Falsos secundarios
Los personajes complementarios de tragedias griegas cobran vida en el espacio La Seca
Qu¨¦ buena idea, la de dar a conocer a los cl¨¢sicos desde el punto de vista de los personajes secundarios. Esta ha sido la labor que ha llevado a cabo Biel Mesquida ¡ªcon una escritura sobria, contempor¨¢nea y po¨¦tica¡ª con al menos dos tragedias griegas: Fedra y Ant¨ªgona. La primera nos llega contada por Enone, la nodriza y fiel sirviente de la mujer de Teseo que pierde la cabeza por el hijo de este, Hip¨®lito; la segunda, a trav¨¦s de la hermana de la hero¨ªna, la d¨®cil Ismene. Y digo dos porque en realidad Mesquida ha versionado cuatro, Rosa Novell ha acabado montado tres (?qu¨¦ ha sido del libro de la Eneida que nos explica a trav¨¦s de Ana, la hermana de Dido?), pero una es la primera parte de la Orest¨ªada de Esquilo desde su protagonista, la reina Clitemnestra, papel que ella se reserva para s¨ª misma.
ELS MISSATGERS NO ARRIBEN MAI
De Biel Mesquida
Direcci¨®n y dramaturgia: Rosa Novell
Int¨¦rpretes: Pepa L¨®pez, Rosa Novell, Anna Ycobalzeta
Espacio esc¨¦nico: Rosa Novell y Antonio Belart
M¨²sica: Joan Valent
La Seca, Sala Joan Brossa. Barcelona. Hasta el 9 de diciembre
?Els missatgers no arriben mai es un espect¨¢culo esencial, amable, y a la vez muy did¨¢ctico. Dado que se trata de tres mon¨®logos consecutivos que podr¨ªan f¨¢cilmente quedarse en una lectura dramatizada, Rosa Novell ha ideado una peque?a dramaturgia que los envuelve para que el conjunto no sea tan recitativo. Y as¨ª el espectador asiste a un supuesto ensayo en el que las actrices comentan las trivialidades de la jornada mientras explican sus personajes en un pr¨®logo que refresca las tramas de las tragedias en cuesti¨®n, acercando unos (espectadores) y otros (personajes). Finalizada la introducci¨®n, las tres abordan sus mon¨®logos alrededor del olivo que preside el escenario y entrando en sus respectivos personajes con los m¨ªnimos elementos de vestuario y utiler¨ªa, aunque tambi¨¦n en esto la Novell juega con ventaja.
Pepa L¨®pez se mete de lleno en la piel de Enone bajo un sencillo sobretodo negro y con un peque?o bolso del que saca una manzana que pela a lo largo de su intervenci¨®n para com¨¦rsela al final mientras ladea la cabeza en un expresivo gesto de impotencia e incomprensi¨®n que lo resume todo; y es que no ha podido hacer nada, como nos cuenta, para evitar la tragedia de su querida Fedra, a la que cuid¨® desde ni?a. La sigue Rosa Novell arropada en una majestuosa capa larga y roja con la que juega mientras nos relata el crep¨²sculo de la reina de Argos con un toque a lo Gloria Swanson; el suyo es el texto m¨¢s agradecido de los tres pues, a diferencia de las pasivas Enone e Ismene, Clitemnestra act¨²a y c¨®mo. Anna Ycobalzeta nos actualiza a Ismene con una americana azul que parece de los 80 y nos describe el car¨¢cter rebelde de Ant¨ªgona desde un amor de hermana no exento de rabia ni de envidia. Tres nuevos caminos de vuelta, con m¨¢s o menos realce, hacia el origen de todo.
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