Atarse los machos
ERC entiende que, para avanzar hacia la autodeterminaci¨®n, el n¨²cleo del proceso tiene que estar formado por soberanistas sin obediencias madrile?as
Durante la primera d¨¦cada del presente siglo, la gran apuesta estrat¨¦gica de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) consisti¨® en facilitar al PSC el acceso a la presidencia de la Generalitat ¡ªincluso si, como en 2006, los resultados de Montilla acompa?aban poco¡ª para, de este modo, conseguir que el universo socioelectoral socialista aceptase un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. En palabras del entonces hombre fuerte republicano, Xavier Vendrell, se trataba de hacer que ¡°quienes no son nacionalistas ¡ªy quiz¨¢ no lo ser¨¢n nunca¡ª se conviertan en independentistas. (¡) Solo con Esquerra gobernando con partidos no nacionalistas haremos que ciudadanos no nacionalistas voten por la independencia¡±.
Tal como certificaba el conspicuo socialista Joan Ferran ya en mayo de 2009 (¡°la independencia es un anacronismo incubado en mentes estatalistas o decimon¨®nicas¡±), aquella alambicada ingenier¨ªa pol¨ªtica fracas¨®. Y ahora, a finales de 2012, la c¨²pula de ERC ha entendido que, para avanzar en serio hacia la autodeterminaci¨®n, al menos el n¨²cleo motor del proceso tiene que estar formado por soberanistas sin obediencias madrile?as. Esta me parece la explicaci¨®n m¨¢s b¨¢sica del pacto de legislatura con Converg¨¨ncia i Uni¨®.
Quienes, desde hace meses, interpretan la din¨¢mica pol¨ªtica catalana como el fruto de un ataque de enajenaci¨®n de Artur Mas y, por tanto, vieron en el 25-N un naufragio del independentismo, y piensan que las cosas todav¨ªa pueden regresar a los viejos tiempos del peix al cove competencial ¡ªcuantos, en una palabra, a¨²n no se han enterado del fin del pujolismo¡ª claman ahora que, con el acuerdo CiU-ERC, Mas ¡°cede¡±, ¡°se rinde¡±, ¡°capitula¡±¡ Pero, ?acaso la consulta sobre el Estado propio no fue el principal compromiso program¨¢tico de CiU en las elecciones de hace cuatro semanas, la raz¨®n para convocarlas? Y Esquerra, ?no encabez¨® su programa para esos comicios con una ¡°hoja de ruta para la construcci¨®n de un Estado independiente 2013-2014¡±? Pues, ?qu¨¦ tiene de extra?o que, investidas primera y segunda fuerza parlamentarias y sumando mayor¨ªa absoluta, la sigla de Mas y la de Junqueras conviertan en pacto sus objetivos comunes mientras procuran acotar y consensuar sus diferencias?
Ha sido conmovedor o¨ªr a Enric Millo, estos d¨ªas, calificando el acuerdo entre convergentes y republicanos de contra natura. Contra natura fue la alianza CiU-PP del ¨²ltimo mandato de Pujol: as¨ª lo dictaminaron los electores en 2003, as¨ª lo reconoci¨® cierta visita al notario, as¨ª lo ratifica Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cada vez que abre la boca y as¨ª lo ha enfatizado ¨²ltimamente el ministro Wert, alias el espa?olizador. Por eso, pese a sus chisporroteos finales del pasado bienio, esa f¨®rmula es hoy no solo imposible, sino inimaginable. Pero que el pacto Mas-Junqueras sea leg¨ªtimo, necesario y de razonable coherencia ¡ªsuperior a la de los tripartitos, sin ir m¨¢s lejos¡ª no significa que vaya a ser f¨¢cil.
No lo ser¨¢ porque en los presentes y los inmediatos tiempos ejercer el gobierno a cualquier nivel es y va a ser un suplicio; y si no, que se lo pregunten a Rajoy, a Hollande¡ o al alcalde del pueblo m¨¢s modesto. Y, aunque ERC est¨¦ fuera del Ejecutivo, no pueden temblarle las piernas apenas Iniciativa, PSC, la CUP y hasta Ciutadans la acusen de derechismo y de avalar pol¨ªticas antisociales. Naturalmente, tampoco pueden temblarle a CiU cuando el compromiso referendario de 2014 sufra los embates, las amenazas, los chantajes, las presiones p¨²blicas y privadas tanto del aparato estatal como de toda suerte de intereses econ¨®micos, medi¨¢ticos, pol¨ªticos o corporativos. Tenemos por delante un bienio excepcional, dram¨¢tico, de resistencia casi b¨¦lica, que solo podr¨¢ ser afrontado si la mayor¨ªa parlamentaria se muestra gran¨ªtica en su configuraci¨®n actual, y encima capaz de ensancharse.
Confiemos en que todas las partes supieran extraer del septenio 2003-2010 las lecciones correspondientes. El camino hacia la convocatoria de la consulta sobre el Estado propio tiene que estar pavimentado de rigor, de solidez, de seriedad, de continencia verbal y contundencia en los hechos. Lo contrario ser¨ªa precipitar al pa¨ªs por el peor de los abismos: el del rid¨ªculo.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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