El Cabanyal y el mundo al rev¨¦s
"Aquel d¨ªa los vecinos se plantaron entre las casas y la polic¨ªa para obligar a que se cumpliera la ley"
El d¨ªa que Rita Barber¨¢ envi¨® a los operarios a derribar aquellas casas del Cabanyal alcanz¨® la cota m¨¢s alta de la infamia y del rid¨ªculo. A los vecinos y ciudadanos de bien que se congregaron pac¨ªficamente para impedir que la orden fraudulenta de la alcaldesa se cumpliera, les alcanzaron los palos de la local y la nacional. Y el dolor personal y la verg¨¹enza ajena de comprobar que quien estaba obligado a proteger sus derechos les maltrataba.
Pero que no haya malos entendidos. El 6 de abril de 2010 los vecinos del Cabanyal no se concentraron solo para impedir que el Ayuntamiento destruyera unas casas del propio consistorio (es decir de los valencianos), unas casas que ¨¦l mismo hab¨ªa comprado y dejado perder para castigar al barrio. Lo ya sabido.
Aquel d¨ªa los vecinos se plantaron entre las casas y la polic¨ªa para obligar a que se cumpliera la ley, para impedir que derribaran un pedacito m¨¢s del Estado de Derecho. Para dejar constancia de que ante la degradaci¨®n institucional y moral de los gobiernos municipal y auton¨®mico, muchos ciudadanos no transig¨ªan. Para evitar que el abuso de poder y la mala fe ganaran otra vez en nuestra ciudad.
Han pasado casi tres a?os desde entonces. Todo la ficci¨®n jur¨ªdica (la mentira, dicho de otro modo) que dio cobertura a aquella haza?a pueril de la alcaldesa, ha sido destrozada por los jueces. La tan cacareada querella por prevaricaci¨®n contra la entonces Ministra de Cultura ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde (por publicar a requerimiento del Tribunal Supremo la Orden que dispone que el Plan sobre El Cabanyal es expolio del patrimonio hist¨®rico) fue inadmitida a tr¨¢mite con estir¨®n de orejas a Barber¨¢, por carecer de cualquier fundamento. La demanda del Ayuntamiento contra la propia Orden Ministerial ha acabado con una demoledora sentencia de la Audiencia Nacional a favor de la Orden y de la Plataforma Salvem el Cabanyal, y ratificando que el Ayuntamiento comete expolio en el barrio.
Resumiendo, que la mentira que dio lugar a las brutales cargas policiales contra vecinos sentados en el suelo, mentira que el sentido com¨²n hab¨ªa descubierto en el minuto uno, ha sido puesta en evidencia por los jueces.
Y sin embargo, es por esa mentira por la que hoy juzgan a los vecinos. Por esa y por otra mentira m¨¢s: que la defensa de las casas fue violenta y que varios agentes de la autoridad quedaron heridos. A los videos de la masacre nos remitimos. Por su parte, los agentes agresores sin identificar (como es su obligaci¨®n y nuestro derecho) fueron denunciados, pero curiosamente su caso ha prescrito. No as¨ª el de los ciudadanos apaleados que defend¨ªan la ley.
As¨ª que los que sentados en el suelo y con las manos en alto ¨Cvecinos, amigos, representantes decentes- reclamaban la protecci¨®n para el patrimonio que el sistema democr¨¢tico y el Derecho te¨®ricamente les garantiza, son juzgados. Mientras, Barber¨¢, Grau, Camps, el Partido Popular valenciano y sus interesados c¨®mplices, responsables del ataque antisistema m¨¢s importante que ha sufrido la democracia en m¨¢s de treinta a?os, son los denunciantes inviolables.
El Cabanyal. La lucha contra los desahucios y por la vivienda digna. El 15M. La defensa de la escuela y la sanidad p¨²blicas. La participaci¨®n ciudadana. La Econom¨ªa de la igualdad. La informaci¨®n veraz. Los parlamentarios honestos. Las instituciones decentes. El control y la responsabilidad del poder. Que no se nos olvide, ese es el mundo al derecho. Si est¨¢ al rev¨¦s, habr¨¢ que voltearlo.
Fernando Flores es profesor de Derecho Constitucional y miembro de la Plataforma Salvem el Cabanyal
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