La universidad necesita reinventarse
Profesores catalanes que ense?an en universidades de Estados Unidos reflexionan sobre los cambios que necesita la universidad catalana
La bonanza econ¨®mica de principio de siglo ha llevado a las universidades a vivir su momento de m¨¢ximo esplendor, en cuanto a cantidad de alumnos, de profesores y de actividad investigadora. La crisis ha puesto el freno a estos a?os de euforia y est¨¢ llevando a los campus a un punto de inflexi¨®n. Los Gobiernos han cerrado progresivamente el grifo a las universidades y se empiezan a insinuar reformas de calado como la especializaci¨®n de los campus, la eliminaci¨®n de carreras, el fuerte aumento de las matr¨ªculas sin un incremento proporcional de las becas, etc¨¦tera. ?Es este el camino que debe enfilar la universidad catalana? ?C¨®mo deben ser los campus de aqu¨ª a 30 a?os?
Cuatro profesores catalanes que trabajan en universidades de Estados Unidos (y que casualmente es el pa¨ªs que m¨¢s apuesta por la investigaci¨®n) debaten sobre el futuro de la educaci¨®n superior en Catalu?a. Coinciden en que universidades y Administraciones deben aplicarse, y mucho, para convertir la investigaci¨®n en uno de los pilares de futuro. Pero, para ello, habr¨¢ que cambiar muchos aspectos, desde la financiaci¨®n, los perfiles de los docentes y el acceso de los alumnos.
?De qu¨¦ fuentes de financiaci¨®n se nutrir¨¢n las universidades en un futuro? La Generalitat advirti¨® hace pocas semanas de que las aportaciones de las Administraciones se ir¨¢n reduciendo progresivamente, aunque la econom¨ªa mejore. Catalu?a invirti¨® en 2009 (los ¨²ltimos datos disponibles) el 0,65% del PIB en universidades, lejos del 1,22% de la media europea y del 2% de los pa¨ªses n¨®rdicos, seg¨²n revela un estudio de la Fundaci¨®n Jaume Bofill. Este porcentaje en Catalu?a se ha reducido despu¨¦s del recorte del 19% de la aportaci¨®n de la Generalitat a las universidades en los ¨²ltimos tres a?os. Para superar esta falta de recursos, el Gobierno ya ha avisado a los campus que busquen v¨ªas de financiaci¨®n alternativas, b¨¢sicamente privadas. Actualmente, entre el 70% y 80% de los presupuestos de las universidades provienen de los fondos p¨²blicos. El resto, de las matr¨ªculas y de los contratos con empresas para proyectos de investigaci¨®n.
Los profesores consultados apoyan un cambio de modelo en la financiaci¨®n, en el que se busque la implicaci¨®n de la empresa privada y de fundaciones, siempre enfocado al I+D+i. No obstante, Arachu Castro, profesora de Salud Global y Medicina Social en la Universidad de Harvard, alerta de que no todas las ¨¢reas pueden despertar el inter¨¦s de las grandes compa?¨ªas. ¡°No creo que a muchas empresas les interese financiar proyectos de investigaci¨®n sobre historia medieval. Aqu¨ª deben entrar en juego las fundaciones y las donaciones particulares¡±. Tener recursos para fomentar la investigaci¨®n es importante. Pero tambi¨¦n lo es la implicaci¨®n de los docentes. Pol Antr¨¤s, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Harvard desde el 2003, comenta por tel¨¦fono que en su facultad todos los profesores dan clase e investigan. Pero no se contrata a docentes de dentro del mismo departamento para as¨ª evitar la ¡°endogamia¡± que Antr¨¤s considera que todav¨ªa domina en las universidades catalanas. ¡°El problema para el profesorado es caer en una din¨¢mica de comodidad y pensar que, una vez que entras en el departamento, tendr¨¢s trabajo seguro. Ello desincentiva la investigaci¨®n y el car¨¢cter competitivo¡±.
En esta idea profundiza Arachu Castro, que combina las clases de medicina con proyectos de investigaci¨®n en Am¨¦rica Latina, cosa que le permite, explica, estar en contacto con los Gobiernos y con la realidad cambiante. ¡°Y esa frescura de conocimientos la puedes transmitir a los alumnos¡±, reivindica Castro, quien cree que todav¨ªa algunas universidades viven alejadas de la experiencia pr¨¢ctica. Joan Ramon Resina, profesor de Literatura Comparada y de Culturas Ib¨¦ricas y Latinoamericanas en la Universidad Standford, tambi¨¦n opina que el predominio del funcionariado en la universidad y la igualdad general de salarios (hay complementos salariales para la investigaci¨®n, pero peque?os) ponen palos a la rueda a la investigaci¨®n, y la mayor¨ªa de profesores lo hacen ¡°por su propia vocaci¨®n¡±. Resina, que da clases en universidades americanas desde hace 25 a?os, explica su propuesta con un s¨ªmil deportivo. ¡°Tiene que ser como el f¨²tbol: hay jugadores que cobran mucho y otros que menos, pero son los primeros los que marcan goles¡±. En una posici¨®n m¨¢s divergente se sit¨²a Arnau Roig, profesor de Espa?ol y de Estudios de G¨¦nero en la Universidad de Illinois. Defiende que el funcionariado da al profesor estabilidad laboral y un buen sueldo, pero propone que en las oposiciones tengan m¨¢s peso los m¨¦ritos y no el trabajo hecho en el departamento al que aspira, para as¨ª ¡°evitar el amiguismo, el acceso a dedo o por simpat¨ªas pol¨ªticas¡±.
