?Son Goku vive y que viva Son Goku!
Sensacional ambiente en el Sal¨®n del Manga de Barcelona, marcado por ¡®Bola de Drac¡¯
Me acerqu¨¦ con prevenci¨®n al chico de pelo pincho, torso desnudo y espada de aqu¨ª te espero, y le hice la pregunta de la tarde: ?y t¨² de qu¨¦ vas? Me mir¨® pregunt¨¢ndose, sin duda, a su vez de qu¨¦ extra?o manga hab¨ªa salido yo. Es cierto que yo era de los pocos adultos a la vista y que, en el reino de los otakus, iba vestido ex¨®ticamente de calle, una excentricidad, vamos. ¡°Soy Gray Fulbuster, de Fairy Tail¡±, dijo bajando el arma. Qu¨¦ gran ambiente, intim¨¦. Estuvo de acuerdo. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s este a?o? ¡°Sin duda, Dragon Ball; fue el primero y siempre estar¨¢, todo ha salido de ¨¦l. Los m¨¢s peque?os siguen entrando por ah¨ª¡±. A su lado, Omoi, ninja de Kumosakure, de Naruto, asinti¨®. Les dej¨¦ para irme en pos de una impresionante jovencita enfundada en un compresivo traje de cuero negro estilo la er¨®tica bruja Bayonetta de Hideki Kamiya y que estaba pidiendo a gritos una entrevista.
El ambiente en el Sal¨®n del Manga era ayer sensacional, pintoresco y excitante. Llenaba el palacio 2 de la Fira de Montju?c una multitud de personas, muchas de ellas disfrazadas, en general de personajes de manga, pero tambi¨¦n de cosas tan poco japonesas como Gandalf o Winnie the Pooh. Una ni?a iba ataviada de Boba Fett. Incluso vi al Capit¨¢n Am¨¦rica. Me reservo la opini¨®n sobre las adolescentes con pantaloncitos y katanas a imitaci¨®n de Soum, el t¨®rrido manga de Kenny Ruiz, que tiene videoclip y todo (y del que se exhibe la moto). ¡°El nivel es buen¨ªsimo¡±, me dijo un tipo caracterizado de Jiraiya, que revel¨® ser un periodista disfrazado (?eso es competencia desleal!).
Es dif¨ªcil estar al d¨ªa de los abigarrados caracteres del manga moderno, algunos de los cuales te hacen pensar que te has pasado de gin-tonics; as¨ª que resultaba tranquilizador ver que el mundo no ha olvidado a las tortugas Ninja, los caballeros del Zodiaco ni a Pikachu. Ni a Son Goku, por supuesto, al que se le homenajea al cumplirse 20 a?os de la edici¨®n de Dragon Ball, nuestro Bola de Drac, en Espa?a. La jornada tuvo, precisamente, su momento culminante a la una de la tarde cuando 307 otakus se juntaron para batir el r¨¦cord Guinness de personas disfrazadas de personajes del universo de Son Goku. Bastaban 250. Es l¨®gico que luego te encontraras un desparrame de Vegetas, Gohanes, Piccolos y Bulmas.
El Sal¨®n est¨¢ lleno de sorpresas y atracciones. En el escenario pill¨¦ un concurso de karaoke. Hay talleres de cocina y origami, y una feria japonesa. En un rinc¨®n, solitaria y llorosa, con el maquillaje corrido, nada Candy, una adolescente en corpi?o sujetando un globo negro parec¨ªa una vi?eta viva. Se form¨® una larga cola donde firmaba Toshiyuki Kubooka (Berserk). Cinco chicas iban vestidas de colegialas de Sailor Moon, hab¨ªan venido as¨ª de casa: ¡°La gente por la calle flipa¡±.
¡°No soy friki¡±
Cantidad de camisetas ilustradas con lemas llamativos. Mi favorita: ¡°No soy friki, soy un guerrero de nivel 21¡±. En las casetas, aparte, claro, de mangas ¡ªincluso una especie de adaptaci¨®n de Sven Hassel (RIP), Kampfgruppe, de Koyabashi¡ª, puedes comprar cosas tan interesantes como la capa akatsuki (30 euros), kimonos, falditas, disfraces, incienso, un viaje al Jap¨®n, un ¨²til paraguas-katana (28 euros) y hasta una chaqueta de oficial de la marina imperial japonesa que me estaba de cine.
¡°En mi pa¨ªs no he visto nada as¨ª¡±, me se?al¨® Tomo, un estudiante japon¨¦s, de Nagoya. Le pregunt¨¦ si es un fan del manga. Mir¨® a su alrededor: ¡°No tanto¡±.
A la salida unos j¨®venes disfrazados practicaban esgrima con sus espadas de pega. Bajo la Luna, la estatua del Forjador de Josep Llimona pon¨ªa una nota de reconfortante sobriedad a la jornada.
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