Hadas
"Con tales mimbres se hubiera podido hacer una Fairy Queen m¨¢s estupenda a¨²n, sin profesores ni empleados de banca"
Ateni¨¦ndose ¨²nicamente a los argumentos que el director de escena daba en el programa de mano, mejor echar a correr: se hac¨ªan presentes todos los t¨®picos sobre la ¡°puesta al d¨ªa¡±, los personajes ¡°cercanos y comprensibles¡±, la coherencia argumental, etc. Se cuestionaba as¨ª, por en¨¦sima vez, la inteligencia del espectador, al que se considera incapaz de entender un cuento de hadas, o de captar las connotaciones que ¡ªadem¨¢s de los referentes meteorol¨®gicos¡ª tienen palabras como ¡°primavera¡± u ¡°oto?o¡±. Una de las hadas, por ejemplo, queda reducida a dependienta, y Febo (el esplendoroso Sol) se presenta como empleado de banca. El mensaje de la simb¨®lica Primavera lo canta una denominada Femme fatale, y el del Verano un profesor (!). Todos los personajes, por supuesto, lucen vestimenta actual. Porque, seguramente, el p¨²blico no captar¨ªa el sentido de la obra si no ve reflejado en el escenario el escaparate de Zara. Tambi¨¦n se alter¨® el orden de los episodios, para hacerlo m¨¢s coherente. In¨²til tarea. Result¨® tan incoherente como el original, aunque debe recordarse que este se concibi¨® como ¡°relleno¡± para los intermedios de El sue?o de una noche de verano.Por tanto, es muy probable que el an¨®nimo autor no pretendiera cohesi¨®n en lo que se daba como entretenimiento a?adido, ampliaci¨®n de atm¨®sferas o derivaciones argumentales.
Sin embargo, a pesar de tan manidas premisas, el resultado fue bueno en su conjunto. En primer lugar, porque el canto se sirvi¨® con gusto e intenci¨®n: voces j¨®venes y frescas en su mayor¨ªa ¡ªa destacar los bonitos instrumentos de Faye Newton o de Joanne Lunn¡ª, con el sello de la s¨®lida tradici¨®n coral inglesa. En segundo, porque el New London Consort dio una versi¨®n que, aun sin respetar el orden de las escenas, se situaba en las coordenadas estil¨ªsticas que requiere tan preciosa y antigua partitura. Tambi¨¦n gust¨® la econom¨ªa de medios y los movimientos de los personajes. Resumiendo: con tales mimbres se hubiera podido hacer una Fairy Queen m¨¢s estupenda a¨²n, sin profesores ni empleados de banca, y huyendo asimismo del otro extremo: no es preciso que las hadas lleven varita m¨¢gica, ni que a Bottom se le ponga, de cart¨®n-piedra, una cabeza de burro.
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