Los precios de las matr¨ªculas en Catalu?a se han erigido como los m¨¢s elevados del Estado, pero quedan lejos de los 40.000 d¨®lares anuales (30.600 euros) de Harvard. Para Pol Antr¨¤s, el aumento de las tasas es necesario, no ¨²nicamente para mejorar la financiaci¨®n de las universidades, sino como ¡°incentivo para los alumnos, para que den valor a los estudios y no se pasen la mitad del tiempo en la cafeter¨ªa¡±.
Admitiendo que su postura puede resultar impopular, este profesor de Econom¨ªa considera que la universidad no tiene que ser para todos. Eso s¨ª, el acceso a los buenos estudiantes debe estar garantizado, a?ade, independientemente de su nivel social, mediante un potente sistema de becas, algo todav¨ªa insuficiente en Catalu?a. Antr¨¤s defiende que hay que dignificar la formaci¨®n profesional, unos estudios ¡°estigmatizados¡±, que se han visto como el destino para los alumnos con peores notas. Por el contrario, Arnau Roig considera que el aumento ingente de tasas est¨¢ llevando hacia un modelo de universidad elitista. Y pone como ejemplo su campus, con matr¨ªculas tan caras como en Harvard. ¡°En las clases, como mucho se puede ver un m¨¢ximo del 5% de afroameriacanos, cuando en la calle representan el 40%¡±. Roig alerta que las pol¨ªticas actuales llevan a una ¡°selecci¨®n natural¡± en la educaci¨®n. ¡°Quien actualmente va a la privada no es quien m¨¢s vale, sino quien m¨¢s dinero tiene¡±.
Este profesor considera que no hay que intentar imitar los modelos americanos ¡ªa pesar de su prestigio y de ser un referente en investigaci¨®n¡ª y defiende que hay muchos mejores en Europa, como el de Suecia. ¡°All¨ª los precios son m¨¢s asequibles que en Catalu?a, hay m¨¢s becas salario y pr¨¦stamos que los alumnos devuelven cuando trabajan, siempre que cobren a partir de cierta cantidad de dinero. El Estado paga los estudios y las familias no tienen que endeudarse¡±. Pero para que este modelo pueda importarse a Catalu?a, el docente de Illinois incide en que primero es necesario un cambio de mentalidad. ¡°Hay que ense?ar a valorar los estudios y disfrutar estudiando¡±, remacha. La Generalitat ha abierto recientemente el mel¨®n sobre la revisi¨®n de los contenidos y la estructura de los grados. Se quiere ahondar m¨¢s en el esp¨ªritu original del plan Bolonia, que plantea una primera etapa de estudios universitarios m¨¢s generales (los grados), seguida de dos a?os de especializaci¨®n, v¨ªa m¨¢ster. Este sistema en Espa?a no se ha desarrollado en su plenitud, pero imita el modelo americano. ¡°A los 18 a?os est¨¢ bien saber un poco de todo, desde filosof¨ªa a econom¨ªa, y a partir de aqu¨ª ves qu¨¦ te gusta y te especializas¡±, secunda Pol Antr¨¤s. Las Administraciones tambi¨¦n est¨¢n planteando la eliminaci¨®n de titulaciones, tomando como rasero que tengan un m¨ªnimo de 40 alumnos, aunque la Generalitat ya ha avisado de que se preservar¨¢n aquellos que tengan inter¨¦s social. A pesar de esta promesa, Arnau Roig ve ciertos riesgos en la criba y alerta de una ¡°mercantilizaci¨®n de los estudios¡±. ¡°Se potencian aquellas titulaciones que tengan un rendimiento r¨¢pido, dejando de lado las humanidades y las ciencias sociales. Estas tienen beneficios que revertir¨¢n en la sociedad, pero a largo plazo¡±, reivindica.
Otro de los retos planteados por el sector es la especializaci¨®n de las universidades. Algunos creen que ello reducir¨¢ la competencia entre campus, pero otros ven una oportunidad para concentrar a los especialistas en una materia bajo un mismo techo. ¡°Esto permitir¨¢ convertir las universidades en ¨¢reas de conocimiento¡±, tercia Castro. Las aulas virtuales tambi¨¦n despuntan con fuerza en la universidad del futuro. Pero los expertos coinciden en que la universidad presencial nunca desaparecer¨¢. ¡°La red de relaciones se construye con la cercan¨ªa. Las ¨¦lites tienen que hacer sus contactos de futuro y esto ¨²nicamente se hace presencialmente¡±. El futuro marca un camino hacia una universidad m¨¢s global, con m¨¢s movilidad de los estudiantes, con clases virtuales. En lo que s¨ª coinciden los profesores consultados es en que hay que enderezar la senda futura hacia una apuesta definitiva por la investigaci¨®n.
Ello aparte de necesitar el apoyo de la administraci¨®n (la Generalitat ha recortado el presupuesto en I+D+i en un 11% en los dos ¨²ltimos a?os) tambi¨¦n requiere aparcar el miedo a la entrada del capital privado en las universidades, eso s¨ª, poniendo como l¨ªnea roja la igualdad de oportunidades.
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