De espaldas al sobrepeso institucional
Los partidos pasan de puntillas sobre el modelo de organizaci¨®n del pa¨ªs. Tras casi 30 a?os de vigencia, la Ley de Territorios Hist¨®ricos sigue sin apenas cambios

La precampa?a electoral ha pasado de puntillas sobre la conveniencia o necesidad de abordar en la pr¨®xima legislatura una revisi¨®n en profundidad del modelo de organizaci¨®n institucional del Pa¨ªs Vasco para evitar duplicidades, gastos innecesarios e ineficacias en el servicio p¨²blico. Son minor¨ªa los partidos pol¨ªticos que quieren hincar el diente a esta cuesti¨®n, por m¨¢s que es una evidencia que esta comunidad aut¨®noma tiene una densidad de instituciones y burocracia sin parang¨®n en la UE. No parece que ¨¦sta sea una preocupaci¨®n compartida por la mayor¨ªa de la clase pol¨ªtica vasca o por los ciudadanos. Y todo apunta a que en estas dos semanas de pugna mitinera antes de ir a las urnas, la discusi¨®n ir¨¢ por otros derroteros, pues la arquitectura institucional vasca, su mejora, tampoco viene escrita en negrita en los discursos de los candidatos.
Las propuestas
- El PNV plantea "hacer y difundir por todas las administraciones un mapa de las competencias" y aprobar la ley Municipal.
- El PSE-EE propone "reconsiderar el entramado institucional" para "eliminar duplicidades, descoordinaciones y enfrentamientos entre territorios".
- El PP se compromete a una "reforma integral del sector p¨²blico" vasco y eliminar las duplicidades del Gobierno vasco con el central y las diputaciones.
- Ezker Anitza defiende "reorientar el papel de las Diputaciones" para centrarse en ayudar a los ayuntamientos. Tambi¨¦n es partidario de sus competencias forales, incluidas las fiscales, sean transferidas al Parlamento.
Son los partidos de izquierda los que reman a favor de una reforma integral de la Ley de Territorios Hist¨®ricos (LTH), aprobada en 1983 para articular el orden institucional y de competencias en Euskadi y que al cabo de casi tres d¨¦cadas ha demostrado sus carencias e imperfecciones. El PSE-EE y Ezker Anitza se han quedado solos al reclamar una depuraci¨®n de esta ley para corregir las deficiencias que, seg¨²n estos partidos, ha demostrado tener la misma. La ¡°norma inmutable¡±, como se ha venido en llamar por la renuencia a cambiar su redacci¨®n original, es poco menos que inalterable para el PNV. El PP pasa de puntillas sobre esta cuesti¨®n, mientras que EH Bildu ni siquiera la menciona en su programa electoral.
Las duplicidades en gastos y servicios, el solapamiento de competencias (en materia de empleo, vivienda, pol¨ªtica agraria, transportes y, sobre todo, servicios sociales)... son algunas de las consecuencias que los cr¨ªticos con la LTH atribuyen a esta normativa. El actual modelo institucional, a?aden desde estas filas de izquierda, est¨¢ inflado y requiere una adecuaci¨®n. Por no citar los problemas que ha suscitado en materia fiscal.
Urkullu: ¡°Si ha funcionado bien en 30 a?os, ?para qu¨¦ cambiarlo¡±
Es el choque entre dos visiones muy distintas. Una centralista, que aboga por reforzar el papel del Parlamento vasco y del Gobierno, en detrimento de las Juntas Generales y las tres Diputaciones. Y la otra, llamada foralista y liderada por un PNV que siempre se ha resistido a perfeccionar el cuadro institucional.
La LTH, que precipit¨® la batalla interna en el PNV y su posterior escisi¨®n, adem¨¢s de la ca¨ªda del entonces lehendakari Carlos Garaikoetxea, es un tema tab¨² para el partido de I?igo Urkullu. En alguna ocasi¨®n ha asegurado que no es un ¡°anatema¡±, pero lo cierto es que siempre se ha opuesto a su adecuaci¨®n. ¡°Si tenemos algo que ha funcionado bien hasta ahora, ?para qu¨¦ cambiarlo?¡±, afirma para justificar su negativa a tocar la norma.
Un estudio reciente elaborado por el Gobierno vasco ha cifrado en 403 millones el coste de las ¡°duplicidades e ineficiencias¡± en el conjunto de las Administraciones p¨²blicas vascas. Las duplicidades detectadas proceden de ¡°actuaciones sin amparo legal que llevan a cabo los tres niveles administrativos (Ayuntamientos, Diputaciones y Gobierno)¡±.
El Pa¨ªs Vasco tiene una extensi¨®n similar a la de Ourense, algo m¨¢s de 7.200 kil¨®metros cuadrados. Sin embargo, el dibujo institucional que presentan ambos es incomparable. Euskadi cuenta con tres territorios hist¨®ricos concebidos como ¡°una suerte de comunidades aut¨®nomas uniprovinciales¡±, en palabras de Alberto L¨®pez Basaguren, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la UPV. Su traslaci¨®n a la provincia gallega ser¨ªa impensable.
Los socialistas dicen que la LTH se pens¨® para un pa¨ªs de un solo color pol¨ªtico
La LTH no se ha tocado apenas en todo este tiempo, pero tampoco se ha conseguido en muchos a?os aprobar la ley Municipal, la norma que debe completar el dibujo institucional y regular las competencias de los Ayuntamientos, su financiaci¨®n y poner orden en las relaciones con las Diputaciones. El Gobierno socialista fracas¨® en su intento por sancionarla al encontrarse con el bloqueo del PNV y el PP al considerar estos que atentaba contra las atribuciones forales. Sigue a la espera desde 1983, entre otros motivos por chocar su contenido con la LTH.
¡°El sistema institucional de Euskadi no es el que necesita la sociedad. En tiempo de crisis se hace m¨¢s necesario disponer de una estructura pol¨ªtico-administrativa simple, coordinada y eficaz¡±, afirman los socialistas. Estos insisten en que el modelo actual ¡°lo hizo el PNV pensando en s¨ª mismo¡±, para que ¡°un solo partido pueda coordinar todas las instituciones del pa¨ªs¡±. Ezker Anitza va mucho m¨¢s all¨¢ y reivindica una ¡°circunscripci¨®n ¨²nica¡± en las elecciones, adem¨¢s de la reforma de la LTH, de tal modo que las Diputaciones se dediquen a ayudar a los ayuntamientos y cedan sus competencias al Gobierno vasco. Estos dos partidos defienden que la fiscalidad pase a estar legislada por el Parlamento y no por las Juntas Generales.
Los peneuvistas defienden elaborar un ¡°mapa de las competencias¡± de cada nivel administrativo, as¨ª como el ¡°desarrollo definitivo¡± de la ley Municipal. El PP plantea una ¡°reforma integral del sector p¨²blico¡± mediante su ¡°reordenaci¨®n y simplificaci¨®n¡±.
A la hora de la verdad, partidarios y detractores del modelo, tanto en la oposici¨®n como en el poder, se han adaptado con bastante normalidad al inflado marco institucional creado por la LTH.
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