La escalada soberanista zarandea al sector editorial
Fiscalidad, aranceles y cooficialidad o no del castellano, los escollos claves
Las declaraciones del presidente del grupo Planeta, Jos¨¦ Manuel Lara, quien afirm¨® que si Catalu?a fuera independiente trasladar¨ªa su editorial ¡°a Zaragoza, Madrid o Cuenca¡± porque ¡°no tiene sentido tener la sede en un pa¨ªs extranjero que habla otro idioma¡±, han zarandeado la bestial pregunta aletargada del sector: ?qu¨¦ har¨ªa la industria editorial de Catalu?a ante ese mapa pol¨ªtico?
No es un juego nimio: de los 2.800 millones de euros que aproximadamente factura el sector editorial en Espa?a, cerca de 1.200 millones, o sea, casi un 40%, lo generan las editoriales afincadas en Catalu?a, unas 288 como m¨ªnimo, que son las afiliadas al gremio en 2010. Por esas fechas, la edici¨®n aportaba el 31% del valor a?adido de las industrias culturales de Catalu?a y empleaba al 25% de los que trabajan en ese ¨¢mbito. ¡°Si descont¨¢ramos el libro de texto, el peso de la industria catalana ascender¨ªa al 60% del total espa?ol¡±, matiza Xavier Mallafr¨¦, presidente del Gremio de Editores de Catalu?a, que con las cifras en la cabeza calcula que de cada 10 libros que se editan aqu¨ª, ¡°casi cuatro se quedan en Catalu?a; otros cinco van hacia Espa?a y uno se exporta al extranjero¡±.
En ese escenario, la decena de editores, agentes literarios y expertos del sector consultados coinciden, desde la discrepancia, en que la industria no tendr¨ªa problemas tecnol¨®gicos ni t¨¦cnicos para afrontar ese nuevo mapa. La hipot¨¦tica fuga de editoriales depender¨ªa, cuestiones ideol¨®gicas personales aparte, de lo de siempre: bolsillo y coraz¨®n; o sea, de los problemas arancelarios y fiscales que se derivasen del nuevo estatus de Catalu?a (tambi¨¦n para algunos susceptibles de ser esquivados) y del papel del castellano como lengua oficial o no, aspecto que se apunta crucial.
¡°Lo que dice Lara tiene todo el sentido: no es lo mismo que el catal¨¢n fuera la ¨²nica lengua oficial en Catalu?a o que lo fueran catal¨¢n y castellano; pienso que Planeta respetar¨¢ los espacios ling¨¹¨ªsticos, por eso no afectar¨ªa a los sellos en catal¨¢n del grupo; no desaparecer¨ªamos¡±, apunta Mallafr¨¦, que re¨²ne tambi¨¦n la condici¨®n de director general de Grup 62, el conglomerado editorial m¨¢s potente en lengua catalana¡ y participado por Planeta en un 34%.
¡°La industria editorial catalana es esencialmente en castellano; si se llegase al extremo de que no se pudiera publicar en esa lengua¡ En fin, depender¨ªa del grado de talibanismo: si te ponen tantas trabas de ese tipo o arancelarias o fiscales, pues te planteas irte, claro¡±, apunta Beatriz de Moura, editora y fundadora de Tusquets, sello que desde abril est¨¢ participado al 50% por Planeta. ¡°Una cosa es lo que haga mi socio; yo, si quisiera, me quedar¨ªa aqu¨ª; no ha comprado mi alma, la prueba es que nos mudaremos a un piso en Diagonal con Francesc Maci¨¤ y no al edificio corporativo del grupo¡ Todo depende de las zancadillas que pusieran los nacionalistas; una editorial, hoy, se puede llevar desde cualquier sitio¡±.
Que Barcelona sea la capital editorial espa?ola es resultado, seg¨²n opina Daniel Fern¨¢ndez, director general de Edhasa, ¡°por el uso de las dos lenguas; aqu¨ª siempre ha habido un caldo de cultivo cosmopolita impagable¡±. Con siete de cada 10 de sus libros destinados al resto del mercado espa?ol, el responsable del sello que public¨® el Diccionari General de la Llengua Catalana de Pompeu Fabra en 1932 lo tiene claro: ¡°Uno no abandona lo que ama, pero si Barcelona se convirtiese en ciudad de una sola lengua, pensamiento y espeso silencio, pues estar¨ªa de acuerdo con Lara en que nuestra actividad aqu¨ª no tendr¨ªa sentido y habr¨ªa que emigrar¡±.
¡°Una Catalu?a independiente no quiere decir acabar con el castellano, que es tan lengua de Catalu?a como el catal¨¢n; la industria editorial en castellano ha hecho mejor a la edici¨®n en catal¨¢n¡±, contrapone Isabel Mart¨ª, editora de La Campana, a punto de lanzar la nueva novela de Albert S¨¢nchez Pi?ol escrita en castellano, Victus, para toda Espa?a. ¡°Ese argumento no ser¨ªa excusa¡±, sentencia quien lamenta las declaraciones del due?o de planeta. ¡°?Lara est¨¢ empadronado en Colombia o Argentina o Francia o en todas partes donde venden sus libros? Pes¨¦ que era el empresario catal¨¢n con vocaci¨®n m¨¢s multinacional y veo que es muy mononacional¡±.
