?A por ellos Mariano!

De entre las muchas tropel¨ªas que anda prorrateando el Gobierno de Mariano Rajoy no ser¨¢ la menor que su Polic¨ªa condecore a su jefe de antidisturbios a cuenta de los brillantes servicios prestados hace unos d¨ªas en Madrid ante la sede del Congreso, pero no les bast¨® con esa haza?a, qu¨¦ va, de manera casi inmediata se acercaron de paso hasta Atocha a fin de que los usuarios del metro se enterasen bien enterados de lo que vale un peine bien peinado por los cascos de rigor. Se ignora qu¨¦ m¨¦rito puede tener el hecho de que aporreen bien aporreado a un anciano que pasaba por all¨ª, alentados los de la porra uniformada por su cruzada contra los viandantes, sobre todo si se considera que buena parte de la pasmosa y ya muy peligrosa pasma andaba por all¨ª disfrazada de manifestantes disfrazados de matones contundentes, como bien se ha podido ver en los audiovisuales, de manera que ya se infiltran para contribuir a los disturbios que, es un suponer, deben evitar. Las sospechas fundadas de que las fuerzas armadas destinadas a defender a los ciudadanos se van convirtiendo en todo lo contrario, creando un cierto caldo de cultivo con un desarrollo incierto todav¨ªa que, en cualquier caso, no parece ser la mejor contribuci¨®n a la paz social en tiempos de tanta tribulaci¨®n, es cualquier cosa excepto un buen augurio. Ajustes sociales, ajustes en la actuaci¨®n policial. Lo contrario ser¨¢ porque ellos, que tambi¨¦n tiene sus motivos en este desastre general, se manifiestan por su parte. Con los bomberos, por cierto, que tambi¨¦n la tienen fina. No se ha visto todav¨ªa una manifestaci¨®n callejera de los diputados de cualquier congreso embroncados con la situaci¨®n que tanto contribuyen a alimentar, por lo mismo que los banqueros no acostumbran a manifestarse ante el edificio de la Bolsa para protestar de la ca¨ªda de sus acciones. Solo que ellos disponen de otros vericuetos, de mucho m¨¢s peligro, para dar a conocer el corto repertorio de sus quejas.

Por si no bastaba con eso, TVE corta hace unos d¨ªas las im¨¢genes de la salvaje intervenci¨®n policial en Madrid, el gran Mayor Oreja sugiere que resulta inconveniente mostrar esas im¨¢genes en la tele, porque incitar¨ªan a la violencia (como si ¨¦sta no se estuviera produciendo), y otro jerifalte de anta?o aboga por modular el derecho a manifestarse. Es lo de siempre, que las cosas se hacen pero no se dicen, y fuera posible no verlas, pues miel sobre hojuelas.

Y m¨¢s cosas. Si este oto?o va a ser calentito como un boniato asado, no estar¨¢ de m¨¢s que esa Polic¨ªa condecorada se modere en sus acometidas callejeras, no vaya a ser que ella misma y sus meritorias actuaciones no hagan sino crispar todav¨ªa m¨¢s una situaci¨®n ya de por s¨ª dif¨ªcil y a la que no se le ve la salida. A por ellos, Mariano, s¨ª, a por nosotros, a por la mayor¨ªa de nosotros, pero si es posible sin levantarnos la mano, que eso est¨¢ muy feo en un pol¨ªtico dem¨®crata y resulta impropio de caballeros. Liquide usted todo lo que quiera por fin de temporada, pero no es de recibo que para conseguirlo precise de dejar ciegos a los que ven ni convertir en tullidos a los que todav¨ªa caminan. Y no se preocupe, por favor, no tema. Al infierno con las contrariedades, Al paso que va su Gobierno, en cosa de dos a?os habr¨¢ arramblado con lo poco que nos queda y arrebatado los ¨¢nimos de la protesta. Ya que se lo ha propuesto, consiga eso al menos.