨ncia, apunt¨® que ya no jugar¨¢n a las ambig¨¹edades. La pelota est¨¢ tambi¨¦n en el tejado de Rajoy, que gestiona, adem¨¢s, un momento crucial para Espa?a.
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