Exhaustos
Estamos hartos de ser elegidos como el paradigma del desastre econ¨®mico y financiero espa?ol en todos los medios del mundo
Sostiene Ximo Puig que ¡°los valencianos estamos exhaustos de tanto ofrendar nuevas glorias a Espa?a¡±. No le falta raz¨®n al secretario general del PSPV-PSOE. Despu¨¦s de tantos a?os de gobiernos del PP, estamos exhaustos de los esc¨¢ndalos provocados por la corrupci¨®n, el despilfarro, el paro, los aeropuertos sin aviones, de la quiebra de un sistema financiero de la que nadie se hace responsable, de un modelo de financiaci¨®n auton¨®mica injusto, del desplome de la inversi¨®n del Estado, de aportar al resto de Espa?a el 10% del PIB y de recibir el 8,7% en los ¨²ltimos diez a?os pese a tener una renta per c¨¢pita inferior a la media. Exhaustos de ver c¨®mo ni un solo cargo p¨²blico conservador ha tenido la decencia de dimitir por sus responsabilidades pol¨ªticas. En realidad, m¨¢s que exhaustos, estamos hartos. Hartos de ser elegidos como el paradigma del desastre econ¨®mico y financiero espa?ol en todos los medios de comunicaci¨®n importantes del mundo, hartos de comprobar d¨ªa a d¨ªa la incapacidad del Consell para transmitir un poco de esperanza, ya que no puede hacer mucho m¨¢s dadas sus limitaciones de todo tipo.
De todo ello, el actual presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tiene una responsabilidad reducida a su condici¨®n de espectador pasivo de tanto desafuero sin haber hecho nada por evitarlo. Francisco Camps le leg¨® una herencia que es una ruina. Limpiar los establos de Augias no es tarea f¨¢cil ni c¨®moda. Apartar del PP a presuntos corruptos, reducir la administraci¨®n a golpe de ERE ¡ªalgunos tan brutales como el de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana¡ª mandar a casa a una legi¨®n de enchufados de su propio partido en empresas p¨²blicas y fundaciones, reivindicar en privado m¨¢s inversiones para la Comunidad Valenciana y disimular en p¨²blico y gestionar la miseria econ¨®mica requiere mucha m¨¢s decisi¨®n de la que se trasluce de un presidente de tan fr¨¢gil apariencia pol¨ªtica como firmeza a la hora de ejecutar sus decisiones, tal como se ha revelado con el apartamiento de todos los imputados del equipo de direcci¨®n del grupo parlamentario del PP en las Cortes Valencianas. Las medidas adoptadas en punto al saneamiento del partido eran, obviamente, necesarias, pero siguen siendo insuficientes. Lo suyo ser¨ªa que reclamara el acta a los imputados o, en su defecto, que les expulsara al grupo de no adscritos como hizo en su d¨ªa Esperanza Aguirre con los diputados de Madrid implicados en el caso G¨¹rtel. No es probable que se atreva a tanto, le va en ello la mayor¨ªa absoluta. Pero no se le puede regatear el reconocimiento al esfuerzo realizado. Estos ¨²ltimos d¨ªas, con las imputaciones de Sonia Castedo, Luis D¨ªaz Alperi y Rafael Blasco no han debido ser f¨¢ciles.
Cosa distinta es la falta de pulso pol¨ªtico que revela un Consell al que ya se da por amortizado, con monumentales desastres en la gesti¨®n como el fracaso en la reforma sanitaria, que por si solo deber¨ªa haber bastado al consejero de Sanidad, Luis Rosado, para presentar su dimisi¨®n. El principal d¨¦ficit de Fabra radica en su lentitud para acometer tareas urgentes y la contradicci¨®n existente entre lo que dice y lo que hace. La pol¨ªtica no es solo gesti¨®n. Son gestos, actitudes, formas; democracia, en definitiva. Y el presidente predica la transparencia, pero practica el ocultismo, como cuando pide a la Comisi¨®n Europea que no revele seg¨²n qu¨¦ datos de la Ciudad de la Luz. Habla de consenso e intenta imponer un tr¨¢gala en el consejo de administraci¨®n de RTVV y no es capaz de encabezar un movimiento en el que participen la oposici¨®n, los empresarios, sindicatos y la sociedad civil para buscar un frente com¨²n que plante cara al desprecio con que el Gobierno de Rajoy trata a la Comunidad Valenciana.
?Exhaustos? No. Hartos.
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