El gran pelotazo ¡®G¨¹rtel¡¯
Un empleado de Fernando Mart¨ªn aporta nuevos documentos sobre la operaci¨®n en Arganda Francisco Correa, el cabecilla de la trama corrupta, cobr¨® 12 millones de euros por sus servicios
La adjudicaci¨®n en noviembre de 2004 a la empresa promotora Martinsa de una parcela para construir en Arganda del Rey, la llamada UE-124 o ?rea de Centralidad, supuso, seg¨²n los informes policiales del sumario del caso G¨¹rtel, el mayor pelotazo de toda la actividad de la trama corrupta. Francisco Correa, supuesto cabecilla de la mayor red de corrupci¨®n de la democracia, cobr¨® presuntamente una comisi¨®n ilegal que supera los 12 millones de euros por participar en la operaci¨®n.
Hasta el momento, las pesquisas policiales conclu¨ªan que Fernando Mart¨ªn, cabeza de la promotora y en la actualidad imputado en G¨¹rtel, se hizo con dicha finca por 77 millones de euros, un precio llamativamente bajo si se tiene en cuenta que meses despu¨¦s vendi¨® un tercio de dicha promoci¨®n por 73 millones a unas cooperativas de viviendas. Hoy, los dos tercios del terreno con los que se qued¨® Martinsa son un erial con apenas unas pocas construcciones levantadas.
La irrupci¨®n de un importante testigo arroja ahora nueva luz sobre la operaci¨®n. Este testigo, que pide identificarse aqu¨ª solo por sus iniciales y no ser reconocido en las fotos, asegura sin embargo que su intenci¨®n es declarar ante el juez que instruye el caso en la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. G. B. es un arquitecto que realiz¨® informes para Martinsa, compa?¨ªa que, seg¨²n su versi¨®n, le debe unos 600.000 euros. El testigo asegura que, antes de la adjudicaci¨®n de la parcela por el Ayuntamiento de Arganda, cuyo alcalde en 2004 era el tambi¨¦n imputado Gin¨¦s L¨®pez, la direcci¨®n de Martinsa ya sab¨ªa que las condiciones exigidas en la convocatoria ¡°no eran rentables¡± y que, si entraron en la operaci¨®n, era porque ¡°sab¨ªan que se iban a cambiar en su beneficio¡±.
Seg¨²n este profesional, que fue el encargado de realizar el informe inicial del que dispuso Martinsa acerca de la viabilidad del proyecto, se redactaron unas condiciones del concurso tan malas para evitar que otras empresas se presentaran al mismo. El empresario Fernando Mart¨ªn, seg¨²n G. B., particip¨® en el concurso porque ten¨ªa la certeza de que estas condiciones iban a ser modificadas por el Ayuntamiento. Pero tambi¨¦n de que la Comunidad de Madrid, que fue la que aprob¨® definitivamente el proyecto aumentando un 70% el n¨²mero de viviendas permitidas, no echar¨ªa para atr¨¢s el proyecto final. ¡°Al final, el plan parcial era tan descabellado que ning¨²n t¨¦cnico de la Comunidad de Madrid quiso aprobarlo, por lo que tuvo que firmarlo un pol¨ªtico¡±, asegura este testigo. Este peri¨®dico ha podido comprobar, cotejando los expedientes, que tanto el informe t¨¦cnico como el jur¨ªdico que sirvieron para aprobar las modificaciones al alza en el plan parcial, fueron firmados por responsables pol¨ªticos, y no por t¨¦cnicos. Llama la atenci¨®n el hecho de que el entonces director general de Urbanismo regional, Enrique Porto, fuera quien firmara la aprobaci¨®n definitiva al alza del plan parcial a favor Martinsa, pues la empresa Plarquin, relacionada con Porto, fue una de las tres consultoras que decantaron la adjudicaci¨®n municipal a favor de la empresa de Fernando Mart¨ªn. La participaci¨®n de empresas privadas en las adjudicaciones municipales no es muy habitual, pues deja en manos privadas el inter¨¦s p¨²blico. Adem¨¢s, seg¨²n el testigo, Martinsa abon¨® al final solo 67 millones, y no 77, porque seg¨²n las bases estaba obligada a construir un nuevo Ayuntamiento, ¡°un aparcamiento subterr¨¢neo y un museo, valorado en 22 millones, que al final no ha hecho¡±, explica el testigo, que recuerda que los otros 12 millones los asum¨ªa la empresa de Fernando Mart¨ªn.
