Clases sin profesor y aulas masificadas en el campus Mundet

Judith est¨¢ en tercero del grado de Educaci¨®n Primaria en el campus Mundet de la Universidad de Barcelona (UB). En clase de ingl¨¦s, coincide con 88 compa?eros. No, no era en la etapa pre-Bolonia. Est¨¢ pasando desde el inicio de este curso y, por lo que comentan los profesores a los alumnos, esta situaci¨®n se puede prolongar durante todo el curso. Pero la masificaci¨®n no es el ¨²nico problema que ha levantado en pie de guerra a los universitarios de Mundet. El retraso en la contrataci¨®n de profesores asociados (colaboradores con contratos temporales) ha dejado a muchos alumnos sin clases durante las primeras semanas de curso.

Seg¨²n datos recopilados por la asamblea de estudiantes de Mundet, unas 10 asignaturas (lo que afecta a unos 30 grupos) empezaron el curso sin tener profesor asignado. Ello provoc¨® retrasos en el inicio de algunas asignaturas. En otros casos se ha optado por la fusi¨®n de grupos, lo que ha provocado la masificaci¨®n en unas aulas con capacidad insuficiente. El problema afecta especialmente a la Facultad de Formaci¨®n del Profesorado (antes conocida como Magisterio), pero tambi¨¦n a Pedagog¨ªa.

Hace semanas que los alumnos denuncian esta situaci¨®n. El pasado jueves, durante la huelga estudiantil, volvieron a ponerlo en evidencia. Varios centenares de alumnos de este campus participaron en la manifestaci¨®n que recorri¨® las calles de Barcelona. Una de ellos era Odamae Rej¨®n, quien dice que se ha llevado un chasco con la Universidad en su primer a?o. ¡°En algunas asignaturas no tengo profesor y hay clases en las que no hay sitio para todos los alumnos¡±, revelaba esta estudiante de Educaci¨®n Social. Patricia Mu?oz tambi¨¦n se estrena como universitaria, pero en el grado de Pedagog¨ªa, donde tambi¨¦n se producen situaciones insostenibles. ¡°En una de las clases tenemos que colocar sillas fuera del aula porque no cabemos todos¡±.

Ruth Gozalbo, miembro de la asamblea de estudiantes, denuncia que hay clases con alumnos sentados en el suelo o con sillas sin brazo, muy inc¨®modas si hay que escribir. ¡°Estamos en p¨¦simas condiciones, y eso despu¨¦s de haber pagado una matr¨ªcula mucho m¨¢s cara¡±, se?ala. Ruth se queja de que, en su caso ¡ª4? de Educaci¨®n Infantil¡ª, el curso le ha costado casi 1.700 euros, cuando el a?o pasado pag¨® 1.300.

Albert Batalla, decano de la Facultad de Formaci¨®n del Profesorado, admite la problem¨¢tica y se disculpa por los inconvenientes. Batalla explica que en el mes de junio ya pidi¨® al rectorado la autorizaci¨®n para contratar 60 profesores asociados para septiembre, que ya preve¨ªa complicado: las carreras de su facultad han pasado de ser diplomaturas de tres a?os a grados de cuatro. Este a?o, adem¨¢s, la primera promoci¨®n de Bolonia llega a cuarto curso, lo que implica un nivel m¨¢s en la facultad y un incremento de unos 800 alumnos. El problema, contin¨²a Batalla, es que el rectorado no daba la autorizaci¨®n para contratar a los docentes hasta que se cerrara todo el proceso de matr¨ªcula (casi a finales de septiembre) ¡°para no contratar m¨¢s profesores de los necesarios¡±, se justifica.

Batalla asegura que este retraso administrativo est¨¢ casi solventado. No as¨ª otro problema m¨¢s estructural. ¡°No hay suficientes aulas. Y las que hay, no son adecuadas para el tama?o de los grupos¡±, se queja el decano, que reconoce que la falta de espacio ha obligado a impartir algunas clases en la sala de juntas. Este problema se hace especialmente evidente por la ma?ana, cuando hay m¨¢s alumnos. Por la tarde, en cambio, la facultad tiene aulas vac¨ªas. Batalla apunta que la soluci¨®n pasa por medidas como reorganizar los espacios, restringir las matr¨ªculas para reducir la ratio de alumnos por aula o incluso pasar grupos al turno de tarde.

Con informaci¨®n de Gorka Ellakuria.