La quiebra de una fundaci¨®n destapa otro gran fraude en la sanidad catalana
El grupo privado CRC caus¨® grandes p¨¦rdidas a una fundaci¨®n de hospitales p¨²blicos La empresa carg¨® a la entidad 3,27 millones de euros de gastos propios El presunto fraude afecta tambi¨¦n a un cr¨¦dito del antiguo Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa
La quiebra de Instituto de Alta Tecnolog¨ªa (IAT), una fundaci¨®n creada en 2001 para construir y gestionar un pionero centro de diagn¨®stico por imagen en el Parque de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Barcelona (PRBB, en sus siglas en catal¨¢n), ha hecho aflorar un nuevo fraude millonario de dinero p¨²blico en la sanidad catalana. El IAT ten¨ªa que ser un modelo de excelencia y una brillante colaboraci¨®n entre el sector p¨²blico y el privado. Formada por tres hospitales financiados por la Generalitat ¡ªMar, Cl¨ªnic y Vall d¡¯Hebron¡ª y un holding privado ¡ªCRC, empresa l¨ªder en Catalu?a en el sector¡ª, la fundaci¨®n acab¨® sin embargo solicitando el concurso de acreedores en octubre de 2011.
La causa de ello no fueron los recortes. Ni siquiera la escasez de recursos para la investigaci¨®n. Seg¨²n el administrador concursal de IAT y la auditor¨ªa Faura-Casas, a la que el Juzgado de Primera Instancia 46 de Barcelona ha encargado un peritaje, CRC se aprovech¨® de su control sobre la fundaci¨®n para obtener irregularmente de ella cuantiosos recursos e incluso desvi¨® hacia sus empresas filiales subvenciones y todo tipo de materiales comprados con fondos p¨²blicos, todo ello en medio de un caos de gesti¨®n ¡ªcuentas no depositadas, ¡°cifras inconsistentes¡±, ingresos y gastos que no cuadraban...¡ª en el que ahora los t¨¦cnicos tratan de poner un poco de orden.
En total, el administrador concursal, estima en 5,3 millones el dinero que el grupo CRC debe a la fundaci¨®n. La mitad de este importe proviene de un cr¨¦dito blando concedido en 2002 por el entonces Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Por todo ello, el administrador considera que ¡°existen motivos para fundamentar la calificaci¨®n culpable del concurso¡±, es decir, que pueden existir responsabilidades por parte de los gestores de CRC. Lo sucedido tampoco deja en muy buen lugar a los patronos de los tres hospitales p¨²blicos afectados, cuya falta de control o complacencia permiti¨® todo lo ocurrido.
El caso, adem¨¢s, amenaza complicarse en un reguero de procesos judiciales, ya que IAT ha dejado en la estacada a una veintena de trabajadores e investigadores, y el grupo CRC solicit¨® asimismo el concurso de acreedores el pasado mes de septiembre.
La malograda historia del IAT arranca en julio de 2001, cuando una filial del grupo CRC ¡ªCRC Mar¡ª y el Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria ¡ªIMAS, empresa del Ayuntamiento de Barcelona que entonces gestionaba el hospital del Mar¡ª crearon la fundaci¨®n IAT. A los dos socios fundadores, a IAT se sumaron el hospital Cl¨ªnic en enero de 2003 y el de la Vall d¡¯Hebron en octubre de 2004. En todos los casos la aportaci¨®n inicial fue de 60.010 euros, ampliada con otros 100.000 euros por actor en 2005, dinero que los centros ya pueden dar por perdidos.
?Vall d'Hebron, Cl¨ªnic? y el Mar perder¨¢n 160.000 euros cada uno por su aportaci¨®n fundacional
Pese a que CRC solo aport¨® una cuarta parte de estos fondos iniciales, los hospitales le cedieron el control de la fundaci¨®n en un contrato firmado en abril de 2002 que daba a CRC Corporaci¨®n Sanitaria ¡ªla matriz del holding¡ª los poderes ¡°de direcci¨®n, gesti¨®n, administraci¨®n y direcci¨®n m¨¦dica¡± de IAC. El administrador destaca la paradoja de que el contrato fuera firmado por los dos m¨¢ximos ejecutivos de CRC, Carlos Sanpons y Norberto Galindo. El primero ¡ªconsejero y presidente de la matriz, CRC Corporaci¨®n Sanitaria¡ª lo hizo en representaci¨®n de IAT, mientras Galindo lo hizo por el holding.
El dominio de CRC sobre la gesti¨®n del IAT le permiti¨® obtener cuantiosos ingresos de la fundaci¨®n desde el primer momento. Por el servicio de direcci¨®n, el contrato establec¨ªa 50.000 euros anuales m¨¢s un importe variable por cada prueba de diagn¨®stico por imagen realizada, condiciones ¡°a todas luces leoninas y perjudiciales para la fundaci¨®n y en beneficio, muy lucrativo para CRC¡±, sostiene el administrador.
La pericial de Faura-Causas, sin embargo, alerta de que en realidad CRC cobraba mucho m¨¢s a IAT por este concepto: ¡°Los importes facturados en concepto de canon de gesti¨®n fijo (...) son sustancialmente superiores a los estipulados en el contrato¡±. En 2008, CRC ingres¨® en realidad 109.256 euros, cantidad que en 2010 subi¨® a 111.786 euros.
Pese a todo, estas cantidades eran solo una peque?a parte del dinero p¨²blico que CRC llegar¨ªa a gestionar si llegaba a construirse el ciclotr¨®n, el proyecto por el que fue creado el propio IAT. Este equipo, un acelerador de part¨ªculas, requer¨ªa una millonaria inversi¨®n que en enero de 2002 aport¨® el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Fue en forma de cr¨¦dito de 5,79 millones de euros a devolver en 15 a?os sin intereses y con una carencia de tres a?os.