En el apartado de conclusiones del informe realizado por G. B., al que ha tenido acceso EL PA?S, el arquitecto aconsejaba que se modificaran varios de los par¨¢metros sustanciales del plan parcial ¡°con el fin de llevarlo a buen fin¡±. As¨ª, para que la operaci¨®n fuera viable, seg¨²n el informe interno, los aspectos que deber¨ªan ser cambiados por el Consistorio, y que tendr¨ªan que tener el visto bueno final de la Comunidad, eran los siguientes: ¡°Modificar los porcentajes de reparto para los distintos usos; aumentar el n¨²mero de alturas permitido en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) hasta un total m¨ªnimo de 10 alturas [el plan vigente solo permit¨ªa 5]; aumentar la ocupaci¨®n permitida por parcela del Plan General, hasta un 80%; y elevar el n¨²mero de viviendas permitidas en el Plan General, hasta una densidad aproximada de 150 viviendas por hect¨¢rea¡±.
Reuniones con el Consistorio
El arquitecto G. B. para demostrar que en nombre de Martinsa se reuni¨® con t¨¦cnicos del Ayuntamiento de Arganda del Rey antes de que se adjudicaran
las fincas, aporta copias de correos electr¨®nicos que se intercambi¨® con empleados de Fernando Mart¨ªn. Las copias tienen fechas que van del 8 de diciembre de 2003 al 22 de marzo de 2004 [la adjudicaci¨®n se produjo el 25
de noviembre de 2004]. En los dos primeros, empleados de Martinsa hablan de reuniones en el Ayuntamiento de Arganda: ¡°Miguel Maldonado me ha comentado sobre la reuni¨®n en las oficinas de Fomento y Desarrollo Municipal de Arganda. Creo necesario que nos reunamos a fin de poder elaborar un informe sobre lo tratado y poder organizar un calendario de entregas¡±.
Otro mensaje incluye un correo anterior, procedente presuntamente del empleado municipal Isaac Requena, dirigido a Miguel Maldonado, con el asunto de 'Infraestructuras ?rea de Centralidad'. En el mail previo se dice: ¡°Apreciado Miguel Maldonado. Tal y como me comentasteis en la reuni¨®n del pasado d¨ªa 20, te remito los planos de infraestructuras de que disponemos en Fomento¡±. Este correo previo fue reenviado al arquitecto G. B. que trabaj¨® para Fernando Mart¨ªn: ¡°Te remito la informaci¨®n que le solicitaste a Isaac Requena, sobre las infraestructuras del ?rea de Centralidad¡±.
El documento explica tambi¨¦n que los par¨¢metros m¨¢s dif¨ªciles de modificar eran las alturas: ¡°Rebasamos con mucho las m¨¢ximas permitidas en el PGOU, as¨ª como la densidad, que supone un 50% sobre la referente en la Ley del Suelo, que a¨²n siendo un par¨¢metro orientativo, su modificaci¨®n normalmente aceptada para nuevos desarrollos no sobrepasa generalmente el 5%-10%¡±.
El documento elaborado por G. B. avisa tambi¨¦n del hecho de que la modificaci¨®n de los par¨¢metros mencionados ¡°significa una variaci¨®n sustancial tanto de la ficha del PGOU como del esp¨ªritu del ¨¢rea de centralidad, y por ello tendr¨¢n que ser ratificados tanto por el Ayuntamiento de Arganda del Rey, como por la Comunidad de Madrid¡±.
El Ayuntamiento de Arganda no tuvo ning¨²n problema en seguir adelante con las modificaciones propuestas por Martinsa. El n¨²mero de casas permitidas inicialmente era de 1.580, de las que 300 eran p¨²blicas. Este n¨²mero de viviendas podr¨ªa haber supuesto unos 336 millones de euros de beneficios por la venta, seg¨²n las cuentas aportadas por G. B. Pero la aprobaci¨®n definitiva modifica de forma ostensible los par¨¢metros previstos inicialmente, pues de 1.580 se pasa a 2.731 casas, de las que 600 son de protecci¨®n p¨²blica. Es decir, se permiti¨® construir 1.151 casas m¨¢s. El beneficio por la venta de estas casas habr¨ªa sido de 535 millones, lo que supone un aumento de 199 millones.