¡°La manifestaci¨®n del 11-S fue un movimiento transversal y biling¨¹e; no habr¨ªa problemas t¨¦cnicos en este sector por una situaci¨®n as¨ª; si la separaci¨®n de Catalu?a se hace bien y el castellano es absolutamente cooficial, estar¨ªamos como en Suiza o Austria, donde hay muy buenas editoriales alemanas; se puede editar en castellano desde Kuala Lumpur; aqu¨ª la clave ser¨ªa la crispaci¨®n, los sentimientos vengativos que pueden darse entre ambas comunidades y su traducci¨®n en un boicot a los productos editoriales, como ocurri¨® con el cava¡±, apunta un curtido editor en grandes grupos catalanes que pide el anonimato. Es el temor tambi¨¦n de Fern¨¢ndez: ¡°Pensar que dos reci¨¦n divorciados se van a querer m¨¢s me parece rid¨ªculo; m¨¢s que temas econ¨®micos de aduana me preocupan las barreras mentales; esperar que no se produzca un efecto rechazo por ser un libro o un autor del otro lado es rid¨ªculo, ser¨¢ inevitable; se habr¨¢ convocado a lo peor de los nacionalismos, en especial del espa?ol, y eso es lo peor para el caldo de libre intercambio de ideas que necesita este oficio¡±.
¡°Los cambios de relaciones entre vecinos siempre comportan boicots y tensiones; perder el multiling¨¹ismo ser¨ªa terrible¡±, expone Mallafr¨¦, que evoca de nuevo el famoso boicot al cava catal¨¢n en Espa?a pero constata que no hay problemas en la c¨²pula interna de la patronal del sector. ¡°No hay tensiones entre los editores en lengua catalana y el resto de los de Catalu?a; tampoco con Madrid; el mundo editorial no crear¨¢ un conflicto y m¨¢s si se hace un proceso no traum¨¢tico, pac¨ªfico, claro y r¨¢pido¡±, pide Mallafr¨¦.
?Har¨ªa lo mismo que Planeta el otro gran grupo editorial afincado en Barcelona, Random House Mondadori? Como Jorge Herralde, de Anagrama, que declina por el momento comentar el tema, no se pronuncian. ¡°Ni nos lo hemos planteado; no haremos declaraciones; no entramos en temas pol¨ªticos¡±, zanja la consejera delegada, Nuria Cabut¨ª. Expertos del sector tiene visiones contrapuestas sobre la actitud que adoptar¨ªan. ¡°Su grupo se lleva desde Nueva York y desde la sede alemana de Bertelsmann¡±, expone un directivo editorial que prefiere no ser identificado como muestra de que podr¨ªan quedarse. ¡°S¨®lo les har¨ªa dudar cuestiones de tipo arancelario y del v¨ªnculo de pertenencia a la Uni¨®n Europea de Catalu?a. Aun as¨ª, podr¨ªan hacerlo todo desde Catalu?a e imprimir, por ejemplo, en Madrid para saltar eso, igual que ya hacen en algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina¡±.
Para otras fuentes, Random House Mondadori tambi¨¦n se ir¨ªa. ¡°Si la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica es generosa, las empresas peque?as y medianas, desde un Libros del Asteroide hasta incluso un Duomo, a pesar de ser inversi¨®n italiana, se quedar¨¢n; pero en las grandes sus cifras de negocio se traducir¨ªan en problemas arancelarios y fiscales muy voluminosos hasta saber si Catalu?a se queda en la UE; durante un buen tiempo como m¨ªnimo ser¨ªa dialogar y negociar con un pa¨ªs no comunitario y si para salvar eso no deben tener la sede fiscal en Catalu?a, ?para qu¨¦ quedarse? Mirar¨¢n sus cuentas de resultados y decidir¨¢n y, como mucho, dejar¨¢n peque?as delegaciones, justo al rev¨¦s de lo que hacen ahora con Madrid; adem¨¢s se apuesta cada vez m¨¢s por Am¨¦rica Latina para compensar las ventas de ac¨¢ y para eso es mejor estar en Espa?a¡±, expone un reputado consultor del sector que pide anonimato. La capitalidad editorial, pues, opina, se perder¨ªa sin remisi¨®n.
Seg¨²n el experto, la actitud m¨¢s vacilante podr¨ªa ser la de RBA, un portavoz del cual declino hacer comentarios hasta m¨¢s delante. ¡°Es un grupo con muy buenos contactos con una parte de la sociedad catalana y eso siempre pesa¡±, resume. Justo lo contrario de lo que cree que ocurre en su sector la agente literaria Antonia Kerrigan, representante de Carlos Ruiz Zaf¨®n y Juan Manuel de Prada, entre otros. ¡°Dudo que un escritor colombiano se marche de su agencia porque Catalu?a se haga independiente; en nuestro oficio se trata de que el autor tenga confianza en el trabajo de un equipo; tiene mucho de factor personal; de mis cerca de 150 autores, s¨®lo cinco o seis viven en Barcelona¡±, constata la agente. La supremac¨ªa editorial por esa vertiente, con agencias del calibre de Carmen Balcells, Mercedes Casanovas o Pontas, parecer¨ªa no verse afectada.
Las nuevas tecnolog¨ªas tambi¨¦n ayudan. O no, seg¨²n el consultor: ¡°Claro que la parte administrativa se puede llevar desde Catalu?a y el resto por otras v¨ªas electr¨®nicas y desde otros lugares, pero para la parte puramente editorial s¨ª es importante que el trato cotidiano con traductores y editores y responsables de colecciones sea el m¨¢s cercano y directo posible¡ Claro, todo se puede salvar, hasta lo arancelario, peor el d¨ªa a d¨ªa se complicar¨ªa notablemente, ser¨ªa todo un dolor de cabeza a a?adir en un momento de crisis en un sector ya tocado¡±.
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