A Duran no le tose nadie
Vila d'Abadal es el ¨²ltimo de una larga lista de cr¨ªticos de Uni¨® purgados por el poder del l¨ªder democristiano
Carraspear est¨¢ mal visto en Uni¨® Democr¨¢tica. Toserle al l¨ªder, Josep Antoni Duran Lleida, desemboca directamente en el ostracismo pol¨ªtico. El alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, es el ¨²ltimo de una larga lista de militantes democristianos que, tras atreverse a enfrentarse a Duran, han sido purgados del partido. Oficialmente, Uni¨® no aparta: son los propios afectados qui¨¦nes acaban renunciando, forzados por las circunstancias. Las asambleas del partido, controladas por el l¨ªder, cumplen con su cometido. Quien quiera ser algo en Uni¨®, estar en su direcci¨®n, no debe moverse de la foto: debe estar al lado de Duran.
Vila d'Abadal renunci¨® el domingo a ser candidato despu¨¦s de ser relegado en las listas a un puesto de improbable elecci¨®n ¡ªel n¨²mero 42 por Barcelona, cuando CiU obtuvo 35 en 2010, con Vila d'Abadal en el 12¡ª, asegurando que su renuncia se deb¨ªa al ¡°pecado¡± de querer competir con Duran por el liderazgo de Uni¨®. Os¨® optar al cargo de presidente del consejo de gobierno en el congreso de mayo: Duran lo bati¨® con m¨¢s del 80% de los votos. Uni¨® justific¨® la purga de Vila d'Abadal aludiendo a su ¡°nulo¡± trabajo en el Parlament. El propio alcalde reconoci¨® ayer su escasa tarea en la c¨¢mara, hecho que achac¨® al propio funcionamiento parlamentario. La direcci¨®n de Uni¨®, por su parte, neg¨® estar tras la renuncia de Vila d'Abadal.
El alcalde de Vic intentar¨¢ batallar en los consejos nacionales de Uni¨® para influir en el partido. Los ¨²ltimos en intentarlo fueron el colectivo El Mat¨ª, que hartos de batallar contra el f¨¦rreo liderazgo de Duran se convirtieron en una asociaci¨®n pol¨ªtica. En el congreso de 2008 fueron incapaces de formar candidatura. Duran se hab¨ªa encargado tres a?os antes de cambiar las normas del partido. Los democristianos elevaron el n¨²mero de avales para presentar candidaturas, y optaron porque las listas de los congresos fueran cerradas, para evitar la entrada en el consejo de gobierno de miembros no deseados por la direcci¨®n.
La alegr¨ªa con la que Duran ha actuado en Uni¨® para aplastar los cr¨ªticos le cost¨® incluso una sentencia judicial que anul¨® el congreso de Uni¨® de 2002. La Audiencia de Tarragona lo consider¨® antidemocr¨¢tico al no respetar los derechos del sector cr¨ªtico. La resoluci¨®n vino motivada por un cambio de ¨²ltima hora en el reglamento que alter¨® las reglas del juego, al aumentar el n¨²mero de compromisarios. El candidato Jordi Petit consigui¨® en 2002 el 11% de los votos, y dos a?os despu¨¦s Vicen? Pedret se qued¨® en el 22%. Ambos est¨¢n ahora en el ostracismo pol¨ªtico.
Duran ciment¨® su liderazgo en Uni¨®, al que lleg¨® por primera vez en 1982 y ocupa sin interrupci¨®n desde 1987, en una clara distanciaci¨®n de Converg¨¨ncia. Su discurso le val¨ªa votaciones casi un¨¢nimes en los congresos. Solo en el 1996 un reducido sector de cr¨ªticos logr¨® mostrar su rechazo a parte de los integrantes de su directiva. Desde entonces, Duran no permite disidencias. En Uni¨®, no hay quien le tosa.
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