Los cambios urban¨ªsticos eran de tal envergadura que ten¨ªan que ser aprobados por el Gobierno regional. El informe t¨¦cnico de la Comunidad de Madrid, con fecha de 17 de enero de 2006, firmado por el entonces subdirector general de Urbanismo, Mariano Tr¨ªas Chueca, justifica las modificaciones del plan general de Arganda del Rey a consecuencia de la aprobaci¨®n de la promoci¨®n de Martinsa: ¡°Aumenta el n¨²mero de viviendas en 641, pasando de 100 casas por hect¨¢rea [que era el m¨¢ximo permitido en el PGOU] a 138 viviendas¡±. Tambi¨¦n, en su punto e), se indica que aumenta el n¨²mero de plantas, que pasan de 6 a 10, ¡°alcanzando una altura excepcional con las 15 plantas del hotel¡±. Tambi¨¦n llama la atenci¨®n el hecho de que, tal y como hab¨ªa solicitado el arquitecto de Martinsa, la gran superficie prevista en el Plan General para la UE-124 hab¨ªa desaparecido: ¡°La eliminaci¨®n de la gran superficie comercial propuesta en el concurso y la distribuci¨®n de su superficie en bajos comerciales mejora la calidad del espacio p¨²blico y aumenta la vida urbana¡±, reza el informe de la Comunidad, que defiende todas las mejoras para Martinsa.
El subdirector de Urbanismo incluye como justificaci¨®n para modificar el plan general un punto del plan parcial que sostiene que estas modificaciones tienen por objeto ¡°el incremento de la calidad ambiental de los espacios urbanos de uso colectivo¡±. En este punto, el testigo explica realmente qu¨¦ fue lo que ocurri¨®, seg¨²n su versi¨®n, que no fue otra cosa que ¨¦l se hab¨ªa dado cuenta de que un centro comercial en el centro de una ciudad ¡°podr¨ªa acarrear un gran conflicto de tr¨¢fico¡±. ¡°Se lo dijimos al Consistorio¡±, prosigue, ¡°y el centro comercial desapareci¨® dando paso a unas tiendas de planta baja¡±.
Al final de todo el expediente las magnitudes del plan parcial de Martinsa acabaron por parecerse a los par¨¢metros recomendados meses antes por el arquitecto a sueldo de Fernando Mart¨ªn, quien reconoce haber participado en numerosas reuniones con responsables del Ayuntamiento y altos cargos de Martinsa. ¡°Yo sent¨ªa un poco de verg¨¹enza en esas reuniones, porque lo que ped¨ªamos era muy exagerado¡±, relata G. B. ¡°Cada vez que el empresario nos dec¨ªa que hab¨ªa conseguido m¨¢s viviendas, nos re¨ªamos¡±.
La compa?¨ªa Martinsa-Fadesa ha reiterado que la adjudicaci¨®n de dicha parcela fue realizada por concurso p¨²blico, obteniendo su oferta la mayor valoraci¨®n en la suma de los baremos realizados por tres sociedades expertas independientes. Seg¨²n esta firma, el plan parcial fue aprobado por todos los grupos pol¨ªticos representados en el Ayuntamiento de Arganda. ¡°Es importante destacar que el concurso adjudicaba terreno pendiente de todos los tr¨¢mites urban¨ªsticos, cuyo desarrollo requiere de unas inversiones para el proyecto, obtenci¨®n de licencias y obras de urbanizaci¨®n de tal cuant¨ªa, que hacen que en la actualidad no sea rentable esta operaci¨®n urban¨ªstica¡±. Martinsa indica, asimismo, que todas sus actuaciones se realizaron conforme a los criterios de transparencia que fijan los concursos p¨²blicos de adjudicaci¨®n, ¡°tal y como destacan las diferentes sentencias judiciales¡±.
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