Pinturas a¨¦reas y aut¨®nomas

La pintura de Fernando Biderbost (Bilbao, 1955) es un arte sin anclajes, sin ataduras. A golpe de improvisaciones lentas, sus procesos creativos pueden durar de una semana a tres meses, no tienen un rumbo definido pero s¨ª salen a la b¨²squeda de la luz como referencia para recrear una atm¨®sfera donde impregnarla. El artista bilba¨ªno expone, por segunda vez en la capital guipuzcoana, en la galer¨ªa Arteztu de San Sebasti¨¢n una colecci¨®n de 16 lienzos compuestos por t¨¦cnica mixta desde ¨®leo, acr¨ªlico, pinturas, tintas o trazos con bol¨ªgrafo. La muestra, que permanecer¨¢ abierta al p¨²blico hasta el 30 de noviembre, coincide con otra exposici¨®n del pintor en M¨¦xico, un pa¨ªs lleno de reminiscencias pl¨¢sticas y cinematogr¨¢ficas para el pintor.

Cuando Biderbost describe su ¨²ltima obra sale de su boca la palabra ¡°a¨¦rea¡±. El artista asegura que va detr¨¢s de la luz y que el color es solo un veh¨ªculo para alcanzarla. ¡°Lo que me interesa es la atm¨®sfera, el color lo tengo muy asumido. Lo uso con frecuencia, ni si quiera le pongo nombre porque me sale instintivo. Me preocupa m¨¢s las atm¨®sferas que se producen a trav¨¦s del color¡±, explica. Sus obras son una armon¨ªa pl¨¢stica compuesta por muchos elementos; la textura, el color, la luz y la atm¨®sfera. ¡°Me interesa el aire que une todo. Con el aire las cosas vuelan y se transmiten. Donde no hay aire no hay libertad y yo eso lo percibo en cualquier cuadro¡±, recalca. ¡°?C¨®mo definir¨ªa mi obra? Un pintor me dijo una vez que en mis cuadros no hab¨ªa ni un cent¨ªmetro de mentira y ser¨¢ verdad porque para decir mentiras no se mete uno horas y horas un taller¡±, a?ade.

A la pregunta de cu¨¢ndo un artista sabe que su obra est¨¢ terminada, el artista vizca¨ªno reconoce que es dif¨ªcil saberlo pero se nota cuando el cuadro no pide un trazo de pincel m¨¢s. ¡°Normalmente me abandona el cuadro¡±, resume justificando el paso al siguiente lienzo en blanco. ¡°Ese momento es cuando noto que el cuadro no depende de lo que haga yo. Lo noto enseguida y tomo distancia. Ese desamparo te hace buscar cobijo en otro¡±, a?ade. Ajeno a corrientes, Biderbost aclara que no se considera expresionista porque no le gusta hablar a trav¨¦s de sus cuadros sino al contrario. ¡°No busco una expresi¨®n personal. Aunque el estilo se tiene aunque lo aborrezcas. El m¨ªo no es buscado sale de forma improvisada¡±, indica. Un proceso de trabajo en el que m¨¢s que el proceso le interesa mucho m¨¢s el resultado final. ¡°Nunca s¨¦ lo que voy a pintar, si lo supiese no me interesar¨ªa hacerlo. Busco que la pintura hable y as¨ª me sorprendo con ella, que lo hago bastante a menudo", confiesa.

Met¨®dico, sus rutinas est¨¢n marcadas a diario con alrededor de siete horas de trabajo en el taller. Aunque el tiempo no es esencial para ¨¦l. ¡°Cada vez tardo m¨¢s con una obra quiz¨¢ porque me involucro m¨¢s¡±, reconoce. Durante la entrevista nombra a menudo la autonom¨ªa que desprenden sus obras. Por eso, no llevan t¨ªtulos. ¡°No les pongo nombres porque si no atar¨ªa la obra, la anclar¨ªa. El artista se mete en la obra lo justo y estar encima de ella. ¡°Para procurar su camino. Es una relaci¨®n muy intima con la pintura hasta que toque dejarla libre¡±, concluye.