Explorando la realidad
La comisaria de arte Rosa Mart¨ªnez inaugura ¡®Qu¨¦ pensar¡¯, una exposici¨®n que ofrece una nueva lectura de la colecci¨®n contempor¨¢nea de La Caixa
La imagen que acoge el visitante de la exposici¨®n Qu¨¦ pensar, abierta en CaixaForum de Barcelona hasta el 20 de enero, produce un impacto realmente notable. Se trata de la proyecci¨®n de un gigantesco ¨¢rbol, cuyas ramas se mecen lentamente con el viento, que Eija-Liisa Ahtila ha grabado en los bosques de su Finlandia natal. El asombroso efecto es generado, no solo por la majestuosidad del abeto, que ha requerido seis pantallas contiguas, sino porque al cabo de unos segundos se percibe que la imagen ha sido girada 90 grados hasta colocar el ¨¢rbol en posici¨®n horizontal. No es solo un juego visual, se trata de una forma de se?alar las limitaciones de las reproducciones gr¨¢ficas que nos rodean y la necesidad de cambiar la perspectiva. La obra, propiedad de un coleccionista privado, es una de las estrellas invitadas de la primera entrega de una serie de exposiciones, concebida por Rosa Mart¨ªnez, una de las comisarias espa?olas m¨¢s presentes y relevantes en ¨¢mbito internacional. ¡°La idea es repensar desde una nueva perspectiva la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo de La Caixa, ofreciendo nuevas lecturas, a partir del di¨¢logo con algunos pr¨¦stamos puntuales y una pieza de otra ¨¦poca¡±, explic¨® Mart¨ªnez, en la presentaci¨®n de la muestra. En esta ocasi¨®n la pintura antigua es una reproducci¨®n de La ca¨ªda de ?caro por Pieter Brueghel el Viejo,que seg¨²n Mart¨ªnez se convierte en met¨¢fora del trasfondo de soberbia que subyace en las desmesuradas ambiciones del capitalismo contempor¨¢neo.
En este caso, ser una selecci¨®n de obras muy comprometidas social y pol¨ªticamente, no implica una disminuci¨®n de su inter¨¦s formal. Todas son piezas que entran ante todo por los ojos y que saben trasmitir sus contenidos de forma natural para que el visitante pueda elaborar sus propias interpretaciones. ¡°El hermetismo en el ¨¢mbito del comisariado y la cr¨ªtica del arte es un ejercicio de poder y una herramienta de exclusi¨®n, en cambio el deseo de esta muestra y de las obras que la forman es conectar con el p¨²blico¡±, indic¨® Mart¨ªnez. Lo demuestran las fotograf¨ªas en blanco y negro de Cristina Garc¨ªa Rodero, que retratan los ritos ancestrales de la Espa?a profunda; las im¨¢genes de Cao Guimar?es, que inmortalizan peque?os arreglos ingeniosos y no convencionales, convirti¨¦ndolos en ready made populares; o el v¨ªdeo del alban¨¦s Adrian Paci, que aborda la tragedia de la inmigraci¨®n ilegal desde la met¨¢fora de una escalerilla de avi¨®n, atestada de extracomunitarios, abandonada en el medio de un aeropuerto desierto.
La muestra ofrece tambi¨¦n dos oportunidades ¨²nicas: ver los hermosos tejados de CaixaForum y las vistas que deparan, gracias a la instalaci¨®n de Rogelio L¨®pez Cuenca y visitar Schmerzraum, una obra de Joseph Beuys que consiste en un cuarto herm¨¦tico forrado por planchas de plomo. El artista, profundo conocedor de las propiedades alqu¨ªmicas de los materiales, utiliz¨® el plomo por su capacidad de absorber la luz, las radiaciones y la energ¨ªa. Sin embargo, la habitaci¨®n se tuvo que cerrar para poner fin a los actos de peque?o vandalismo, que estaban llenando las planchas de frases y dibujos m¨¢s o menos pintorescos. Tras Qu¨¦ pensar, el ciclo continuar¨¢ con Qu¨¦ desear y Qu¨¦ hacer.
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