El ¡®catenaccio¡¯ en pol¨ªtica
En pol¨ªtica, como en el f¨²tbol, si juegas en contra de tus ideas y adem¨¢s pierdes, sufres una doble derrota
La pol¨ªtica del catenaccio goza actualmente de mucho r¨¦dito en Espa?a. Gobernar se ha vuelto una pr¨¢ctica defensiva, rocosa y que consiste en echar balones fuera. Los gobernantes han instalado el celebr¨¦ autob¨²s que coloc¨® Maturana en la porter¨ªa del Valladolid en los 90, y los ministros, consejeros y alcaldes se han metido en su ¨¢rea para defender desesperadamente un empate a cero frente a las arcas p¨²blicas. En pol¨ªtica, al igual que en el f¨²tbol, hay varios estilos para dirigir y hemos pasado de la alegr¨ªa presupuestaria a la austeridad m¨¢s absoluta: en dinero, en ideas y en dirigentes. La crisis econ¨®mica est¨¢ impidiendo que las personas que gobiernan tengan la capacidad de so?ar con un mundo mejor. En t¨¦rminos futbol¨ªsticos, han renunciado al juego bonito.
El reino del 0-0 se ha instalado en Espa?a, como dec¨ªa Jorge Valdano del f¨²tbol en la d¨¦cada de los 90. Los dirigentes gobiernan para empatar y se pasan el d¨ªa a la defensiva, jugando al patad¨®n y lanzando balones a las gradas de Bruselas. No se trata de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino de realizar un acto de sacrificio continuo. La pol¨ªtica se ha replegado en su ¨¢rea incapaz de contener la ofensiva contra el Estado del Bienestar que plantean las grandes corporaciones y la banca, que juegan en la Champions del poder junto a Alemania mientras Espa?a se instala en la zona baja de la segunda divisi¨®n con Grecia, Portugal e Italia.
Cuando el PSOE logr¨® mantener el poder en las elecciones andaluzas merced al acuerdo con IU, Gri?¨¢n prometi¨® distanciarse de la pol¨ªtica del catenaccio de Rajoy en el Gobierno Central y del estilo rampl¨®n del PP en la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas. Frente a ello, avanz¨® un juego pol¨ªtico ofensivo que garantizara una gesti¨®n m¨¢s ideol¨®gica y atrevida. La realidad est¨¢ a¨²n lejos de ese anuncio y las buenas intenciones no han impedido iniciar el curso escolar con 4.500 profesores interinos menos en los centros de ense?anzas. Quiz¨¢s, la crisis econ¨®mica no haya dejado otro camino. Para lo que no hay excusas, ni para Gri?¨¢n ni para Valderas, es para que ambos dirigentes hayan iniciado la legislatura saliendo a empatar el partido. Y, por tanto, no pongan m¨¢s ah¨ªnco en mejorar la visi¨®n de juego que tienen los andaluces de su clase pol¨ªtica y de la principal instituci¨®n que les representa, poniendo en marcha una reducci¨®n ejemplar del organigrama pol¨ªtico ¨Cla reducci¨®n de consejer¨ªas y delegaciones era francamente mejorable- ; una mayor ajuste en organismos p¨²blicos y cargos de confianza ¨Cson posibles m¨¢s recortes-, y m¨¢s pulcritud y transparencia en el gasto del poco dinero que va quedando.
Valdano ¨Cvolviendo al f¨²tbol- contaba que Bilardo, el entrenador de Argentina en el mundial de M¨¦xico 86, cre¨® un equipo con un juego tan anodino y automatizado que logr¨® la clasificaci¨®n frente a Rumania con un empate a uno de un cabezazo en un c¨®rner. Ante las cr¨ªticas por el mal juego de su equipo, Bilardo contest¨®: ¡°Hace 20 a?os que mi familia vive de los c¨®rneres al primer palo¡±. Algo parecido le ocurre al PSOE en Andaluc¨ªa desde hace tiempo, que mantiene el Gobierno amparado en los errores del contrario y aprovech¨¢ndose de las torpezas de su rival. La ¨²ltima ha sido la decisi¨®n de Rajoy de ningunear la petici¨®n de un anticipo de 1.000 millones de euros como adelanto de los impuestos que le transfiere el Estado, despu¨¦s de varias entregas a cuenta a otras comunidades aut¨®nomas. Gri?¨¢n y Valderas pueden afrontar la legislatura del catenaccio que plantea el Gobierno del PP y esperar los ¨²ltimos meses del mandato para lograr otra victoria p¨ªrrica en un c¨®rner en el descuento. O pueden optar por el atrevimiento y la ofensiva. En pol¨ªtica, como en el f¨²tbol, si juegas en contra de tus ideas y adem¨¢s pierdes, sufres una doble derrota.
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