Desmesuras
El mejor aliado de la mayor¨ªa absoluta de Mas es el exceso de las descalificaciones que le llueven desde el otro lado del Ebro
Uno de los argumentos mayores con los que el Partit dels Socialistes y ¡ªcon matices propios¡ª Iniciativa Verds abordan la reci¨¦n estrenada campa?a electoral es el de que Converg¨¨ncia i Uni¨® trata de camuflar bajo la agenda soberanista los contundentes hachazos presupuestarios que ha aplicado desde el Gobierno a lo largo de los ¨²ltimos 23 meses. Por decirlo con la met¨¢fora can¨®nica, reprochan a Artur Mas utilizar la estelada y el debate acerca de la independencia para ocultar los recortes sociales y ahorrarse tener que justificarlos.
Sin embargo, ?est¨¢n seguros Pere Navarro, Joan Herrera y sus correligionarios respectivos de que es ¨²nicamente o principalmente Artur Mas quien trata de convertir las dos pr¨®ximas semanas en un combate entre grandes conceptos te¨®ricos (soberan¨ªa, democracia, pueblo, libertad, derecho a decidir¡) que esconda las estrecheces del d¨ªa a d¨ªa? Aun admitiendo que el Ejecutivo saliente tenga inter¨¦s en ello, me parece de estricta justicia subrayar la formidable complicidad que est¨¢ hallando en los medios pol¨ªticos, period¨ªsticos, intelectuales y hasta eclesi¨¢sticos con centro de operaciones en Madrid.
Entre los cientos ¡ªquiz¨¢ miles ya¡ª de declaraciones, discursos, art¨ªculos y alegatos formulados recientemente desde fuera de Catalu?a contra los planteamientos pol¨ªticos del presidente Mas, de CiU y del nacionalismo en su conjunto, ?cu¨¢ntos se han referido a los quir¨®fanos y las camas hospitalarias cerrados por culpa de los recortes, a las aulas escolares sobrepobladas, a la reducci¨®n de horarios en los centros de asistencia primaria, al despido de interinos en la funci¨®n p¨²blica, etc¨¦tera? Pr¨¢cticamente ninguno, quiz¨¢ porque situaciones semejantes o id¨¦nticas se dan en el resto del Estado.
Por el contrario, la avalancha antisoberanista exterior ha argumentado que Espa?a es la ¨²nica naci¨®n; y ha apelado a sempiternas ¡°imposiciones ling¨¹¨ªsticas¡± del catal¨¢n; y se ha propuesto ¡°espa?olizar a los alumnos catalanes¡±; y ha querido meter miedo con alusiones a la disgregaci¨®n yugoslava y al enfrentamiento ¨¦tnico; y ha sostenido que ¡°los referendos no suelen ser expresi¨®n de salud democr¨¢tica¡±; y ha asociado las posiciones de Artur Mas con el antieurope¨ªsmo, la irracionalidad, el totalitarismo, el ventajismo y hasta la ebriedad. En una pirueta intelectualmente asombrosa, importantes medios de comunicaci¨®n que llevan dos meses sin descansar ni un solo d¨ªa en su ¡ªleg¨ªtima, por supuesto¡ª cruzada contra el soberanismo y contra las fuerzas que lo apoyan, sostienen al mismo tiempo que la campa?a electoral adolece de¡ ?falta de pluralismo!, e insin¨²an ya la descalificaci¨®n preventiva de los resultados del 25-N¡
En estos momentos, el mejor aliado de la mayor¨ªa absoluta de Mas es el exceso, el tremendismo, la desmesura de las descalificaciones que le llueven desde el otro lado del Ebro. Y quien no quiera verlo, es que est¨¢ ciego.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador
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