El ministerio solo impuso una condici¨®n relevante: el ciclotr¨®n y los otros equipos m¨¦dicos comprados con el cr¨¦dito ¡°deb¨ªan utilizarse ¨²nicamente con fines docentes y de investigaci¨®n, y no comerciales¡±. Las obras y la instalaci¨®n de los equipos se prolongaron durante m¨¢s de cuatro a?os, pero una vez todo en marcha CRC no tard¨® en saltarse la condici¨®n impuesta por el ministerio y a ofrecer a empresas del sector farmac¨¦utico y sanitario el uso del ciclotr¨®n. Seg¨²n destaca el administrador, ¡°la intenci¨®n de la fundaci¨®n no era la de dedicar ¨²nica y exclusivamente el ciclotr¨®n para fines de investigaci¨®n o docentes sino, muy al contrario, para su explotaci¨®n comercial¡±.
Los hospitales entregaron a la empresa el control absoluto de la fundaci¨®n
No fue la ¨²nica irregularidad cometida por CRC con relaci¨®n al cr¨¦dito. Seg¨²n Faura-Casas, IAT ¡°no pudo justificar la inversi¨®n por la totalidad de la cantidad prevista¡±, lo que provoc¨® que el ministerio le revocara parte del cr¨¦dito por 1,84 millones de euros. Tras varios escritos y negociaciones cruzados entre 2006 y 2008, IAT dejar¨ªa de devolver al Ministerio de Ciencia 2,52 millones de euros, importe a¨²n pendiente.
Pero la m¨¢s controvertida de las decisiones adoptadas por CRC como gestor de IAT a¨²n ten¨ªa que llegar. Fue en enero de 2008 cuando la fundaci¨®n vendi¨® a una empresa filial de CRC ¡ªCRC Centro de Imagen Molecular (CRC-CIM)¡ª el uso del ciclotr¨®n y las ramas de actividad susceptibles de ser comercializadas. Era una operaci¨®n que permit¨ªa sortear las limitaciones impuestas por el ministerio, pero para el administrador concursal supon¨ªa un fraude. CRC-CIM fue para ¨¦l una sociedad ¡°constituida con la finalidad de instrumentalizar la compra de activos a IAT, todo ello en beneficio de CRC y en muy grave perjuicio para la fundaci¨®n¡±. La venta supuso vaciar de facto la fundaci¨®n de su principal activo y cuestiona el papel de los patronos que lo permitieron, cuya funci¨®n seg¨²n la ley es velar por los principios fundacionales de la entidad.
El administrador concursal recurri¨® ante la venta del ciclotr¨®n a CRC-CIM ante el Juzgado de lo Mercantil 6, que en una sentencia del pasado 12 de noviembre ha resuelto declararla nula. Est¨¢n por ver ahora los efectos de este fallo en el proceso, con el grupo CRC en concurso de acreedores y el IAT apenas funcionando desde hace m¨¢s de un a?o.
Tras la venta de su principal activo, la fundaci¨®n IAT qued¨® reducida a la m¨ªnima expresi¨®n, con solo cuatro de los cerca de 40 trabajadores que lleg¨® a tener. Seg¨²n la pericial de Faura-Casas y el administrador concursal, sin embargo, CRC utiliz¨® en esta ¨²ltima etapa, de 2008 a 2010, a la fundaci¨®n como una especie de tapadera para comprar a coste cero todo tipo de materiales y servicios. El esquema utilizado era tan simple como lesivo para IAT y los proveedores: la fundaci¨®n hac¨ªa los pedidos (que luego no pagaba), pero los materiales y servicios obtenidos iban en realidad a empresas del grupo CRC. Esta pr¨¢ctica caus¨® a la fundaci¨®n, seg¨²n Faura-Casas, un agujero de 3,27 millones de euros. Estas pr¨¢cticas fueron las que llevaron a IAT a la ruina.
No fue hasta finales de diciembre de 2010 cuando los tres hospitales p¨²blicos implicados ¡°reaccionaron¡±, seg¨²n el administrador concursal, ¡°retomando el control efectivo de la fundaci¨®n el 21 de febrero de 2011¡±. Lo tard¨ªo de la medida no logr¨® evitar la solicitud del concurso de acreedores presentada por IAT en octubre del mismo a?o.
Silencio entre los implicados
Las cuantiosas p¨¦rdidas sufridas por el IAT y los hospitales p¨²blicos implicados, y el hecho de que el caso est¨¦ en los tribunales lleva a la mayor¨ªa de implicados a declinar ofrecer su versi¨®n sobre los hechos. As¨ª lo han hecho los hospitales Cl¨ªnic y Vall d'Hebron, que rechazaron comentar el papel de sus patronos en la quiebra de IAT.
Un portavoz del hospital del Mar se limit¨® a destacar que ¡°los hechos corresponden al anterior equipo de gesti¨®n¡±. Este mismo portavoz tambi¨¦n apunt¨® que el grupo CRC habr¨ªa maniobrado a espaldas de los patronos, especialmente en la venta del ciclotr¨®n a una empresa filial.
Esta versi¨®n fue desmentida por los responsables de la empresa, que aseguraron que ¡°los patronos de IAT estuvieron en todo momento informados y aprobaron las principales decisiones y las cuentas de la entidad¡±. Un portavoz de CRC, hoy tambi¨¦n en concurso de acreedores, culp¨® a las administraciones implicadas ¡ªGeneralitat y Ayuntamiento¡ª por haber incumplido un acuerdo que hubiera dado viabilidad al proyecto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.